Francisco Balbani tiene 57 años y es quien continúa con las tareas de la “estancia familiar”, en tanto Horacio Pugnaloni tiene 37 y no tiene tierras propias, se desempeña como alambrador. Ambos protagonizaron desde General Villegas, la marcha a pie hacia Luján, asistidos por una parafernalia que poco tenía que ver con la fé que decía moverlos: médico, enfermera, kineseologa, camionetas varias, medicamentos, casa rodante para el pernocte, etc, etc. Poco lugar dejaron para la intervención de la Vírgen María, llevaban todo planificado y de esa forma, el intento fue “muerto y sepultado”.
La hazaña era caminar unos 40 kilómetros por día “parando en todas”: Drabble, Ameghino, Coronel Granda, General Pinto, Lincon, Tres Sargentos y así sucesivamente.
Se movilizaron para pedirle a la Vírgen de Luján que interceda para solucionar el problema del campo, en acuerdo con el sacerdote que otrora fue “su pastor” en Villegas y que ahora lleva adelante su tarea en la enorme Catedral.
Pero ni Balbani ni Pugnaloni, se imaginaron que en el final, en la foto del “recuerdo”, en la imagen mediática que “crea” la realidad, ya no estarían ellos, sino aquellos: La Mesa de Enlace que posó con la misma cara de Grassi en el juicio por abuso sexual. Lo de ellos es otra cosa, es otro tipo de abuso. Por eso las caras...
Allí estaban robandoles el final de la etapa, bajándose de sus vehículos impecables para “sumarse " a la cruzada Villeguense de ruego a la Vírgen. Descansados, recién afeitados y bañados, listos para la prensa, desentonaban con los tobillos hinchados y los callos deformados de los caminantes.
Pero debieron haber sospechado la utilización política que harían los “monaguillos del desenlace”, porque en el sitio web que construyeron para la ocasión (http://www.porlapazdelcampo.com.ar/) los mensajes eran preocupantes. Cito algunos (las negritas son propias)
-Eduardo Destefani: “Señores: La forma de gobernar nuestro bendito país, ya se decidió en el año 1853, por eso nuestra Carta Magna dice: seremos una Democracia, Representativa, Republicana y Federal. El poder nos somete en este momento se llama TIRANIA”
- Martin de Goñi: “Creo que el gobierno del pueblo hay que entenderlo en un sentido real. Siempre al pueblo lo representa una minoría. Lo importante es que esa minoría sea representativa y que esté volcada al bien común. Esto es una verdadera aristocracia, que etimológicamente significa EL GOBIERNO DE LOS MEJORES. Y esto no es incompatible con una democracia verdadera”
- Nora: “¡Felicitaciones para los peregrinos que pusieron su fé y sus h…para lograr semejante hazaña¡ Lástima que algunos se dejaron convencer por la prédica de odio y desunión que predica este gobierno”
- Handorf Alberto: “Seamos inteligentes. Un par de personas no pueden con todo un pueblo unido y más cuando la unión empieza con la convicción en nuestro padre celestial. ¡Fuerza¡. Es hora de cambios y ustedes tomaron la iniciativa. Dios los bendiga”
- Mariela Speroni: “Hemos vivido en carne propia el conflicto entre el campo y el gobierno desde las rutas”
- Marcela: “Tres valores guardamos los argentinos que nadie nos puede quitar: el amor a Dios, la familia y a esta tierra bendita. ¡Confiemos¡. La vírgen no desoye el ruego de sus hijos."
Bien. Una mezcla donde todo vale, pero donde la fé y la esperanza no tuvieron demasiado lugar para expresarse. Otros mensajes comparaban a los “descansados peregrinos” con el Mahatma Ghandi, hasta que uno de los que leyó el comentario falaz, se hartó de tanta hipocresía y publicó su apreciación al respecto . Me sentí representado. Decía así:
- Nicolás Cabral: “Ghandi estaba del lado de aquellos a quienes ustedes repudian, o en todo caso, Ghandi hubera estado en contra de los poderosos como ustedes”
"Ruega por nosotros pecadores… "
AMEN
3 comentarios:
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MENOS, negro.
¿Comprendido?
Cuanta razón tenés cuando hablás del campo, la pucha todavía me acuerdo cuando tu padre visitaba las chacras de la colonia, también la de mi viejo y tu tío Tito Donari también. Nunca un problema, vendían maquinas para los chacareros pobres, mientras los ricos trataban de comprarnos el lote. Tu viejo y toda tu familia siempre fueron bienvenidos a comer a casa. Grillito, Grillito.
Y mi mamá me contó que tenías un tío vago.
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