domingo, 10 de mayo de 2009

COSAS DE PUEBLO: CAZAR PAJARITOS

























Hoy llevé a mi hijo de 9 años a cazar pajaritos, tal como yo lo hacía a su edad. Si bien tiene ya un tiempo de “honda” o “gomera” como la llaman en las ciudades, esta vez fue con un aire comprimido 5 y ½ de orígen chino, que quedó arrumbado de aquellas épocas.



Fuimos con un sobrino, de su misma edad, a un monte cercano al pueblo, poblado de tordos, espantados de todos lados, especialmente de las plazas de nuestra región, ya que hacen desastres con sus “deposiciones” (cagan absolutamente todo).
Los tordos ponen sus huevos en nidos ajenos y se multiplican-por esa causa- a una velocidad increíble, formando verdaderas bandadas que pueden alcanzar al centenar posados en un solo árbol.



Pues bien este era el panorama, dos borreguitos de 9 años, con un grandote que disfrutaba viendo como los pibes se acercaban a los árboles, poblados de esos pájaros y con sus comprimidos intentaban la hazaña de acertar.
Con el estruendo los tordos vuelan todos juntos, los machos negros y las hembras marrones, forman un nubarrón “sepia” que encuentra, precisamente en la bandada, su propia protección, hasta que dos minutos después se vuelven a posar y los pibes volvían a tirar con su espíritu aventurero a flor de piel.



Finalmente pudieron cazar uno cada uno y los vi felices venir hacia donde yo estaba a mostrar sus trofeos. ¿Matar un pájaro, cual es la gracia?, diría con razón cualquier conservacionista y casi tendría razón. Y agregaría, aún si escucharan una explicación, que “son las contradicciones típicas de los cazadores deportivos, que pueden seguir siendolos y declararse al mismo tiempo protectores de la fauna”.

La tarde me permitió charlar algunas cuestiones sobre la naturaleza de nuestra zona y su fauna. Les conté que antes había guanacos y ñandúes por doquier y que el pastizal pampeano era la flora local, que muchos de los pájaros que hoy vemos no son autóctonos, tampoco la liebre porque es "Europea", reemplazante de la nuestra, la "mara" o "patagónica". Les señalé todos los pájaros que vimos: horneros, calandrias, palomas caseras, monteras, torcazas, tortolas, pajaros carpinteros, chimangos, churrinches, ratitas y hasta un cabecita negra. Los ojos grandes y la mente despierta para aprender a distinguirlos: en su vuelo, en su porte, en su canto. Sutilezas que distinguen ante una mirada atenta, pero que hay que saber ver.


Ante su insistencia en querer seguir cazando para atrapar otras presas, me apoyé en el filósofo español Ortega y Gasset y en lenguaje de niño, traduje lo que él definía así: "Lo importante no es cazar, sino estar cazando", haciendo del proceso, del contacto con la naturaleza y de ese "baño de humanidad" que significa superar los obstáculos de la situación, la verdadera esencia de la cacería. No se es un cazador siendo un "matador". Son cosas distintas. Me gustó explicarles. No se si entendieron bien. Veremos.


Podría ahondar en este tema, pero prefiero simplemente decir que hoy mi hijo y su primo cazaron un tordo y que yo-al igual que ellos- lo disfruté mucho. Después tomamos mate, comimos paté con criollitas, planeamos futuros campamentos con fogones incluidos, nos sacamos las rosetas que en esta época abundan y finalmente les saqué esta foto.

3 comentarios:

Unknown dijo...

claro... y le quitaron la vida a dos indefensos animalitos????

dejame de joder, más allá de la vuelta que querés dar para explicar lo inexplicable.-

patético e impresentable, tu salida dominguera, podrías haber disfrutado lo mismo junto a tu hijo y tu sobrino, transmitiéndosle tus conocimientos de la fauna y flora autóctona.-

tenes que enseñarles a los chicos... a no usar armas.. ya sean gomeras o rifles o cualquier elemento que sirva para matar.-

estamos viviendo una etapa mundial donde el lema es la no violencia y vos te pones a boludiar con dos pequeños transmitiéndoles justamente el mensaje contrario al discurso que en la actualidad se esta difundiendo.-

PRESERVAR LA VIDA DE TODO SER VIVIENTE es lo superior.-

sabés?... imagino una situación.. un cambio de roles.... donde algo o alguien te persiga y observe a vos con la misma intención que uds lo hicieron con las pájaros.... que dirias en ese caso?

GUILLERMO DONARI dijo...

Estimado “Nunca”. Sabía que llegarías y me alegro. Tu típico ecologismo boludo, que surge al comentario de “dos tordos cazados” , me permite otros comentarios. . Seguro que no tenés la misma posición con todo nuestro ecosistema pampeano, ni con los seres humanos que viven en èl, es típico eso. Tìpico de vieja rica de barrio Norte o Recoleta, que peina a su gato en un spa para animales y mira para otro lado con los que duermen en la calle o le calienta nada la extinción de muchas especies producto de fumigaciones aberrantes. La violencia no transita un solo carril y no defiendo ninguna “carrera armamentista”, sino que intento mirarla como un sistema que la genera. ¿Te has percatado de eso? ¿O estás muy entretenido con tu canario?
En la historia Argentina, la inmensa mayoría de nuestros gobernantes ha mantenido una inexplicable desaprensiòn en lo que se refiere a su flora y especialmente a su fauna. No tan notoria en sus leyes sino en el aparente desinterés en su cumplimiento y la incapacidad administrativa de este recurso (la fauna que se vende ilegalmente nos coloca como uno de los paises mas vulnerables, la vendemos para zoologicos o para que algún particular goce de ella en su casa. ¿Tenés un lorito ilegal “Nunca”?)
La intensa explotación agrícola, la tala de bosques, la desertización de los campos, inciden mucho mas que cualquier tipo de cacería, para que un tétrico panorama amenace a nuestro país en los años venideros en materia de fauna autóctona o artificial.
¿A vos te molestaron los dos pibes cazando tordos y que yo la haya pasado bien con ellos?. Lo siento mucho. No puedo hacer nada al respecto. Lo que me gustaría es ver esa misma “indignación” tuya con los insecticidas aéreos que caen prácticamente sobre nuestro pueblo, en los lìmites de las escuelitas rurales y por supuesto en los sembrados, matando biodiversidad como pocos cazadores inescrupulosos lo harían. Nada decís de las múltiples fumigadoras automotrices que están estacionadas en pleno pueblo chorreando líquido venenoso (cerquita de tu casa seguro habrá alguna) .Pero claro…”ojos que no ven…” y vos miraste solo lo que yo con mi nota te puse por delante, solo lo que es obvio. Intentá correr ese velo, interrogá el ambiente natural y social con otros ojos, con los ojos de la indagación y la pregunta, superadora de tu posición ecologista de cuarta categoría. Animate a hacerlo y verás que entenderás a quienes cazan sin depredar (hay leyes que lo permiten “Nunca”, incluso el Còdigo Rural de nuestra provincia)
Te repito, estamos echando al aire sustancias nocivas causando daños irreparables (para siempre) provocando muerte masiva, estamos exigiendo a la naturaleza un paso muy rápido y si no ponemos freno a esto llegaremos a una tremenda situación para los animales, las plantas y la raza humana . Aparte del instinto reproductor, el de la caza es uno de los mas importantes y básicamente el hombre seguirá siendo cazador (hay que enseñar a ser uno bueno y eso no significa “tener puntería”) . En las condiciones actuales, el hecho de ser cazador responsable, implica-en esta Argentina depredada por la lógica económica- devolver de una forma u otra lo tomado a la naturaleza (lo que no hacen los pooles de siembra por ejemplo). Ningún país podrá soportar grandes matanzas de su fauna sin tener que reponerla y esto es manejarla planificada y científicamente. Por eso el cazador de hoy tiene que autolimitarse, pues si no administra lo que quiere cazar, se quedará sin nada para cazar y las generaciones venideras no podrán hacerlo. Se llama “manejo sustentable de la fauna”. El cazador conciente debe tener conocimientos de ciencias naturales, de las especies de su zona, de ecología en general, de la cría, de los predadores naturales y artificiales y por supuesto de sus efectos. ¿Comiste alguna perdiz o liebre alguna vez en tu vida “Nunca” o siempre fue el “bife de chorizo” que viene de la vaca? (De la vaca “Nunca”. ¡Que feo¡. ¿O sos vegetariano?. De la vaca, a la que matan con un martillo neumático y deguellan aún conciente. ¿Dónde queda la defensa tuya de esa vida?. ¿Sabés dónde? . En tu panza, porque te morfas el bife calladito )
Comparto el tema de la NO VIOLENCIA y también que hay que enseñarle a los chicos lo complejo de esta trama, sin simplificaciones. Lo que me diferencia de vos, es que tus vestiduras se rasgaron con los “dos tordos”, seguramente mientras admirabas tu caniche blanco domesticado. Yo intento pensarla integralmente y sin dudas será el Proyecto de Nación Sustentable y las condiciones de Justicia Social las que consoliden en nuestro país, una PAZ DURADERA , y un AMBIENTE SIN DEGRADAR, con o sin cazadores.
¡Ah¡. No se dice “boludiar”, sino “boludear”. Se te escapó una “i”. Deberías cazarla. Aunque quizás “nunca” la alcances.

Anónimo dijo...

El preopinante NUNCA se crió dentro de una burbuja. Me da la impresión que no es de pueblo o hace poco que está por acá. En los pueblos como el nuestro siempre se cazaron pajaros. Recuerdo a algunas personas que cuando yo era chico nos pedían que les matemos las palomas que anidaban en los cielorrasos o los gorriones en las casas de ladrillo sin revocar (especialmente me acuerdo de La Favorita). Un poco exagerado el muchacho este. Hoy muchos chicos se crían sin saber lo que es una honda, sin contacto con los árboles, sin saber trepar un alambrado y viven sentados en la computadora con juegos donde lo que matan son personas. Eso es mas peligroso, es mas sano lo de antes.