EL ANONIMATO Y LA FUERZA DE LA IDENTIDAD

Si bien hace mucho tiempo que no participo en la página de FM AMANECER, ni como columnista o a través del libro de visitas, no dejo de visitarla cotidianamente.(http://www.fmamanecer.com.ar/)

En estos días y producto de una nota publicada sobre un trabajo que he presentado comunitariamente, me detuve en la primera de las páginas de este libro de visitas.
Allí se tratan básicamente tres tipos de temas: Deportivos (Escuelitas de Fútbol); Políticos (temas variados) y Sociales (Ultimo baile de egresados).

Pero lo que me llamó la atención es el ANONIMATO que quienes escriben manifiestan a la hora de firmar la idea o participación con nombre y apellido.
Sobre un total de 20 participaciones, dos no tienen ningún nombre ni seudónimo, solo una es firmada con el nombre y apellido y las 18 restantes se identifican así : “Mamá de egresado”; “Kekante Espada”; “Soy egresada 2009”; “Tomo y obligo”; “Stone Cold”; “Una mamá”; “El Descamisado”; “Uno de tantos”; “Felicitaciones Unión”; “Un vecino mas”; “José María Blanco”; “Pedro Luro”; “El molesto de siempre”; “Todavía queda gente como esta”; “Paso a paso”; “Yo también soy madre” y “Que caro”.

Constituyen a mi entender, formas de intentar identificarse esquivando la esencia: la identidad verdadera de quien opina. Por supuesto que no son patrimonio de la página de la radio, de hecho este mismo blog también las tiene.
En muchos blogs se ha opinado sobre el “anonimato” digital y allí aparecen alternativas para analizar : una cosa es la escritura anónima sobre aspectos muy personales y otra la opinión pública sin autor.

Una cosa es elegir el anonimato para hablar de una cuestión intima (hay muchos blogs que trabajan de esta forma) y otra cosa es elegirlo para hablar de las cuestiones públicas.

El anonimato no debe aparecer como un permiso para escribir sin asumir la responsabilidad por las consecuencias de aquello que decimos.
Algunos creen, a mi criterio falsamente, que no hay mayor tranquilidad que el anonimato. Creo que no es así, porque cuando uno lee los mensajes, no son conceptualmente irresponsables, sino que abordan temáticas de interés de todos, pero que se debilitan notablemente por ser anónimas, porque la verdad es que el anonimato nos desdibuja como individuos y como ciudadanos de la red: ¿Cómo se es “personal” y “anónimo” al mismo tiempo?. ¿Quién se favorece con el anonimato? ¿A quien le gusta que las verdades mas crudas aparezcan “anónimas” y de esa forma debilitadas?

Una de las frases populares mas repetidas sostiene: “Uno es dueño de las palabras que calla y esclavo de aquellas que pronuncia”. Siempre me pareció una frase mas cercana al individualismo egoísta que a la prudencia moderada, una frase conservadora y poco comprometida. Pero si esto fuera así, el caso del “anónimo” que no calla sus frases pero que no las asume como pronunciadas…¿qué sería?...¿dueño?...¿esclavo?....o simplemente alquila un seudónimo para no pagar ningún costo.

Quizás sin darnos cuenta, al hacernos “anónimos” estamos favoreciendo a aquellos que pueden ningunear las opiniones- por sólidas que sean- para descartar la respuesta, precisamente porque “vinieron de un anónimo”. Para que las respuestas aparezcan, no solo deben cauzar escozor las preguntas, sino ir de la mano de nuestra propia identidad, haciendonos cargo. Solo así comenzarán a cambiar las cosas en nuestra comunidad, cuando seamos muchos los que pongamos nuestro nombre y apellido, aprendiendo a convivir con esa presión y haciendo que otros sean los que se intranquilicen.

Por último , la palabra ANONIMO deriva del griego y significa “sin nombre”. ¿Es eso todo lo que ponemos en juego cuando damos nuestra opinión? ¿Un “sin nombre”? ¿Con eso alcanzarà para que los legítimos problemas que se manifiestan se solucionen ?. Usted verá....