ES CIERTO: LA PELOTA NO SE MANCHA

La frase es de Diego y tiene su impronta. El gran diez pronunciaba en plena cancha su propia autocrítica y protegía la redonda.
Hablaba con el corazón, sin especulación alguna, hablaba de fútbol y de gambetas, de caños y sombreritos, hablaba de potrero y de la gente enamorada de este deporte.

¡¡Qué lejos de los que hoy perdieron el negocio millonario¡¡. Allí están quienes se favorecieron durante muchos años con el monopolio del negocio mediático del fútbol, amenazando con “ir por los clubes”, no solo por la AFA, en juicios temerarios que retumban a bronca.
¡¡¡Se acabó todo viejo¡¡¡. La pelota se mancha…y como. Se mancha con el doping por supuesto, con la violencia barrabrava también y fundamentalmente con la ambición económica de los que no entienden otro idioma que el de la guita y son incapaces de "dar un pase".

No importa nada, piensan hoy, si el estado se mete y nos jode el negocio, pues que se arme en grande y amenacemos a mansalva . Solo falta que lo hagan con causas judiciales a los jugadores, incluso a los de reserva, a las escuelitas de fútbol, a los fabricantes de pelotas, a las hinchadas...¡Que se manche la pelota¡

La bronca y el desconcierto por el garrotazo bien asestado toma forma de “país serio y previsible, sin rescindir contratos” en el discurso de los que se quedaron sin la torta , a coro con la oposición política al gobierno que no puede entender como éste mantiene la iniciativa política y encima con un tema tan caro al sentimiento popular como es el fútbol. ¡Son ideas viejo¡.¡Es desición política¡ ¡Es convencimiento ideológico¡. Gambeteame, gambeteate.

Macri, De Narváez, Solá, Carrió, llevan en sus oídos “la mas maravillosa música”: ¡¡Ole¡¡Ole¡¡Ole¡¡. El gobierno la toca y lo hace bien, sin renegar del modelo, con un estado atento y participante, al contrario consolidando la tendencia, permitiendo que este deporte tan hermoso pueda ser disfrutado por todos.

Eran muchos los Argentinos que puteaban contra este monopolio, algunos porque no podían pagar el “codificado”, otros porque nos resistíamos ante los caranchos televisivos. Muchos los hartos de mirar las tribunas, con que los compasivos nos “alegraban” las tardes de domingo. Cámaras detenidas en chicas bonitas o hinchas enardecidos era todo lo que teníamos del juego , hasta que al final,muy tarde, casi como un regalo del poder económico , aparecía “Fútbol de Primera”, para regocijarnos. ¡Jodido negocio el de ustedes¡. Público cautivo, que gusta del fútbol y que no podía disfrutarlo. Negocio legal, por supuesto, pero jodido; era como comer un bife de chorizo delante de un hambriento.

Hartos de relatores del partido con imágenes de tribuna: la imagen allí, pero de espalda al acontecimiento del deporte, nos daban radio e imagen para ciudadanos de segunda.
Pues bien, se acabó muchachos, el estado se ha hecho presente y sin duda jugará otro partido, con otros ritmos y otros jugadores.

Entramos a la cancha otra vez, sin que la censura del dinero nos sea aplicada, entramos como en el potrero, cuando la “pisadita” indicaba que primero se elegían los “buenos”, pero con la tranquilidad de que los “pata dura ” , también tendrían un lugar en el partido, porque eso es el fútbol, integración sin exclusión y eso, no se mancha, como la pelota de Diego.