viernes, 20 de marzo de 2009

"YA NO SOS MI MARGARITA, AHORA TE LLAMAN MARGOT"










La histeria militante de la patronal agraria , ante el anuncio de la presidenta de la naciòn, con motivo de la coparticipaciòn de las retenciones, contrasta notablemente con la momificaciòn que sufrieron durante los 90.
Mientras en aquella segunda dècada infame, se producìa el mayor nùmero de desapariciones de pequeñas propiedades dedicadas a la agricultura familiar, se hipotecaban miles de hectáreas y las deudas corroìan al sector, esta misma patronal se sometiò-por supuesto que con distinta suerte-a lo que “el mercado” dijera.
Por eso la dècada del 90 fue el momento donde se produjeron los mayores cambios en la estructura agraria del paìs, aunque no los deseables.

Las unidades de producción que desaparecieron-lisa y llanamente-fueron 82 mil , y mas del 75 % de esos establecimientos tenìa menos de 100 hectàreas, es decir agricultores familiares (producción diversificada, trabajo familiar, estadìa en el propio campo)
En la otra punta, para las escalas superiores a las 500 hectàreas no se modificò el nùmero de unidades de producción en el paìs.

Es tambièn llamativo identificar la localizaciòn geogràfica de ese 75% menor de 100 hectàreas: es decir un total de 63 mil unidades productivas, mas de la mitad de ellas ubicadas en las provincias de la Pampa Hùmeda (Sur de Santa Fè, Sur de Còrdoba, Provincia de Buenos Aires, Este de La Pampa, Sur de Entre Rìos), o sea en las mismas provincias donde hoy la “histeria militante” toma forma de piquete, tira las puas y corta las rutas.

En aquella dècada-nobleza obliga- solamente la Federación Agraria Argentina, tuvo posiciones concretas de denuncia a la concentración de tierras que se estaba llevando a cabo, pero nada dijeron los beneficiarios de ellas: Sociedad Rural Argentina y Confederaciones Rurales Argentinas (es que fueron los compradores de los predios que desaparecieron). Sin embargo hoy estàn juntos.

Lo mismo sucede con Coninagro. La crisis de la organización agraria en aquella dècada, desmembrò pequeñas localidades rurales, estrechamente vinculadas con la producción agropecuaria y se manifestò con la eliminación de distintos servicios que anteriormente habìan dinamizado su crecimiento (el ejemplo mas claro son los ferrocarriles). Pero ademàs, otras organizaciones se vieron diezmadas por esa lògica , por ejemplo la extensa red de cooperativas agrarias que se diseminaba-otra vez- por la regiòn mas rica del paìs: la Pampa Humeda.
Sin embargo, tambièn Coninagro, està plegada a la demanda de la voraz Mesa de Enlace.

Como resultado de este proceso el espacio rural de nuestra zona quedò fragmentado, se redujo a lo exclusivamente productivo, montado en un paquete tecnològico al que solo unos pocos accedìan, mientra “la gente” lo abandonaba y se profundizaba la “taperizaciòn” el medio.

Algo està mal y aquella dècada de los 90 nos lo recuerda. El peso de la historia, sin duda, ocuparà un lugar en la memoria de los pequeños productores que pudieron escapar de la dinàmica concentradora, aunque a esta altura, esto ya no se puede esperar de los dirigentes mas representativos de ese sector.

Conocì a Buzzi personalmente en una charla organizada por la Cooperativa Agropecuaria del lugar y su sede federada, fue en el Club Deportivo Garrè (un pueblito de 1000 habitantes), ubicado a la vera de la ruta nacional 33 (une los puertos de Rosario y Bahìa Blanca) era el 2007 y nada indicaba este desenlace. Fuimos con otros docentes y alumnos de una Escuela Agropecuaria a escuchar a este líder de la Federación Agraria .
Ese dìa denunciò con lucidez, la concentración de tierras en nuestro paìs , hablò de colonización, de regulación del mercado por parte del estado, de agricultura familiar, de la agresiva “sojizaciòn” de nuestra regiòn, y de un plan propio que estaban promocionando, se llamaba “Plan Arraigo”.
Daba gusto escucharlo. Cuando la charla terminò, èl se quedò conmigo y los chicos, prolongando el momento en un “mano a mano” de estos temas. Hoy no se parece en nada al que conocì y eso me entristece mucho.
Marco la contradicción, de hace apenas 2 años atràs, no para solo “entristecerme”, sino para ser justos con Buzzi: èl no es el mismo. Biolcatti y Llambìas sì.

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