miércoles, 7 de enero de 2009

VAMOS AL MONTE








Acabo de rever un documental titulado “Vamos al Monte”, realizado en forma simple, desde arriba de una moto y con una càmara en mano. Trata del avance de la frontera agrícola en “El Impenetrable” Chaqueño (o en su representación regional: El Gran Chaco Americano) al que presenta como la Segunda Masa Forestal de Amèrica del Sur, después del Amazonas.

El video descarna el negocio de la soja en tierras no aptas para ese cultivo y pronostica como etapa posterior y de no mediar polìticas pùblicas de protecciòn; “en el final estarà el desierto”.

Un biòlogo, de apellido Montenegro-oriundo de esa zona- es quien le da sustento teòrico a la investigación que por momentos parece demasiado cargada de voluntarismo, pero que cumple con el objetivo que se propone y ademàs-esto se nota claramente- està realizada con bajo presupuesto.

Montenegro define al “Impenetrable” como una “fàbrica de suelo, fàbrica de clima y fàbrica de agua” y da las explicaciones pertinentes. Solo en su forma boscosa, ese territorio se reciclarà en suelo fértil, sòlo asì podrà garantizar climas adecuados y no abrasadores y finalmente podrà tambièn escaparle a las prolongadas sequìas de las que ha sido vìctimas en los ùltimos años. El bosque es todo esto: clima, suelo, agua, pero cuando no està, cuanfo falta, todo “eso” està en riesgo. Los testimonios de los entrevistados, dan cuenta de la situación.

La parte que mas me impactò del documental, fue el proceso de “descabezamiento” del monte; sistemàtica, siempre igual, premeditada, conciente.
Primero los àrboles de mas valor (quebrachos y lapachos) : de mas de 30 metros de alto, luego quedaràn los àrboles de leña y carbòn (un bosque intermedio que ya perdiò 15 metros de altura) , por lo que es sometido a una nueva y salvaje extracción.

Y en el final, cuando ya solo queda una cubierta de arbustos, aparecen las màquinas, las topadoras que “liberan” totalmente la tierra, dejando el suelo “desnudo”, listo para la agricultura, listo para la soja.

Son precisamente los productores de la pampa hùmeda quienes han encabezado esta cruzada en tierras Chaqueñas, los que con formas de pensar y producir de nuestros lugares, trasladan esta lògica a lugares no aptos. Esto es el “avance de la frontera agrícola”, que aùn hoy no se detiene. ¿Què los moviliza?. El negocio. La tierra tiene escaso valor, se puede comprar barato y se pueden obtener cosechas aceptables a la inversiòn durante unos 10 a 15 años. Pero en el final…inexorablemente “estarà el desierto”.

Al documental lo encontrè en la ciudad de La Plata a muy bajo precio, logrando con èl, complementar una mirada que ya tenìa pero ahora se “encarnò” con imàgenes que muestran la depredaciòn de la naturaleza y la presiòn econòmica existente sobre una tierra que deberìa ser protegida celosamente.

De alguna manera tambièn en mis pagos, Tres Lomas, estamos sufriendo el avance de la frontera agrícola-sojera , por lo que hemos pasado de ser un distrito caracterizado por lo “mixto” de sus producciones: agricultura, ganaderìa, tambo, cerdos, etc, a uno donde la tendencia a la soja parece irreversible.

No tenemos el monte Chaqueño, pero tenemos que ser concientes que tampoco somos de la subregiòn bonaerense caracterizada por la “tierra negra”, propia del norte de la provincia de Buenos Aires. Pertenecemos al Oeste Arenoso y eso nos presenta como un lugar con tierras buenas, pero de las que no hay que abusar, porque la capacidad de respuesta y de sustentabilidad de las mismas es mucho mas frágil.

De alguna manera, siempre se puede encontrar una referencia al lugar propio, solo hay que conocer el idioma en que esto se manifiesta y establecer las relaciones posibles. Entre nosotros no estarà “en el final el desierto”, pero no tengo dudas que de persistir esta firme tendencia, nuestro sistema productivo serà mucho menos heterogèneo y por lo tanto, muchisimo mas dèbil.

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