CONFESION DE UN ROBO: "LA HISTORIA ES UNA PUTA"

Villa Ventana está a 12 km de Sierra de la Ventana, es un pequeño valle entre sierras, muy arbolado, poblado de cabañas, nuevas y de viejos pobladores, una mezcla interesante. En este final de Julio nevó como nunca antes , y ese “tajo” de bosque , rodeado por un arroyo paradisíaco se convirtió en un pequeño freezer natural. La cabaña era cómoda, típica, con entrepiso para cama matrimonial y los dos pibes que acompañaron abajo: los dueños de la tele.



Cuando llega la noche, la gente se “guarda” y las cocinas, salamandras y hogares, comienzan a blanquear el cielo con su estela, garantía de un calor distinto, ni mejor ni peor, solo distinto.
A esa hora me atacaba una especie de comezón de banda ancha , sin internet, sin blog y encima no había llevado ningún libro y los diarios no son fáciles de conseguir, salvo que uno se traslade y uno en esos lugares, lo que menos tiene ganas de hacer es eso, trasladarse.
Así que revisé con fruición la cabaña de nuestra amiga común; “Clarisa tiene que haber dejado algo para leer por acá, o Claudio su esposo” – pensé- sus perfiles indican eso, algo debian haber guardado para ocasiones como esa.
Y así fue, no fue simple encontrar el lugar, en una repisita de la cocina me encontre con “la biblioteca”, nunca me pareció tan completa.



De todo un poco: las infaltables “Selecciones” para un público variado; “El grupo de los 8 contra la corrupción. La Carpa de Alí Baba” para recordar los pocos progresistas del momento ; “Mirada de Narradores y Poetas de Mar del Plata” y “Romancero Gitano” para las almas que suspiran ; “Extos para Pensar la Realidad. Adonde se fueron todos” para una intelectualidad sin definición precisa; “Bioética, Aborto y Eutanasia” para quien sabe quien; “Locuras de Isidoro: Un fraile sorpresa” creo que para el padre Grassi; un Corin Tellado “Has jugado con Fuego” para los que aún nos quemamos ; “El patito feo” para los muy chiquitos; y pegadito a él una respuesta política al título anterior: “Menem. La Vida Privada” de Olga Wornat. En el final dos libros que me tuvieron en duda: el primero se llama “Conspiración en la Red. Detectives de Internet”; el otro es un clásico que no había leído: “La Novela de Perón” de Tomas Eloy Martinez.


Elegí el último y me fascinó. Pero primero lo primero. Debo confesar antes de seguir.
Nobleza obliga, me he robado el libro , porque no lo terminé y las cincuenta hojas que quedaban, bien valían la maniobra planificada para que el volúmen viajara a Tres Lomas y lejos de los anaqueles con saquitos de té y cucharitas.
Cuando sus dueños visiten estos pagos , lo devolveré como corresponde y serán recompensados con algunas cervezas.
Aunque pensandolo bien, dicen que un libro no es del que lo escribe o lo compra, sino del que lo lee. ¿Lo leyeron?. Si la respuesta es no, ni se les ocurra reclamarlo.






Comparto-ahora sí- un párrafo del libro de Tomás Eloy Martinez con los lectores del blog , es un diálogo imaginario ocurrido en España entre José López Rega y Juan Domingo Perón. Están hablando del golpe a Hipólito Yrigoyen.
Arranca “lopecito” : “ Por un lado usted dice que fue de los primeros en unirse al golpe. Por el otro, no queda en claro si fue revolucionario por voluntad o por casualidad, si el presidente Yrigoyen le merecía compasión o respeto. He sabido también que Martinez amenaza con publicar una foto que le tomaron a usted el 6 de setiembre de 1930, llegando a la Casa de Gobierno en el estribo del auto de Uriburu, con sonrisa de triunfo. Martinez no es problema. Le damos un buen susto y se acabó. Los documentos se borran, se destruyen. Eso no me preocupa. Lo que quiero es que elija una sola versión para los hechos. Una sola: la que fuere.
Ahora el General suelta la carcajada. Tranquilícese, hombre. ¿Eso es todo?. Vea como son las cosas. Si he vuelto a ser protagonista de la historia una y otra vez, fue porque me contradije. Ha oído ya la estrategia de Schlieffen. Hay que cambiar de planes varias veces al día y sacarlos de a uno, cuando nos hacen falta. ¿La patria socialista? Yo la he inventado. ¿La patria conservadora? Yo la mantengo viva. Tengo que soplar para todos lados, como el gallo de la veleta. Y no retractarme nunca, sino ir sumando frases. La que hoy nos parece impropia puede servirnos mañana. Barro y oro, barro y oro…Usted sabe bien que yo no digo malas palabras, pero para la historia no hay sino una. La historia es una puta, López. Siempre se va con el que paga mejor”