domingo, 28 de diciembre de 2008

¿QUE FECHA ES HOY PAPA?







Esto pregunta Facundo de 9 años, flaco, curtido por el sol, pelo largo , cara de vago y algunos piojos imposibles de combatir.


La respuesta que en otros momentos escapaba presurosa de mis labios, ahora se hace esperar.
No es que antes me sabia el calendario de memoria-al menos no yo- sino que tenia pronto un almanaque 2008 para consultar.


Pero ahora la cosa es distinta. Sobre fin de año, los almanques nos dan una batalla secreta, la de aquellos dìas que no se quieren ir, y las de los que pugnan por quedarse, por ser los protagonistas de los tiempos nuevos.

Entre los viejos, tengo en mi casa los de Tienda “El Obelisco” de Humberto Cavallero, Norberto Cavallero y Marcelo Caballero (solo una v/b los distingue) con la imàgen del Llao Llao como verde fondo ; Farmacia Piñuel de Marcela Piñuel, con el Matadero Municipal iluminado (esa monumental obra de Salamone) ; Tienda “Santa Marìa” de Elsa Berros de Sain, con la plaza Leandro N. Alem de nuestro querido Tres Lomas y el almanque caballete de “El Progreso Seguros”, de Carlos S. Cuniberti , fructificado de espigas maduras…y varios mas que nos hacen luchar entre los dìas que aùn quieren quedarse y los que pronto desean ser.

Por eso la pregunta de Facu, me perturba, no encuentro el almanaque correcto, no se si el que estoy mirando es 2008 o 2009 y lo que antes caìa Domingo 28, en el nuevo año, aùn no inaugurado serà Martes.

Creo que los almanaques nos provocan, desde los nuevos “paisajes” que aunque repetidos, engalanaràn nuestras heladeras y repisas de formas distintas, hasta las fechas que provocaràn nuevas conexiones con la vida cotidiana (cumpleaños, acontecimientos, fechas especiales)

Apresurados en el arte de vivir (¿Símbolo de los nuevos tiempos?), ya forman parte de nuestras casas los almanaques 2009: “Art Gelatti” con su pintoresca esquina con decks en la vereda; “Autoservicio El Progreso” con vaya a saber que Santo que porta un niño en brazos ; y el inefalble “El Progereso Seguros” con las mismas espigas que el anterior, como si el tiempo no las hubiera madurado, iguales... calcadas.

Siento que la pregunta sobre que fecha es hoy, trasciende lo formal y se me instala en otro lugar de la conciencia.
En realidad me obliga a hurgar en el almanaque ya descartado, aunque todavía vigente, busco entre los imanes adheridos a la heladera, cual es el que corresponde al año todavía en curso y descarto los nuevos imantados que dan cuenta del porvenir. Unos y otros se pegotean, atraìdos por el hierro y el aluminio, como si quisieran dar cuenta que no hay posibilidad de “balance” ni de “corte” artificial en el tiempo, como si nos dijeran con claridad mayùscula, que las continuidades siempre seràn mayores que las rupturas.

Es un tiempo extraño, donde lo porvenir aùn no ha llegado y lo que damos por pasado, aùn no pasò. Es un tiempo prestado, es lo que “el viento se llevò”, pero que aùn està aquì, es el futuro latente que tarda en llegar, es mi propia vida apurada hacia adelante, sin percepciòn concreta de los dìas presentes.

Esto es “FIN DE AÑO”, el tiempo en que burocráticamente hacemos “balances” sobre nuestra propia vida, pero tambièn, el momento en que nos replanteamos acerca del apresuramiento, eso que nos “apremia” en los almanaques nuevos, esos tiempos en que la pregunta surge inevitable, compulsiva, casi como un estertor: ¿Cuàl es el tiempo en que soy yo mismo? ¿Hasta donde espero el futuro para concretar mis sueños? ¿Còmo y con que acciones construyo mis deseos en el presente, sin que me traicione un almanaque que aùn no llegò? ¿Desde cuando me apuran la vida, para tirar hacia mañana, sin saldar las cosas de ayer y de hoy? ¿Cuàndo decidirè ser mas valiente? ¿En que futuro lejano ? ¿O deberà ser en este presente?

La voz de mi hijo, me despabila de mis cavilaciones de tipo maduro y mirando con atención en el almanaque que corresponde, ya identificado racionalmente, con voz firme y segura le contesto: HOY ES DOMINGO 28 DE DICIEMBRE DE 2008.

El “Facu” asiente con la cabeza como si le hubiera aclarado un dilema importante (creo que era la fecha de un partido de Baby Futbol), pero yo sigo en la mìa, mirando los dos almanaques, confundido en el tiempo. Viviendo por adelantado o lo que es peor, dejando que el hoy se desvanezca.

Quizàs es una locura. No lo se. ¡¡¡Tantos almanaques¡¡¡ Tantos sueños¡¡¡¡Tantas posibilidades¡¡¡
Cualquiera de mis cuatro restantes (Sara, Mariano, Sofìa y Victoria ), formulando la misma pregunta, me hubieran puesto en el dilema evaluatorio de estos tiempos confusos, pero tambièn pienso-como un bàlsamo que me aplico- que la respuesta no debiera buscarla tanto en mis “adentros” sino en las sonrisas que esbozan los chicos por estar en casa con nosotros . En fin… cuestiones de "viejo"?
¿Y a usted, què le pasa con los almanaques?

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