jueves, 16 de octubre de 2008

EL NOMBRE PROHIBIDO










La casa del colono Pedro Prienza fue el lugar elegido para crear la nueva institucion. Se eligiò un dìa feriado, un “San Peròn”, el 17 de octubre de 1953 y allì se fundò con alegrìa el llamado “Club Deportivo 17 de Octubre”, que hoy està cumpliendo sus 55 años de vida.

En realidad los chacareros reunidos, ponìan ese nombre que simbolizaba a un gobierno que habìa sabido escucharlos, que no les regalò absolutamente nada, pero que no dudò en hacerlos propietarios de la tierra que por tantos años habian trabajado en beneficio de otros.
Un gobierno que habìa hecho realidad lo que tantas veces pensaron aquellos que arrendaban, que la tierra debìa ser para aquel que la trabajaba.

Ese gobierno posibilitò que cerca de 1 millon de hectàres fueran entregadas ràpidamente a 6000 familias colonas que pasaron de sufrir el règimen del arriendo a gozar del bienestar de la tierra propia.

Conseguido el campo, años antes de la creación del Club, via arreglo extrajudicial con la familia De La Plaza, el gobierno Peronista, generò las condiciones de organización, para que 71 lotes de 200 hectàreas de promedio, fueran comprados, a pagar a 30 años y con un interès anual del 3 % por los chacareros del lugar. Justicia Social , clara y simple.

La “casa colectiva” que fue el club, se convirtió rapidamente en el centro de mùltiples actividades, donde el deporte ocupò un lugar central, pero las relaciones sociales y de organización comunitaria se ampliaron notablemente.

Dos años después- en 1955- llegarìa la revancha de los poderosos. Se hace por carta y al ritmo de lo que sucedìa en el resto del paìs: proscripciòn del Peronismo, prohibición de cantar su marcha, impedimento de nombrar ciertas palabras, censura permanente de sus sìmbolos mas queridos y vigilancia constante sobre los “sospechados” de simpatizar con el líder expulsado por un golpe de Estado.

La carta estaba firmada por el Comisario Saverio Palazzani de Tres Lomas, escrita solo dos dias después de la caìda del líder , dirigida a las autoridades del Club y decìa textualmente: “Muy señor mio: Cumpleme dirigirme a usted llevando a su conocimiento que por asì haberlo dispuesto la superioridad, deberà esa institución cambiar el nombre de dicho club.”

La respuesta llega 40 dìas después y en la misma, sobraban las palabras. El papel donde el club contesta tenìa un membrete con su nombre completo. Pues bien, en ese membrete, estaba tachada la ùltima parte del nombre: “de Octubre” , ya no estaba, una tosca lìnea de tinta, lo habìa amputado. Quedarìa hasta el dìa de hoy: “Club Deportivo 17”.

El objetivo fue logrado, ya que al amputar el nombre del club, lo que se desgarraba era el nombre de la misma Colonia, porque popularmente ya era conocida con el nombre del primero. Y eso, no serìa tolerado…

Conocer nuestra historia de pago chico, nos permite entender mejor la historia “grande”, la que nos abarca como un inmenso mar del cual formamos parte.
En este aspecto, solo la indiferencia o el desconocimiento de lo sucedido, nos pueden seguir haciendo daño. Se trata entonces de aprender de los errores, reivindicar las causas justas y fundamentalmente…no olvidar.

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