viernes, 17 de julio de 2009

"GORILETI" Y LA LUCHA INCONCLUSA

Los periodistas le preguntan a Hugo Chávez por el presidente de facto de Honduras, Micheletti y el genial Venezolano responde: “Gorileti va a ir a parar al basurero de la historia. Zelaya vuelve…anótalo”.
En sí misma la frase encierra algo más que voluntarismo y frescura. Es una frase que –pronunciada en ese lugar- tiene profundo anclaje histórico.



Es que se estaba celebrando en La Paz el primer grito libertario de la hermana Bolivia y esto no es ajeno al resto de América Latina y su suerte; pasada y presente.


El 19 de Abril de 1810 fue Caracas; el 25 de Mayo de ese mismo año fue Buenos Aires; el 20 de Julio fue Bogotá; el 2 de Agosto en Quito; el 16 de Setiembre fue Mexico; el 18 de Setiembre en Santiago. Todas revoluciones, entre ellas la nuestra.



Pero casi un año antes, en 1809, habián sido Chuquisaca y La Paz, los lugares donde estallaron movimientos revolucionarios, que si bien fueron sofocados por los Españoles, constituyeron la mecha misma de los acontecimientos futuros. Allí donde el Régimen de explotación Español había llegado hasta las entrañas de la tierra, allí mismo se incendió esta parte de América.



Solo una de todas estas revoluciones permaneció sin ser derrotada; la nuestra, la de Buenos Aires, el resto debió ceder ante la represión realista y comenzar el proceso nuevamente. Nosotros permanecimos, una especie de faro desde donde se esperaba una luz nueva para un continente en tinieblas. Mas adelante, San Martín desde el Sur y Simón Bolívar desde el Norte, unirán-no sin problemas y traiciones- los procesos iniciados y finalizarán una de las tareas emprendidas ; la otra, aún hoy nos encuentra en lucha.



La crisis, madurada durante más de un siglo, irrumpió en el final de la primera década del 1800, cuando coincidieron las dificultades de la Corona para continuar dominando en América, con una nueva percepción de lo español por parte de los grupos denominados “criollos”.



Estos desde hacía algunas décadas, habían comenzado a tomar conciencia de que lo proveniente de la metrópolis era algo extraño o extranjero. Estalló, entonces la violencia y comenzó el proceso revolucionario en América Latina, que en su desarrollo se fue transformando en guerras por la independencia.



Durante estas luchas, los criollos comenzaron a apropiarse del nombre que los conquistadores le habían dado al continente, llamando “nuestra América” al espacio hasta entonces colonial.
La conciencia de una América que les pertenecía, los diferenció de los españoles y otorgó sentido a la lucha contra la dominación colonial en todo el continente.



Las revoluciones de independencia produjeron un corte definitivo con el viejo orden colonial. No obstante, no significaron la constitución inmediata de un nuevo orden social: esto es la transformación central de la sociedad mediante profundos cambios de todo tipo para hacer de las mayorías el eje de los gobiernos, esto aún hoy está en juego.



El golpe de Estado en Honduras a Manuel Zelaya y el Bicentenario del grito libertario en La Paz, tuvieron como protagonistas, ayer mismo, a todos estos pueblos que hace ya 200 años, iniciaron un camino que aún no terminó de consolidarse..



Estuvieron en La Paz no solo Evo Morales como anfitrión, sino también Fernando Lugo de Paraguay, Rafael Correa de Ecuador, Hugo Chávez de Venezuela y todos los cancilleres de los países que aún se consideran “inconclusos” en cuanto al nuevo orden social, que hoy está en la agenda de todos: mayores niveles de igualdad, justicia social, inclusión, desarrollo con distribución de la riqueza generada.



Esta idea de una América Latina concebida como Patria Grande, con destino de unidad, con conciencia de la explotación histórica a la que fue sometida, con identificación clara del enemigo:“Obama es solo una parte del poder”, dijo Fernando Lugo; “Una cosa es Obama y otra es el Imperio”; deslizó Chávez; en tanto Rafael Correa proponía una nueva reunión de la OEA para que los países integrantes desconozcan cualquier elección propiciada por el régimen de facto de “Gorileti”.



Hay mucho por hacer y los antecedentes no son para distraerse, basta escuchar la denuncia concreta que Evo Morales realizó en su discurso acerca de los golpes de Estado realizados en América Latina: Bolivia 56; Guatemala 36; Perú 31; Panamá 24; Ecuador 23; Haití 16; Santo Domingo 16; Brasil 10; Chile 9; Argentina 8; Venezuela 12; Colombia 8 y Uruguay 5.
Todos ellos bendecidos por los Estados Unidos en alianza con las clases dominantes que para proteger sus privilegios nunca dudaron en interrumpir el orden democrático, donde saben que, a la larga o a la corta, su profundo egoísmo es castigado.



Argentina también está librando estas luchas, lo hace con lo que tiene y como puede, lo hace con confusiones y convicciones, lo hace con corajes y con temores, lo hace con traiciones y por supuesto también con inmensas lealtades. Es un mandato histórico, que en otras instancias se convirtió en grito y luego en largos y dolorosos silencios . Hoy adquiere forma de “susurro”. ¿Lo podremos escuchar?.

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