martes, 13 de enero de 2009

LA GUERRA EN MEDIO ORIENTE: "NO PODER VER EL MAR"











Comparto con Uds, la nota que un blog amigo publicò recientemente. Se trata de"La Repùblica de la Soja" de Lucas Carrasco, que figura que en mi blog como uno de los favoritos.

Dice Lucas que "Ante el nuevo avance de las tropas Israelìes en la Franja de Gaza, se presenta una entrevista hecha por el diario La Nación a Salah Abdel Jawad, profesor de historia y ciencias políticas.
Creo que ayuda a comprender algunas cosas que vienen pasando en Palestina desde 1948. Este tipo de reportajes se da en momentos en los que los mismos medios, cansados de repetir las mismas consignas, buscan "alguna otra visión alternativa". En criollo: cuando se quedan sin letra descubren que existe "el otro".

Y yo agrego a modo de contextualizaciòn bàsica , que poco despuès del final de la Segunda Guerra Mundial, las potencias triunfadoras, "crearon" en tierras Palestinas el Estado de Israel y que practicamente desde esa fecha hasta el momento, pocos fueron los momentos de paz. La guerra ha sido el comùn denominador, en la cual jamàs perdiò el ejèrcito Israelì. La muerte, "señora de la guerra" ha signado los tiempos de esta regiòn atravesada por diferentes conflictos, no es su omnipresente presencia la que sorprende en este reportaje, sino la confesiòn de "haberse acostumbrado a ella", de haberla naturalizado, de esperarla como algo normal a la vuelta de la esquina. Este reportaje, es en realidad, literal y simbòlicamente "Vivir en la franja".


RAMALLAH (De una enviada especial). - "Los palestinos hemos llegado a una situación donde la vida es igual a la muerte", confiesa con desolación Salah Abdel Jawad.
Profesor de historia y ciencias políticas en la universidad de Bir Zeit, ese intelectual laico y moderado es considerado el mayor estudioso de las masacres en el mundo árabe. "La opresión y las humillaciones que Israel hace padecer al pueblo palestino están provocando una radicalización hasta de los más moderados", advierte.
"Al-Fatah [del presidente Mahmoud Abbas] hace mucho que no existe. Mi teoría es que desapareció antes de la muerte de Yasser Arafat [en 2004] y que ahora, el único liderazgo que tienen los palestinos es Hamas", afirmó a LA NACION en su casa de Ramallah.
Como la mayoría de los palestinos, Salah Abdel Jawad considera que no fue Hamas quien rompió la tregua y que Israel hizo todo lo posible para desencadenar esta guerra. Las verdaderas razones, a su juicio, hay que buscarlas más allá de "este episodio coyuntural que, finalmente, es similar a todos los que han sucedido desde 1948", fecha de la creación del Estado de Israel.
"Israel no busca simplemente destruir este o aquel movimiento político. De lo contrario ¿por qué bombardear ministerios, la universidad islámica o la escuela americana en Gaza? ¿O destruir los edificios públicos palestinos en 2002 durante la invasión de Cisjordania? Esas acciones, que imponen una violencia cotidiana hasta en los mínimos detalles, responden a un plan concertado, cuyo objetivo es que los palestinos, resignados, un día decidan partir. Ese proyecto pretende destruir no sólo la identidad política palestina, sino también la sociedad misma", dice.

-¿Pero en el caso concreto de esta guerra?

-La primera posibilidad es que los palestinos, sobre todo de Gaza, agotados de tantas bombas, privaciones y horror, terminen por volverse contra Hamas. La segunda posibilidad, y es lo que yo creo, es que Israel intenta reforzar a Hamas. Trata de alentar una situación donde no sólo la Franja de Gaza, sino también Cisjordania decidan aceptar su liderazgo. De esa forma, Israel podrá ir a ver a Barack Obama y decirle: "¿Ve usted? ¿Cómo podemos vivir rodeados de terroristas?" Así conjurarían el peligro de que el futuro presidente norteamericano sea menos cooperativo con ellos de lo que fue George W. Bush.

-Pero usted no puede creer ni por un segundo que Hamas podría ganar contra Israel...

-En el plano militar, desde luego que no. Pero, a menos que el ejército israelí aplaste hasta el último de los islamistas, Hamas saldrá de esta prueba reforzado ante todas las opiniones públicas árabes. Ya mismo, después de más de 15 días de ataques feroces de uno de los cinco ejércitos más poderosos del mundo, Hamas ha conseguido seguir disparando sus cohetes. Para los pobres pueblos sometidos, esto es una auténtica proeza.

-Israel afirma que los combatientes de Hamas comienzan a desertar.

-No es verdad. ¿Para hacer qué? Déjeme decirle algo. Nuestro pueblo (y los militantes de Hamas son palestinos nacidos en Gaza) está tan desesperado por la injusticia que no le importa morir. Usted me dirá: hay gente desesperada que no se pone a lanzar cohetes. Es verdad, pero hay gente que decide luchar o convertirse en kamikaze. Eso es lo que sucede hoy. Gran parte de nuestro pueblo ha dejado de temerle a la muerte. Todos esos ataques lo han dotado de un sistema inmunitario que le permitirá ir hasta el final. Eso es lo que Israel no consigue comprender.

-Es difícil creer que, tratándose de su seguridad, Israel no sea capaz de analizar todas las posibilidades.

-La historia demuestra que las guerras no se pierden por cuestiones técnicas, sino cuando los pueblos o los regímenes son cautivos de un concepto. Israel es prisionero de la convicción de que los árabes son indígenas que sólo comprenden el lenguaje de la fuerza. A pesar de que tienen el mejor servicio de inteligencia del mundo, no han sido capaces de comprender que los gazatíes, porque son prisioneros desde hace años, no tienen nada que perder.

-¿El retiro israelí de Gaza en 2005 no fue un gesto de buena voluntad?
-En aquel momento, yo pensaba que Hamas debía cesar todas sus acciones para que construyéramos en Gaza un modelo destinado a alentar a los israelíes a aceptar el camino de la paz. Pero Israel se puso a asesinar a responsables de Jihad Islámica en Cisjordania. Lógicamente, los miembros de esa organización en Gaza no tardaron en responder.

-Pero usted es un laico, moderado, ¿no le preocupa que su pueblo sea gobernado por un grupo islamista radical?

-Yo no creo que Hamas sea un grave peligro. Es verdad que están demasiado cerca de Irán y de Siria, pero ¿qué otra cosa pueden hacer? Nadie imagina el pragmatismo de sus líderes. Los israelíes se hacen falsas ilusiones sobre el derrocamiento de Hamas por parte de la población. Si tan siquiera se detuvieran un segundo a pensar en las condiciones terribles de humillación en que vive mi pueblo, cambiarían de estrategia. En Sudáfrica, durante el apartheid , los negros no podían bañarse en el mar junto con los blancos, pero tenían una playa que podían usar. Nosotros ni siquiera tenemos derecho a eso. Encerrado aquí en Ramallah, hace 15 años que no veo el mar. Los israelíes tienen todas las opciones. Nosotros, ni siquiera tenemos el permiso de sentarnos en un rincón de la tierra a mirar el mar. "

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