lunes, 18 de enero de 2010

EL DAKAR Y LOS TOUAREG

















Leo en Clarín de ayer domingo una publicidad a página completa que sostiene: “Felicitamos al equipo Volkswagten Motorsport por llevar al Race TOUAREG 2 a su segundo triunfo consecutivo en el Dakar Argentina-Chile”
Me detengo en la palabra TOUAREG. Son un pueblo ubicado en el inhóspito desierto de Sahara, pueblo que supo mantener su cultura, pese al colonialismo que Europa ejerció sobre los territorios que ellos ocupaban.


Touareg significa “Gente Libre”, aunque el colonialismo francés (el más bravío de Europa en el Africa) lo tradujo como “Abandonado por los Dioses”.
Notese la diferencia, entre los significados: donde los Touareg ven “libertad”, el colonialismo ve “abandono” . Parecido a la famosa “Campañas al Desierto” en la Pampa Húmeda Argentina, en una de las tierras más fértiles del mundo, el hombre blanco ve “desierto”, simplemente porque no las ocupa él.


Los Touareg ocuparon y ocupan parte de los actuales territorios de Argelia, Níger y Malí y son conocidos también por el color de su piel, un color azulado, porque la ropa con la que se visten (teñida por ellos), destiñe levemente y da ese tinte a su cuerpo. De ahí que popularmente se los llame “los hombres azules”.
Son nómades, junto con sus camellos, chivos y vacas flacas, pero aún en la escasez, garantizaron el comercio hasta la llegada de la modernidad, aunque siguen siendo irremplazables en algunos recorridos.


¿Será por esto que Volkswagen utilizó su nombre para referirse a la camioneta mas triunfadora en nuestro rally criollo? . Dicel al publicidad: “Una victoria más del Touareg (…) que exhibió su poderió y robustez durante los 9000 km de la competencia mas exigente del mundo”


Pero como estoy seguro que existe otro rally, el de las organizaciones ambientalistas, las comunidades aborígenes, los francotiradores intelectuales, los cientificos concientes, etc, que aunque en inferioridad en número y pese a que la moda Dakar muestra todos sus caballos de fuerza en la Argentina, creo necesario insistir con el tema. En este caso, la utilización simbólica del nombre de un pueblo humilde, colonizado históricamente, que cree en la libertad y la practica. Todo eso intenta significar la camioneta de la empresa en cuestión.


Investigando al respecto, acerca del pueblo Touareg, me encontré con una excelente nota
de un periodista Español, llamado Victor Amela, autor de varios libros de entrevistas, entre ellas, una a un integrante de ese pueblo, realizada el 15 de Agosto de 2009:
La tituló: TU TIENES EL RELOJ…YO TENGO EL TIEMPO y dice así:


Moussa Ag Assarid es un miembro de la tribu de los Touareg en Africa.-No sé mi edad: ¡nací en el desierto del Sahara, sin papeles...! Nací en un campamento nómada tuareg entre Tombuctú y Gao, al norte de Mali. He sido pastor de los camellos, cabras, corderos y vacas de mi padre. Hoy estudio Gestión en la Universidad Montpellier- 1. Estoy soltero.Defiendo a los pastores tuareg. Soy musulmán, sin fanatismo.-

- ¡Qué turbante tan hermoso...!- Es una fina tela de algodón: permite tapar la cara en el desierto cuando se levanta arena, y a la vez seguir viendo y respirando a su través.- Es de un azul bellísimo...- A los tuareg nos llamaban los hombres azules por esto: la tela destiñe algo y nuestra piel toma tintes azulados...- ¿Cómo elaboran ese intenso azul añil?- Con una planta llamada índigo, mezclada con otros pigmentos naturales. El azul, para los tuareg, es el color del mundo.-


- ¿Por qué?- Es el color dominante: el del cielo, el techo de nuestra casa.-


- ¿Quiénes son los tuareg?- Somos un viejo pueblo Nómda. Nuestra etnia es la amazigh (bereber), y nuestro alfabeto, el tifinagh.- ¿Cuántos son?- Unos tres millones, y la mayoría todavía nómadas. Pero la población decrece... "¡Hace falta que un pueblo desaparezca para que sepamos que existía!", denunciaba una vez un sabio:yo lucho por preservar este pueblo.-


- ¿A qué se dedican?- Pastoreamos rebaños de camellos, cabras, corderos, vacas y asnos en un reino de infinito y de silencio...- ¿De verdad tan silencioso es el desierto?- Si estás a solas en aquel silencio, oyes el latido de tu propio corazón. No hay mejor lugar para hallarse a uno mismo.-


- ¿Qué recuerdos de su niñez en el desierto conserva con mayor nitidez?- Me despierto con el sol. Ahí están las cabras de mi padre. Ellas nos dan leche y carne, nosotros las llevamos a donde hay agua y hierba... Así hizo mi bisabuelo, y mi abuelo, y mi padre... Y yo. ¡No había otra cosa en el mundo más que eso, y yo era muy feliz en él!-


- ¿Sí? No parece muy estimulante. ..- Mucho. A los siete años ya te dejan alejarte del campamento, para lo que te enseñan las cosas importantes: a olisquear el aire, escuchar, aguzar la vista, orientarte por el sol y las estrellas... Y a dejarte llevar por el camello, si te pierdes: te llevará a donde hay agua.- Saber eso es valioso, sin duda...- Allí todo es simple y profundo. Hay muy pocas cosas, ¡y cada una tiene enorme valor!-


- Entonces este mundo y aquél son muy diferentes,¿no?- Allí, cada pequeña cosa proporciona felicidad. Cada roce es valioso. ¡Sentimos una enorme alegría por el simple hecho de tocarnos, de estar juntos! Allí nadie sueña con llegar aser, ¡porque cada uno ya es!-


- ¿Qué es lo que más le chocó en su primer viaje a Europa?- Vi correr a la gente por el aeropuerto.. . ¡En el desierto sólo se corre si viene una tormenta de arena! Me asusté, claro...- Sólo iban a buscar las maletas, ja, ja...- Sí, era eso. También vi carteles de chicas desnudas: ¿por qué esa falta de respeto hacia la mujer?, me pregunté...Después, en el hotel Ibis, vi el primer grifo de mi vida: vi correr el agua...y sentí ganas de llorar.- Qué abundancia, qué derroche, ¿no?- ¡Todos los días de mi vida habían consistido en buscar agua! Cuando veo las fuentes de adorno aquí y allá, aún sigo sintiendo dentro un dolor tan inmenso...- ¿Tanto como eso?- Sí. A principios de los 90 hubo una gran sequía, murieron los animales, caímos enfermos... Yo tendría unos doce años, y mi madre murió... ¡Ella lo era todo para mí! Me contaba historias y me enseñó a contarlas bien. Me enseñó a ser yo mismo.-


- ¿Qué pasó con su familia?- Convencí a mi padre de que me dejase ir a la escuela. Casi cada día yo caminaba quince kilómetros. Hasta que el maestro me dejó una cama para dormir, y una señora me daba de comer al pasar ante su casa... Entendí: mi madre estaba ayudándome..


- ¿De dónde salió esa pasión por la escuela?- De que un par de años antes había pasado por el campamento el rally París-Dakar, y a una periodista se le cayó un libro de la mochila. Lo recogí y se lo di. Me lo regaló y me habló de aquel libro: El Principito. Y yo me prometí que un día sería capaz de leerlo...


- Y lo logró.- Sí. Y así fue como logré una beca para estudiar en Francia.- ¡Un tuareg en la universidad. ..!- Ah, lo que más añoro aquí es la leche de camella... Y el fuego de leña. Y caminar descalzo sobre la arena cálida. Y las estrellas: allí las miramos cada noche, y cada estrella es distinta de otra, como es distinta cada cabra... Aquí, por la noche, miráis la tele.-


- ¿Qué es lo que peor le parece de aquí?- Tenéis de todo, pero no os basta. Os quejáis. ¡En Francia se pasan la vida quejándose! Os encadenáis de por vida a un banco, y hay ansia de poseer, frenesí, prisa... En el desiertono hay atascos, ¿y sabe por qué? ¡Porque allí nadie quiere adelantar a nadie!-


- Reláteme un momento de felicidad intensa en su lejano desierto.- Es cada día, dos horas antes de la puesta del sol: baja el calor, y el frío no ha llegado, y hombres y animales regresan lentamente al campamento y sus perfiles se recortan en un cielo rosa, azul, rojo, amarillo, verde...- Fascinante, desde luego...- Es un momento mágico... Entramos todos en la tienda y hervimos té. Sentados, en silencio,escuchamos el hervor... La calma nos invade a todos: los latidos del corazón se acompasan al pot-pot del hervor...- Qué paz...- Ustedes tienen reloj..., allá tenemos tiempo.”


¿No es acaso lo contrario del significado ruidoso, exclusivo, agresivo y brutal del Dakar? Me pareció interesante la entrevista, el azar del libro caído en el París-Dakar en pleno desierto, el hombre que lo recoge, la migaja caída, ni siquiera entregada.
¡¡Camioneta Touareg¡¡. Andarán en las dunas como ese pueblo, pero ellos corren durante 15 días contra reloj, agraden el paisaje, menosprecian los pueblos que en él habitan, se divierten como niños ricos y nos miran como naciones pobres. Ellos tienen el reloj….¿Seguirán teniendo nuestro tiempo?

3 comentarios:

qwert dijo...

porque no te vas a vivir al sahara criando cabras si tanto te gusta?

Hernan dijo...

Muy linda entrevista la verdad. El periodista es bruto bruto eh? "eso no parece muy estimulante" o "¿tanto como eso?" refiriendose al derroche de las fuentes. Teníaq eu ser gallego, se nota que no entendía ni le interesaba la concepcion del mundo que tiene este hombre tan pacífico y su pueblo.

Diana Rechach dijo...

me gustó mucho la nota.. Me quedé pensando en Franz Fanon y sus "Condenados de la tierra". Leer este relato, cada respuesta a esa entrevista.. saber escuchar lo que deja entrever "entre líneas", captar en toda su dimensión esa historia de vida..
Volver luego sobre los relatos de Haití.. Cuánto de comunes tienen esas historias. La trasversalidad invita al análisis con variables comunes.

Cómo permanecer indiferentes ante estas historias? Cuan importante herramienta de análisis es la historia de vida para rastrear procesos, para entrar en la dinámica de desnaturalizar procesos y ver en toda su dimensión ese mundo de relaciones y causalidades.. Historias de vida como gráfico para construir relatos con sentido.. que sumados, permitan plasmar lo colectivo.
Cómo el sistema capitaliza para sí una y otra vez todo, hasta el nombre de este pueblo, la imagen del Che, y tantos etcétera. Qué más da!
Cuan digno hay que ser para lograr, a pesar de todo, vivir en libertad.