Cuento cronológicamente. Sofía y yo. Ciudad de La Plata, diagonal 74 y no me acuerdo. Gran local de “Claro”. 18,00 horas, en la calle muchisimo calor, en el local no.
Unos veinte empleados vestidos de blanco, pantalón azul, zapatos y cinto negro para los varones y algo mas “sueltas” las mujeres, todos con infaltable logo rojo.
Al entrar una rubia con cara de “a partir de acá no se avanza” nos dice: “Se acaba de caer el sistema, puede tardar media hora en venir o mucho mas tiempo”.
Unos veinte empleados vestidos de blanco, pantalón azul, zapatos y cinto negro para los varones y algo mas “sueltas” las mujeres, todos con infaltable logo rojo.
Al entrar una rubia con cara de “a partir de acá no se avanza” nos dice: “Se acaba de caer el sistema, puede tardar media hora en venir o mucho mas tiempo”.
Un policía burlón, el cartel claro que ordena los turnos en las cajas, me llamó la atención el orden, la jerarquización: 1) Ventas; 2) Clientes con Abono; 3) Clientes Prepagos; 4) Reparación de Equipos. ¿Subjetiva la mirada?. Totalmente, pero ese orden no es inocente en su mensaje, ese orden dice : Nos importan mas las ventas, después los que pagan si o si, después los que cargan tarjetas y por último los que rompen…con los equipos rotos. ¿Dónde entraba el reclamo de Sofía? Le pregunté a ella y me dijo..."en el último".
El recreo del “sin sistema” se nota en los empleados y con mi hija aparecemos como bichos un tanto raros, porque todos los otros clientes se van, “vuelvan al otro día” es el mensaje amable de rostros con sonrisa practicada. Ignoran que somos de 600 km. Ahora el que me quiero quedar soy yo, y Sofía contenta, en realidad quiero ver todo lo que pasa, “porque a las 19 cerramos”. Son las 18,30 .
Un personal de maestranza se atraganta con agua fresca y provoca la risa de varios empleados que se parecen. Burbujas claro por doquier en las paredes. Un televisor en el que solo pasan publicidades de la empresa . Mas alla un panel con “Teléfonos para autoconsultas” donde dicen que están atentos a las necesidades de los clientes, que “están con nosotros”.
La infaltable marquesina de ventas, colmada de celulares, al lado de los globos rojos, que enmarcan la entrada de “plástico”.
En el medio los asientos para los clientes, respaldo contra respaldo, con vistas al cartel que jerarquiza y ordena, un dispositivo de vigilancia interesante, las veinte cajas en forma de U con empleadas que se aburren pero que se relajan en la búsqueda de esa media hora final . Se les nota que no quieren que el sistema vuelva, sin embargo, Sofía y yo se lo estamos recordando y por eso las miradas no son amables, se nota. Somos los únicos sentados, el resto se fue y los que van entrando son “atajados, empaquetados, sellados y enviados” con la lacónica: “Se cayó el sistema”. Allí esta la rubia que parece ser la mejor para detener el avance de clientes en busca de ayuda.
Y nombro , la nena que había perdido el teléfono, el tipo al que se lo habían robado, la anciana que no lograba hacerse entender ante dos empleados con cara de póker, mientras que por atrás, un tercero no evitaba una gran sonrisa irónica.
Un arbolito de navidad con mayoría de borlas rojas, como las burbujas de las paredes . La empleada jovencita que no paró de hablar por teléfono con alguien muy querido, paredes con fotos por doquier de gente linda hablando por celular, caras felices, contrastaban con los que entraban y recibían la respuesta “sistémica”.
En la tele me detengo en la publicidad donde la Argentina se llena poco a poco de globitos rojos, aunque en muchos lugares, incluso en plena pampa húmeda donde está Tres Lomas, no hay señal (el mercado no invierte en cualquier lado).
“Tu ru ru tutu…ES SIMPLE, ES CLARO”. ¿Qué parte no entendí?. “Es simple”, “Se cayó el sistema”…o sea…dejate de joder que cerramos.
18, 45, el policía recorre el perímetro detrás de las cajas mirando no se que, el personal de limpieza levanta un último papelito y un empleado se dirige a mí con voz grave: “¿Señor está al tanto que no tenemos sistema?”. Contesto que sí y sigo sentado. Algo no les cierra. A mí sí.
Entra una mamá con dos chicos adolescentes, él lleva una calavera en la remera, ella tiene aproximadamente 16 años y se muestra decidida, no se detiene ante la respuesta “orientadora” y avanza hacia dos que están en una especie de mesa de entrada, explica vaya a saber que, se enoja, casi se encabrita, se resiste, su madre quiere volver mañana, no armar quilombo, la piba aguanta, la conversación se tensa, la cara de los empleados cambió, hasta que la rubia especialista se acerca.
Escucho que tienen una factura para pagar que les llegó tarde por el correo y que no van a pagar recargo. La empleada helada y eficiente es lapidaria: “Mira te estoy explicando que se cayó el sistema, no podemos hacer nada, no depende de nosotros, no tenemos nada que ver”.
La seguridad privada se acerca canchereando, no pasa nada pero hay que “ganarse el pan”, pienso (dudo que en 100 metros obtenga una marca decente el amigo de uniforme).
La seguridad privada se acerca canchereando, no pasa nada pero hay que “ganarse el pan”, pienso (dudo que en 100 metros obtenga una marca decente el amigo de uniforme).
Ya casi es la hora, faltan 5 minutos, finalmente la familia se retira y quedamos solos: Sofía, yo, los 20 mohicanos de Claro y el “Sistema” que no funciona. Espero, quiero ver esos 5 minutos restantes. ¿Autoflagelación? . Puede ser, pero quiero verlos.
Se corta el ambiente, ya no hay chistes ni nada más, ya no hay ruidos. Si el “Sistema” volviera (cosa que dudo) me tendrían que atender y escuchar a Sofía y un reclamo eterno que no creo tenga solución tan rápida . Sería irremontable, para ellos y para el “sistema”. Es que yo estoy sentado allí, esperando al “sistema”, sin respuesta humana, deshumanizado, igual que ellos como empleados.
Otra publicidad reza : “Prestamos claro…ideas claras” y finalmente recordando el volumen del negocio: “16 millones de gracias a nuestros clientes”.
Llega la hora, faltan dos minutos, el policía cierra la puerta con llave, nosotros adentro, la rubia especialista se acerca triunfante, no la dejo llegar, se da cuenta de la maniobra , nos levantamos con Sofía y nos dirigimos a la puerta, la tanteo a sabiendas que tiene llave y el policía presuroso corre a abrirla. “Es para que no entre nadie más…” me explica. Contesto “¿Pero no cerraban a las 19, faltan dos minutos?”. Me sonríe, yo también.
“Se cayo el sistema” y yo en ese local, durante una hora, fresquito por fuera y caliente por dentro, comprobé que en realidad, “el sistema” funciona mejor que nunca.
Al salir me imaginé donde estaría un hipotético dueño de la empresa y me lo supuse en un lago pescando truchas “arco iris”, desconectado del mundo, despreocupado, sabiendo que “el sistema” es precisamente….lo que nunca se va a caer, aunque en ocasiones les haga un chiste.
6 comentarios:
Ooohhhhh. Pero como, Kristina no ha echo nada frente a ese monopolio????
Sera que como no la molesta y entonces no hace nada????
Dale, escribite algo en contra de "ella" que no hace nada para frenar a estos monopolios!!!!
Estos si son reales y no lo de los medios!!!!!!
Vamos autor, aproveche a ver la realidad. Es su oportunidad!!!!
Espero que no desvie el tema en su respuesta. SALUDOS!!!
Es claro: Es cierto. La presidenta debería prestar atención a este tema también. Es un oligopolio (pocas empresas a muchos clientes). ¿Como voy a sacarle el cuerpo?. Ahora...de ahí a no ver oligopolios en los medios de comunicación hay un trecho. Si no lográs ver eso "amigo Claro" es porque tenés una ceguera importante en el análisis de la realidad. La duda que me queda es: ¿Si Cristina fuera contra los oligopolios de las telefónicas, vos de que lado estarías? Y la respuesta que me doy es: del lado de "Claro"...es simple.¿Era al revés?. Ya ves que no le saco el cuerpo, pero vos si, porque ni siquiera podés bancar tu pensamiento con un nombre al lado. ¡Dale "claro"...ponele el cuerpo, es decir...oscurecete.
te dije que te pases a Movistar!!!!!! che!!
4 números freeeeeeeeeeeeee
Donari free?
mmmmmmmmmmmmmm...
escuchaste "amigo claro". si tenes valor para poner lo que pensas sin tener idea la diferencia de monopolio y oligopolio. pone tu cara tambien.
atte. Sofia donari
Sofi: tenga bastate mas claro que vos, lo que es un monopolio y un oligopolio.
Pero en los medios tambien es un "OLIGOPOLIO" y los que defiende este gobierno de kristinita como el autor de este blog, lo llaman monopolio, entonces trata de que el o ellos lo entiendan.Gracias.
UN BESO SOFI
Es Claro: No hay que confundir la denominación técnica precisa (oligopolio) con las prácticas que devienen monopolicas. Cuando uno dice "monopolio" no se refiere a UNA EMPRESA, sino a UNA PRACTICA donde pocos tienen cautivos a muchos. Igual que la Argentina viste, donde una minoría tiene mucho y la mayoría tiene poco. Advierto por tus intervenciones que no estás de acuerdo con la distribución de la riqueza y que ante este planteo, en lo único que podés pensar es en el "enriquecimiento" de los Kirchner. ¿Te acordás del árbol y el bosque?. Tenés un sequoia gigante adelante viejo. No podés ver nada. Ceguera política, laberinto ideológico y funcional a los poderosos.¡¡¡No va maaas¡¡¡
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