Desde mañana sàbado 23 de Agosto, a las 19 horas, se presentarà en formato fotogràfico, la obra de Francisco Salamone en Tres Lomas, en el mismo lugar que lo reivindica mejor que nadie, su propia obra: El Matadero
Paradojalmente, serà èl mismo, desde la fuerza de la historia , quien venga a darle el mayor contenido a su propia edificación.
El Municipio como representante y toda la sociedad treslomense, que lo ha rodeado en el tiempo, no hemos encontrado todavía, què hacer con esa hermosa “càscara vacìa” que es el edificio en cuestión, a punto tal, que siempre resulta mas imponente, mas importante y mas significativa la tecnología del cemento del arquitecto-ingeniero, que lo que los treslomenses hemos podido hacer y mostrar dentro de ella, una vez que dejò de funcionar para lo que fue creado.
Nunca el “contenido” resultò a la altura del “continente” porque en este caso preciso todos los esfuerzos realizados parecen irremediablemente infructuosos , el “envase” es al mismo tiempo el mejor “contenido”, y solo una obra como el Museo Local, podrà "empardar" el legado de don Francisco.
La obra de Salamone forma parte de un proceso de modernizaciòn que el gobierno Conservador y Fraudulento del presidente Justo, el gobernador Fresco y las autoridades locales de entonces, materializaron en cerca de 70 municipios del interior bonaerense.
Como todo en la Argentina, este circuito del artista, tuvo que ser “descubierto” recientemente por dos extranjeros: Tom y Edward Shaw, lastimosa muestra de nuestra propia colonización pedagògica que tiende a “valorar” lo previamente legitimado por “los que saben” y si son de “afuera” mucho mejor.
Allì estuvo Salamone, olvidado entre nosotros durante mucho tiempo, a punto tal que muchas de sus obras sufrieron modificaciones innecesarias: ya no se reconoce su trazado en el Matadero Municipal Pellegrinense, donde manos torpes, tiraron paredes y modificaron de tal forma la estructura que resulta irreconocible cualquier atisbo de genialidad.
Tres Lomas, tuvo mejor suerte pero no tanta. Gracias a un dinero recibido desde la Provincia, pudo mantenerse la estructura principal en base a algunos arreglos y pintura. Pero en ese intento de reacondicionarlo-centenario mediante- resultò innecesario el agregado de los dos pilares de entrada y la pèrgola: ambos no tienen nada que ver con el trabajo de Salamone, constituyen una ruptura con sus lìneas, y cualquier neòfito notarà la diferencia.
El pilar de la izquierda intenta parecerse a la torre del edificio, pero es su peor ofensa; en tanto que la pèrgola impide la vista “limpia” de la obra.
De cualquier manera valdrà la pena observar las fotografìas que se presentaràn, habilitando nuevas miradas locales sobre esta obra que nos interroga desde su creación.
Realizaremos desde esta pàgina, otros aportes, tales como su contexto històrico-polìtico y su fuerte carga simbòlica.
Paradojalmente, serà èl mismo, desde la fuerza de la historia , quien venga a darle el mayor contenido a su propia edificación.
El Municipio como representante y toda la sociedad treslomense, que lo ha rodeado en el tiempo, no hemos encontrado todavía, què hacer con esa hermosa “càscara vacìa” que es el edificio en cuestión, a punto tal, que siempre resulta mas imponente, mas importante y mas significativa la tecnología del cemento del arquitecto-ingeniero, que lo que los treslomenses hemos podido hacer y mostrar dentro de ella, una vez que dejò de funcionar para lo que fue creado.
Nunca el “contenido” resultò a la altura del “continente” porque en este caso preciso todos los esfuerzos realizados parecen irremediablemente infructuosos , el “envase” es al mismo tiempo el mejor “contenido”, y solo una obra como el Museo Local, podrà "empardar" el legado de don Francisco.
La obra de Salamone forma parte de un proceso de modernizaciòn que el gobierno Conservador y Fraudulento del presidente Justo, el gobernador Fresco y las autoridades locales de entonces, materializaron en cerca de 70 municipios del interior bonaerense.
Como todo en la Argentina, este circuito del artista, tuvo que ser “descubierto” recientemente por dos extranjeros: Tom y Edward Shaw, lastimosa muestra de nuestra propia colonización pedagògica que tiende a “valorar” lo previamente legitimado por “los que saben” y si son de “afuera” mucho mejor.
Allì estuvo Salamone, olvidado entre nosotros durante mucho tiempo, a punto tal que muchas de sus obras sufrieron modificaciones innecesarias: ya no se reconoce su trazado en el Matadero Municipal Pellegrinense, donde manos torpes, tiraron paredes y modificaron de tal forma la estructura que resulta irreconocible cualquier atisbo de genialidad.
Tres Lomas, tuvo mejor suerte pero no tanta. Gracias a un dinero recibido desde la Provincia, pudo mantenerse la estructura principal en base a algunos arreglos y pintura. Pero en ese intento de reacondicionarlo-centenario mediante- resultò innecesario el agregado de los dos pilares de entrada y la pèrgola: ambos no tienen nada que ver con el trabajo de Salamone, constituyen una ruptura con sus lìneas, y cualquier neòfito notarà la diferencia.
El pilar de la izquierda intenta parecerse a la torre del edificio, pero es su peor ofensa; en tanto que la pèrgola impide la vista “limpia” de la obra.
De cualquier manera valdrà la pena observar las fotografìas que se presentaràn, habilitando nuevas miradas locales sobre esta obra que nos interroga desde su creación.
Realizaremos desde esta pàgina, otros aportes, tales como su contexto històrico-polìtico y su fuerte carga simbòlica.
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