lunes, 9 de marzo de 2009

CERTEZAS Y DUDAS DOCENTES: LA BUENA PELICULA














7,40 de la mañana, comienzo de clases en el Nivel Medio. Bajo del auto con el cosquilleo propio del docente que va a conocer un grupo nuevo.
Ningún profesor , por mas años que tenga frente a curso, podrà decir, que ese primer dìa no es algo especial, es un cosquilleo intenso que lo mantiene a uno con la adrenalina a flor de piel y que recièn liberarà al momento del màgico: “Hola chicos, buen dìa " y las palabras ocupen el lugar central.

Pero tambièn pasa ante cualquier hora que uno debe compartir junto a los adolescentes, cualquiera sea la materia que se dè , si uno preparò su clase, si tiene expectativas respecto a lo esperable de los alumnos y de su propia intervención, sentirà, inexorablemente ese cosquilleo, no existe el “oficio àulico” que pueda evitarlo.

Pero vuelvo al principio. Primera hora de clase y a punto de entrar. La materia se llama “Derechos Humanos y Ciudadanìa”, hay bullicio, sano ruido adolescente, de hormonas que explotan y cuerpos que todavía no se dominan del todo.
Entro, algunos bancos se corren para acomodarse mejor, el chirrido molesta y algunos se toman los dientes. Los saludo y me presento, algunos ya me conocen, otros me descubren. Los hago presentar, algunos ya los conozco, a otros tambièn los descubro y en algunos casos los redescubro (se me habìan "despintado" como se dice en los pueblos)
Es en sì mismo un buen momento, el acto de “descubrirse”, alumnos, docentes, contenidos; quizàs la gran tarea de la educación.
Sin mas, escribo una frase en el pizarròn. Es de una canciòn de Violeta Parra. Dice asì: “Mujer si te han crecido las ideas, de ti van a decir cosas muy feas”. Intento la cercanìa del Dia Internacional de la Mujer y su abundante tratamiento en los medios de comunicaciòn para generar un intercambio, que considero es otra forma de presentarse, menos formal y mucho mas intensa, los "valores" comienzan a atravesarnos, inexorablemente.

Pido opiniones acerca de la frase, es un problema que les planteo , dar una opinión es un problema. Son varios los que se atreven, tanto varones como mujeres. Da comienzo el intercambio que por momentos constituye un verdadero "cruce" de palabras, algunas con fundamento teòrico que forma parte de sus contenidos previos, otras mas cargadas de datos e informaciòn mediàtica y algunas màs "de opiniòn" momentànea y circunstancial, todas muy valiosas. La frase cumple su objetivo y pone en juego la carga valorativa de los chicos, se puede decir tanto desde allì.
Percibo en el fragor del intercambio y como facilitador del momento que el curso es bueno, precisamente porque es heterogeneo, escucho opiniones de las mas diversas, tantas como chicos se animaron a hablar , son las distintas maneras de “ver” e “interpretar” el mundo que se ponen a consideración de “los otros”. Intento valorarlas a todas, que puedan expresarse, que puedan fundamentarse, que puedan decirse y quizàs la mas difícil: que puedan escucharse.

El timbre me sorprende en pleno intercambio. Perdì el norte del horario, no realicè el “cierre” que habìa planeado, pero siento que enriquecì el desarrollo. Siento que esta primer clase fue una “buena película” y que no hubo “zapping” mental de los alumnos. Sè que no siempre me pasa, sè que como docente debo interrogarme acerca de estos buenos momentos para tenerlos en cuenta cuando vengan los malos.
Se tambièn que todos los docentes nos tenemos que preguntar acerca de nuestra relaciòn con el mundo adolescente, un mundo de transformaciones y nuevas tecnologías, de velocidades abismales y de imàgenes que casi no se pueden procesar mentalmente, sè que la escuela se ha quedado estàtica y que debe moverse, sin desesperación por igualar otros ritmos, pero conciente que es con otra concepción donde nos vamos a poder entender con los alumnos, sin que esto implique negar la especificidad de nuestra tarea.

Veo mas claramente que nunca, que un aula es como el momento previo al inicio de una pelìcula y que el orden necesario para la enseñanza y el aprendizaje, no surgirà previamente, sino por la tarea misma que propongamos como docentes y el lugar que les otorguemos a la palabra de los chicos. En ese sentido, nuestras clases deben ser "buenas pelìculas". Ojalà podamos avanzar en este camino todos juntos: instituciones abiertas y permeables a la comunidad, docentes comprometidos y concientes de su tarea y alumnos participativos, futuros ciudadanos crìticos que construyan una patria mejor.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

"la tarea que proponemos,,y el lugar que se le otorga a la palabra de los chicos" que bueno pensar en lo que proponemos y dejarlos hablar ...Me encanto tu primar día de clase me hizo acordar a tantos que han pasado en mis 23 años de docente...muy hermoso...enriquecedor...y para reflexionar...

Anónimo dijo...
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