domingo, 16 de agosto de 2009

LA OTRA BANDERA, LA DE LA VERGUENZA





















El tipo se acercó al alambrado dando un brinco sobre la cuneta. A metros nomás, sobre la calle del camino vecinal su Hilux 4X4 en marcha, indicaba que lo suyo sería rápido.
Calzaba un sombrero de cuero con adorno de cinta guardapampa oscura y anteojos para el sol.
Habló 30 segundos escasos con el pibe que estaba del otro lado, en el cuadro, con su bandera en la mano y la cara enrojecida por el sol y por la lluvia maldita que cada 5 minutos caía sobre él.
Se llama Juan y hace ese trabajo porque le pagan bien-dice- aunque desconoce las causas de sus cefaleas continuas.



Juan atiende al hombre de la camioneta y luego se corre unos 10 metros a la derecha, seguramente siguiendo su órden. Allí levanta la bandera blanca y el avión fumigador lo “apunta”. Viene directo hacia él, como corresponde, del otro lado del lote el “mosquito” perfila el vuelo y se pone en posición a escasos metros del suelo.
El día es bellisimo, soleado y sin viento, ideal para la tarea. El patrón ya está en la camioneta que se pone en marcha y se aleja prudencialmente, aunque “vigilante” de la escena que conoce al dedillo.



La avioneta comienza a soltar la lúgubre lluvia de glifosato, el que Monsanto vende bajo su marca comercial Roundup, poco a poco avanza cubriendo el terreno, cuidando de no dejar “chanchos” (así se conocen los lugares donde no cae el agroquímico).
El trabajo está bien hecho, a conciencia, casi “montando” una pasada sobre la otra, para que no queden franjas sin fumigar. Es que no solo el piloto es eficiente, Juan también lo es y por eso el agroquímico caerá en el lugar exacto...encima de él.


El pibe lo ve venir como una tormenta peligrosa, sabe que algo malo cae de allí, se le irrita la piel y los ojos se le ponen rojos con sus venitas marcadas y en días como ese, tan lindos, la suerte le corre en contra, porque para él es muy malo, ya que todo es inhalado y las náuseas y mareos llegarán tarde o temprano, a veces al terminar el trabajo cuando vuelve a casa o en el mismo lugar en forma de vómito súbito. Los cuidados de mamá, servirán de poco, aunque a él le gustan.



Tiene 13 años y la escuelita donde concurrió desde su lugar de hijo de peón de la zona se ve a la distancia, hasta ve flamear la bandera que en otras oportunidades izó, pero ahora lo encuentra con esa otra, la blanca que levanta para orientar el avión. –Será esta la otra forma de la patria, se pregunta sin respuestas.
Ya la máquina pasa por encima, ya tira el veneno, ya se corre otra vez, tal como el señor de la Hilux blanca le indicó, el mismo que mira de lejos, encerrado en la cabina, escuchando un cd de Alejandro Lerner.



Juan acomoda su gorrita que reza “Agrometal”, mientras trata de respirar lo menos posible ese vapor fuerte que queda en el aire por unos minutos, pero tarde o temprano inhalará y el veneno estará dentro de él: en su piel, en sus ojos, en sus órganos internos, en sus riñones, en su sangre, la lluvia cancerígena lo tendrá como víctima, tarde o temprano. Al señor de la camioneta no.



Se prepara para la “vuelta”. Ahora el avión ha girado y comienza un nuevo descenso, esta vez, alejandose de él, rumbo al otro extremo, donde si Juan se esfuerza, verá como otra bandera se levanta. Es la de “Maico”, su hermano de 12.
La avioneta ahora sigue al otro y el señor de la camioneta ve complacido como vuelve a soltar su lluvia de muerte. La avioneta “apunta” otra vez y sin balas ni misiles, simplemente gatilla hacia el futuro.
En 20 minutos mas, el lote de soja estará fumigado. La Hilux se aleja despacio, el tipo del sombrero de alas piensa en volverse pero lo decide rápido: Mañana les pago. Entre los dos son $50 el día...que esperen.

6 comentarios:

Ruben E. Mitre dijo...

Los argentinos deberemos enfrentar durante las próximas décadas las consecuencias de haber convertido al glifosato en el herbicida más vendido y utilizado en el país. Recientes estudios toxicológicos conducidos por instituciones científicas independientes parecen indicar que el glifosato ha sido erróneamente calificado como "toxicológicamente benigno",
ese parece ser el unico derrame que llega a los necesitados

Jay-Z dijo...

El otro día leia sobre los niños bandera.
Esto lo digo desde el desconocimiento y con total honestidad, no sabía, ni tenía idea de lo que era, o de las causas terribles que producían.
Recién buscando información sobre esto, di con un blog que se llama ecos de romang
http://ecos-deromang.blogspot.com/

No tengo muchas palabras, siento impotencia de lo que les hacen.

Anónimo dijo...

Los niños bandera existen y se nos mueren, como lo hicieron saber las madres de Ituzaingó en los medios nacionales.
Si alguien tiene información del resultado de la ingvestigación que mandó a hacer el Gobierno en torno a este tema pido que la publiquen.
Con respecto a la investigación del CONICET tampoco leí nada más en los últimos tiempos.
Sería interesante escuchar a varios ingenieros agrónomos y veterinarios treslomenses que se razgan las vestiduras por defender sus argumentos campestres, opinar sobre este tema que duele tanto.
Espero sus posiciones ansiosamente.
Saludos populares

Anónimo dijo...

Esta buena la nota, pero dedusco que es de hace 20 años atras, hoy en dia todo el que pulveriza cuenta con banderillero satelital.
Aguante el glifo y la soja y cristina !!! jejejejeje

Ruben E. Mitre dijo...

extraido de lo publicado por Carlos A.Vicente el 24-2- 2009 en - Accion por la Biodiversidad para America Latina
Científicos lograron establecer el modo en que muy bajas concentraciones del herbicida y otros productos químicos presentes en las formulaciones de la línea Roundup provocan la muerte de células humanas, fortaleciendo así el reclamo de su progresivo retiro del mercado, y de una inmediata prohibición para toda nueva liberación de cultivos transgénicos tolerantes a Roundup.

Por la Dra. Mae-Wan Ho y Brett Cherry

Este artículo fue presentado ante el Departamento de Agricultura de EE.UU. (USDA), a través del Institute for Science in Society (ISIS)

Las cuatro formulaciones de la línea Roundup del herbicida glifosato, fabricadas por Monsanto, son altamente tóxicas para las células humanas, y en concentraciones muy por debajo de los niveles recomendados para uso agrícola. Investigadores del Instituto de Biología de Caen, Francia, publicaron sus últimos resultados en la corriente edición de la prestigiosa revista especializada Chemical Research in Toxicology (Investigación Química en Toxicología) [1].
Quiero comentarle a anonimo de las 10:50, que es cierto que hoy se utiliza el banderillero satelital aunque persiste el metodo manual, pero han aparecido intoxicaciones en zona urbana por fumigaciones a menos de 500 m. de la poblaciòn

Iñaki dijo...

¿Grillo esto es real real? o un relato hipotético (disculpá la ignorancia) Si se fumiga así en este tipode producciones no lo sabía. Pensé que era algo que se había dejado de hacer.
te hago una pregunta: ¿yo conozco a Maico y su hermano?
Saludos