Estudiaste con nosotros en el CEPT, cuando todavía estabamos en el Club 17, corridos por las inundaciones y cobijados por los colonos del lugar. Aulas en los laterales del club, tabiques que oficiaban de paredes, estufa de leña en el aula, quematute para el baño, humareda interminable y un inmenso salòn que en invierno se convertìa en heladera.
Flaco, de pocas palabras, amigo de tus amigos sin fallarles jamàs, sencillo y tranquilo, tu pasaje por el colegio fue placentero para todos: creo que vos lo disfrutaste y nosotros los docentes tambièn.
Pertenecìas a un grupo destacado ,una mezcla de participación espontànea en las clases con una indomable vocaciòn de manifestar alegrìa. Hoy dirìa, un hìbrido, entre chicos muy queribles e “hincha pelotas”, difíciles de olvidar.
Hoy ya recibido de Veterinario y habiendo hecho tus primeras armas en otro destino, elegìs tu pueblo para instalarte.
Recuerdo viejas discusiones entre docentes y tambièn con Uds, acerca del arraigo y como definirlo. Algunos lo “ataban” simplemente al lugar donde uno vive y otros le daban al vocablo, un vuelo diferente. Asì definiamos a “desarraigados” que viven en el lugar y otros que habièndose ido (como es tu caso) jamàs arrancaron sus raìces.
Hoy volvès a Tres Lomas como profesional, pero tus raìces jamàs se fueron, o mejor dicho, las llevaste con vos a todos lados, que es una forma de llevarnos a todos: tu paisaje, tu gente, tu memoria, tu pueblo.
Fui tu profesor de Ciencias Sociales durante 5 años y lo pasè muy bien con vos y tu grupo. Por todo esto es que me alegro mucho querido JUAN CASADO, de que estès aquì.
Vaya un gran saludo tambièn para tus viejos a los que tantas veces visitamos durante tu cursada. Deben sentir por vos un enorme orgullo. El mismo que yo siento. Mucha Suerte. Grillo.
Flaco, de pocas palabras, amigo de tus amigos sin fallarles jamàs, sencillo y tranquilo, tu pasaje por el colegio fue placentero para todos: creo que vos lo disfrutaste y nosotros los docentes tambièn.
Pertenecìas a un grupo destacado ,una mezcla de participación espontànea en las clases con una indomable vocaciòn de manifestar alegrìa. Hoy dirìa, un hìbrido, entre chicos muy queribles e “hincha pelotas”, difíciles de olvidar.
Hoy ya recibido de Veterinario y habiendo hecho tus primeras armas en otro destino, elegìs tu pueblo para instalarte.
Recuerdo viejas discusiones entre docentes y tambièn con Uds, acerca del arraigo y como definirlo. Algunos lo “ataban” simplemente al lugar donde uno vive y otros le daban al vocablo, un vuelo diferente. Asì definiamos a “desarraigados” que viven en el lugar y otros que habièndose ido (como es tu caso) jamàs arrancaron sus raìces.
Hoy volvès a Tres Lomas como profesional, pero tus raìces jamàs se fueron, o mejor dicho, las llevaste con vos a todos lados, que es una forma de llevarnos a todos: tu paisaje, tu gente, tu memoria, tu pueblo.
Fui tu profesor de Ciencias Sociales durante 5 años y lo pasè muy bien con vos y tu grupo. Por todo esto es que me alegro mucho querido JUAN CASADO, de que estès aquì.
Vaya un gran saludo tambièn para tus viejos a los que tantas veces visitamos durante tu cursada. Deben sentir por vos un enorme orgullo. El mismo que yo siento. Mucha Suerte. Grillo.
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