viernes, 10 de octubre de 2008

JOSE GABRIEL




El corregidor de turno le dice textualmente: "Tu sentencia està lista, yo la imaginè, la escribì y la firmè. Te arrastraràn al cadalso y el verdugo te cortarà la lengua. Te ataràn a cuatro caballos por las manos y por los pies. Seràs descuartizado."

"Arrojaràn el tronco de tu cuerpo a la hoguera en el cerro de Picchu y echaràn al aire las cenizas. Tu cabeza colgarà tres dìas de una horca, en el pueblo de Tomta y despuès quedarà clavada a un palo, a la entrada del mismo."

"Enviaremos un brazo a Tlungasuca y el otro se exhibirà en la capital de Carabaya. Una pierna al pueblo de Livitaca y la otra a Santa Rosa de Lampa. Seràn arrasadas las casas que habitaste. Echaremos sal sobre tus tierras. Caerà la infamia sobre tu descendencia por los siglos de los siglos"

Despuès el funcionario enciende una vela y alumbra el rostro anguloso del lìder rebelde, Tupac Amarù y le dice:

"Todavìa estas a tiempo. Dime: ¿Quien continùa la rebeliòn que has iniciado? ¿Quienes son tus còmplices?. Estàs a tiempo. Te ofrezco la horca. Estas a tiempo de evitarte tanta humillaciòn y sufrimiento. Dame nombres. Dime" (le acerca la oreja).

"¡Tu eres tu verdugo, indio carnicero¡" (Se aproxima nuevamente, espera, sin apuro) "¡Sabe Dios los crìmenes que arrastras¡" ( y sin piedad hace girar violentamente la rueda del tormento hasta que escucha un quejido atroz de un cuerpo estirado al màximo, aunque aùn no descoyuntado).

"No vas a disculparte con silencios ante el tribunal del Altìsimo, indio soberbio¡. Por ùltima vez: ¿Quienes son tus còmplices?"

JOSE GABRIEL CONDORCANQUI, mas conocido popularmente como TUPAC AMARU, està ya roto en su cuerpo, pero entero en su conciencia, alza a duras penas la cabeza, abre los ojos y habla con lo que le queda de fuerza.

El funcionario se anima (¡Por fin lo quebrè¡-piensa- ahora sì, sus còmplices seràn señalados).
Nada de eso sucede. El lìder rebelde se alza en la derrota y lo hace con la palabra: "Aquì no hay mas còmplices que tu y yo. Tù por opresor, y yo por libertador, ambos merecemos la muerte"

Serà al otro dìa el desenlace. Atado a los cuatro caballos la orden se lleva a cabo. El mismo corregidor, làtigo en mano grita. "Que tiren, que no hay que descoyuntar a un hombre, sino a un continente". Tenìa razòn...

Tupac Amarù luchò representando a su pueblo, en contra del abuso de los corregidores, el mal trato, la explotaciòn, la discriminaciòn cotidiana y el exterminio sistemàtico.

Esta es la forma que encuentro para recordar el 12 de octubre, a sabiendas, que aùn hoy, en escala global o local, algunos mètodos de sumisiòn-camouflados en su sutileza- no han cambiado, pero por suerte, algunos corajes, tampoco. Fue a principios de 1781. Fue ayer. Es aùn hoy. Sigue siendo...

1 comentario:

Anónimo dijo...

Muy buena la nota de este cacique, la verdad sabia muy poco de su vida.