domingo, 31 de mayo de 2009

LA TAREA ES ACA ABAJO, NO ARRIBA.



El diario Clarín de hoy domingo 31 de Mayo de 2009, titula en su página 40: “COMIENZA LA GRAN AVENTURA ESPACIAL DE BUSCAR OTRO PLANETA COMO LA TIERRA”, la llamada “Misión Kepler” hace 2 meses que busca a “Tierra 2”.

Mas adelante aparece el reclamo: “Si bien no hay motivos para alarmarse, en su informe anual la ONG ecologista World Wildlife Found, advierte que de continuar con el ritmo al que se consumen los recursos actualmente, para el año 2030 se estaría necesitando otro planeta. Es que la huella ecológica que imprime la humanidad sobre la meteria no renovable de la Tierra, supera en un 30 por ciento su capacidad de regeneración”
El copete de la noticia sintetiza: “El objetivo es hallar un sitio habitable para que la humanidad pueda colonizarlo”.

Este reclamo no es nuevo, pero sí la búsqueda recientemente iniciada por la NASA.
Se sabe que la continuidad de la especie humana sobre la superficie del planeta está indisolublemente ligada a la estabilidad de los ambientes naturales. Y si bien es alentador que el interés por la ecología se haya generalizado, incluso en el Sistema Educativo, iniciando un cambio de conciencia individual y colectiva, aún el poder del dinero no ha dejado que se traduzca en hechos concretos. Durante el Siglo XX y lo que va del actual, la capacidad del ser humano para modificar su entorno se ha multiplicado, destruyendo bosques, convirtiendo mares en charcos, envenenando el aire y almacenando una capacidad nuclear capaz de destruir varias veces la población del mundo.

Algunos hombres de algunos países han corrido con demasiada prisa en pos del espejismo que confunde bienestar con consumo y no se han detenido a preguntarse por el sentido de esta carrera.
El resto del mundo ha visto que quienes mas contaminan (con Estados Unidos a la cabeza) se niegan a “cambiar su forma de vida”, pese a las distintas “Cumbres de la Tierra” que vuelcan en papel lo que en la realidad no se aplica.
De hecho, son los países desarrollados, los que han apelado en distintas oportunidades a señalar el control de la natalidad en países dependientes, como la solución para no incrementar el uso de los recursos en el mundo, sin embargo no estan dispuestos a reducir sus altos índices de consumo, para dejar al mundo “respirar” y ofrecerles a los países pobres la oportunidad de elevar sus propios niveles de vida.

No hay demasiado tiempo (todas las organizaciones ecologistas así lo señalan) para cambiar el ritmo de producción y de consumo.
Allí debieran aplicarse los esfuerzos de los países poderosos, pero parece que no será así.
La búsqueda de una “nueva tierra” es la respuesta irracional que el capitalismo concentrado encuentra para lo que está destruyendo, pero todo indica que aún en el caso de tener éxito, será la salvación para unos pocos, precisamente lo contrario de lo que la humanidad necesita. El espacio será escrutado buscando una nueva tierra, lo hace el país mas consumista y contaminador del mundo. El mensaje es claro: NO PENSAMOS CAMBIAR.

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