A MONTOYA SE LO DEFENDIA PAGANDO LOS IMPUESTOS

“Es inadmisible que la negativa a acatar la orden impartida desde el Gobierno termine costàndole el puesto a un funcionario correcto”. La frase pertenece al presidente de la Sociedad Rural Argentina, Hugo Biolcatti y fue publicada en página 10 (con foto y lugar destacado) en el diario Clarín de hoy Domingo 19 de Abril.

Todo sirve a la hora de golpear al gobierno, hasta las declaraciones del representante del sector mas evasor de la Repùblica Argentina.
Según se desprendió de los organismos de recaudación de la provincia de Buenos Aires (ARBA, a cargo hasta hace unos días de Santiago Montoya) y de la Nación (AFIP , a cargo de Alberto Abad), en Marzo de 2008, sobre 8000 propiedades rurales, seguidas y fiscalizadas a través de imágenes satelitales, ubicadas todas ellas en la zona sojera por excelencia (Norte Pcia de Bs As, Sur de Santa Fé, Sur de Córdoba ), casi un 70 % de ellas no declararon actividad económica alguna ni pagaron Ingresos Brutos.

Mas específicamente en territorio bonaerense, en su momento Santiago Montoya realizó una estimación sobre la evasión agrícola de la Provincia de Buenos Aires en su conjunto, ubicándola en el orden de los 1000 millones de pesos, recibiendo siempre el desaire y hostigamiento de esa patronal agraria.

Pero justamente son los mas grandes, los que mas evaden, es decir, aquellos que Biolcatti representa.
El “Operativo Granos” que la AFIP realizó en 2007, descubrió cerca de 4600 empresas “fantasmas” que operaban con granos (a través de una triquiñuela engañan al fisco y evaden impuestos). En ese momento la AFIP hizo embargos a morosos por 10 millones de pesos y al interrumpir el “modus operandi” evitó una evasión del IVA de 80 millones de pesos a la Nación Argentina y de 320 millones de pesos en impuestos a las ganancias.

¿Cómo no va a clamar Biolcatti por eliminar las retenciones y que el gobierno cobre el impuesto a las ganancias? . Ellos son los que mas saben de negreo impositivo, es más, los contadores se especializan en la temática y si alguno osara actuar éticamente, pues no tendría mas trabajo de los ruralistas mas poderosos. En cualquier pueblo del interior de la provincia sabemos que esto es así, pero no es “conveniente” decirlo.

Pero el capítulo mas vergonzante de la evasión en el campo, lo muestra con claridad el Registro Nacional de Trabajadores Rurales y Estibadores (RENATRE), contabilizando cerca de 1.250.000 trabajadores rurales totales en la Argentina, de los cuales solo 300.000 estan “en blanco” y con un salario de hambre (no llegan a los 1.400 pesos de bolsillo).

En nuestra región, el peón rural, trabaja él y toda su familia y en el mejor de los casos, algún “patrón bueno” permite algunas gallinas, un cerdo para carnear en invierno o algún potro para amansar y vender, pero otros “no dejan tener nada”.
Esto se dió en el pasado y también en el momento de renta extraordinaria, no importó cuánto ganaba la patronal, el peón siempre estuvo explotado y “en negro”, es decir, el estado también fue defraudado en este caso.

Por eso debieran sorprendernos las declaraciones de Biolcatti, porque detrás de sus palabras de condolencias con Montoya, se oculta el verdadero monstruo evasor, el que antes puteaba al “recaudador confiscatorio”, ahora dice que es un “buen funcionario”. El doble discurso de la derecha rural en su momento de mayor impunidad.

La Sociedad Rural Argentina y su presidente son patéticos: No solo se han beneficiado históricamente con la injusta tenencia de la tierra, sino que en la actualidad han acumulado de la mano de una renta que no quieren compartir con el Estado y que ha tomado forma de “silo bolsa”. Las condiciones favorables en el mercado externo, las trampas del sistema inventadas y promovidas por ellos para no pagar impuestos y la pérfida explotación de los peones rurales, son sus rostros verdaderos, el resto es maquillaje para engañar a los confundidos.

Montoya, realmente ha sido un buen funcionario y somos muchos los que nos dio bronca su alejamiento. No necesita de este “defensor”, porque asume forma de burla política. A Montoya se lo defendía pagando los impuestos. Justo lo que los suyos no quieren hacer, don Hugo.