viernes, 15 de agosto de 2008

NUMEROS




El Concejo Deliberante tratò el dìa Jueves un proyecto para colocar nùmeros a las calles treslomenses. Estos conviviràn con los nombres ya existentes, aunque, segùn se explicò, solo buscaràn “ordenar” la ubicación de los domicilios de las personas.
Luego de una tortuosa explicación, solamente audible para un estudiante de logaritmos, se procediò a votar lo inentendible y por unanimidad el cuerpo aceptò la iniciativa del Departamento Ejecutivo.

En definitiva, las calles tendràn su nùmero y su viejo nombre. Asì por ejemplo, si alguien le pregunta buscando al Banco Naciòn, en vez de contestarle “està en frente de la plaza” o “haciendo esquina con lo del Chiche Ros”, Ud podrà sentirse mas citadino y responder: “En la intersecciòn de 8 y 13”. El avance, como Ud. puede observar es notable y sin lugar a dudas mejorarà nuestra “calidad de vida” como habitantes de nuestro pueblo.

Si otra persona le preguntara un tanto apurado por las circunstancias del fuego, donde està ubicado el Cuartel de los Bomberos, en vez de decirle: “vaya hasta el final de esta calle, agarre la diagonal y al lado de la terminal estàn los bomberos”, Ud podrà decir con alma de “platense”: “el cuartel de Bomberos està en la diagonal 402 a tal altura”. Genial, quizas se piense que el paso necesario para ser una ciudad no es solo tener mas de 2000 habitantes como establece la legislación nacional, sino “creerse ciudad”, adoptar las poses necesarias y en este caso, los nùmeros que acrediten la pertenencia. No es lo mismo decir: “Vivo en la Rivadavia al fondo, dos cuadras antes de llegar al Matadero” que decir “vivo en la calle 9 al 966”. Es brutal la diferencia , con la segunda respuesta uno se “siente en la ciudad” aunque los ùltimos censos se empeñen en desmentirnos.

Sì es cierto que de esta forma logramos “uniformar” mas y mejor el pueblo y que la cuadrìcula de nuestro èjido urbano serà matematizada como nunca antes y hasta es posible que dejemos de referirnos a nuestras calles (con muchos nombres que no nos gustan pero con indudable historia) para iniciarnos en sumas y restas que nos acerquen o alejen de la persona buscada. En otras ciudades numeradas hay quienes se han perdido en la tabla del 4 y han tardado 3 dìas y sus noches en ubicar a su tìa, llegando tarde al cumpleaños.

O quizàs sea la tendencia actual de un mundo que muestra sus paradojas: por un lado nos ofrece inmensas posibilidades de creatividad, nuevas tecnologías, profundizaciones identitarias e intercambio veloz ; y por el otro surja simplemente un intento de “contabilizarnos mejor”.
¿No tendremos ya nùmeros los habitantes treslomenses? ¿No serè yo el habitante 456 y todavía no me di cuenta? ¿No seràn los nùmeros, frìos y sin identidad, los que nos alejen de las pasiones y nos vuelvan mas “racionales”?

¿ No serà que las Calles Juan Domingo Peròn o Hipòlito Yrigoyen, remiten a momentos polìticos, conflictos e ideologías que “no nos conducen a nada” y en cambio los nùmeros son eso y nada mas? Ahorrar historia, ahorrar explicaciones, simplificar, racionalizar, sentirse "fundador", desconocer la fuerza del pasado, categorizar a la ingenierìa como parte de la organización social. ¿Quien se acordarà con el tiempo de estos dos presidentes nacionales y populares, pudiendo reemplazarlos por un nùmero? ¡Cuánto tiempo perdido¡

Pero hay algunas otras ideas para este àgil ejercicio de numerar. Allì van algunos: La Plaza “Leandro N. Alem” llevarà el nùmero 1, la Malvinas Argentinas el 2 , la del Barrio San Josè, el 3 y asì sucesivamente.
Los salones de las escuelas seràn numerados: aula 1, 2, 3, 4 y 5. La biblioteca no llevarà nùmero sino una letra: Biblioteca C
Los alumnos no seràn nombrados por sus nombres de pila, sino con su respectivo numero: “A ver señale en el mapa la Argentina, alumno numero 22”

En fin…existen interesantes trabajos sobre “numerología” que Adriàn Paenza puede hacer por demàs de educativos , generando problemas de aprendizaje y conflictos cognitivos que conduzcan a que el pensamiento abstracto se desarrolle. Esto no està en dudas, pero en el caso de los nùmeros a las calles la respuesta es definitivamente otra : El proyecto es inòcuo, insìpido, inoloro, indoloro y fundamentalmente inútil .

2 comentarios:

Santiago Lucas dijo...

Muy interesante la noticia.

Empezaste hablando de cómo se aprobó en el Concejo, sus usos y finalmente cómo podría repercutir en otros ámbitos sociales.

Yo donde vivo? Sabés?
Decíme los dos números, je!

Saludos Grillo.

Anónimo dijo...

Hey Grillo! Soy Juliana Catellani, leyendote desde Macachin, La Pampa... como me gusta leer tus textos!
Aun asi... Seguimos siendo numeros!