sábado, 6 de marzo de 2010

"EL PLUS DE ODIO"

Comparto con ustedes un comentario a un post de mi blog, que reproduce una nota publicada en Página 12 , perteneciente a Juan Carlos Volnovich.
Lleva por título: LA PRESIDENTA SEXY y lo reproduzco por considerar no sólo al lector de mi blog y su participación en el mismo, sino por la interesante y particular mirada del psicoanalista escritor.

Dice así:

“En el momento de jurar como Presidenta de los argentinos, Cristina anticipó que, seguramente, a ella le iba a resultar más trabajosa su función por el hecho de ser mujer. No pudo avizorar, entonces, hasta qué punto la presidencia iba a convertirse en una misión imposible. No sólo por su condición de mujer.



No por victimizarse detrás de una identidad devaluada, sino por ser mujer a su manera. Mujer sin atenuantes que ejerce sin atenuantes el Poder. Hay en eso algo más que una cuestión de estilo. “Mujer sexy en el máximo poder de la Nación” es un problema de estructura. Y tal pareciera ser que esa característica despierta un plus de odio.



Se vuelve insoportable. De modo tal que esa ira visceral no se explica sólo como reacción a una política equivocada o respuesta indignada por la desilusión o la defraudación, no se agota en las razones. Lo insoportable se funda en la evidencia de una mujer sexuada que ejerce el Poder sin disimulo: que no apela a los estereotipos maternales que pudieran dulcificar su gestión.



En ella, ese amor hacia los hijos no se vuelve virtud pública. Cristina renuncia a una abnegación que bien pudiera aligerarla y, así, toma distancia de un modelo Bachelet o de un modelo Angela Merkel, tan protectoras, ellas; tan maternales, tan trajecito sastre, tan antídoto contra la lujuria. Lejos de instalarse en el camino de una reina madre, de una reina virgen, elude ese otro prejuicio patriarcal que supone a las mujeres tontas pero sabias para la intriga y, sobre todo, expertas en el usufructo vicario del poder masculino. No es una Isabelita, ni tampoco una Evita, gorrión del General, que vive sólo para él y por él y que, llegado el caso, renuncia a los honores pero no a su puesto de lucha.




Cristina no es una Hillary Clinton frustrada en el momento de dar el gran salto. Tampoco, una Margaret Thatcher o una Golda Meier virilizadas por la función y administrando el poder de la misma manera que pudiera hacerlo un hombre.




Cristina es una mujer sexualmente atractiva, que tiene hijos y tiene marido. (No un príncipe consorte ni un padrino protector). Y, además, ejerce el Poder Supremo de la Nación y no elude, no seduce, no apela a las “malas artes” femeninas, no se refugia detrás de los varones poderosos y, para colmo, levanta el dedo como Lenin.



Ella ejerce el poder y nos hace saber en cada momento quién es la que manda mientras genera como respuesta ese interrogante airado de “¿Pero... quién se cree que es?” Y no se trata de una creencia ni de un problema ontológico. Ella no es pero sabe muy bien que está en el ejercicio de la Presidencia de la Nación y... nos lo recuerda.




De modo tal que no son los enemigos los que cuentan. Después de todo ¿qué político no tiene enemigos, adversarios, contrincantes? Pero esa ira irracional que le hace perder la compostura a la gente “bien”, ese exceso de indignación, ese “no me la banco”, “no la soporto”, “la detesto”, viene de otra parte. Ese plus de odio habita en aquellos que se sienten agraviados, testigos involuntarios de valores mancillados. Son las consecuencias, inevitables, de una estructura patriarcal resentida en sus cimientos cuando una mujer sexy, no madre, no puta, no macho, nada tonta, se ubica en la punta de una pirámide jerárquica.”

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Esa estructura patriarcal vomita solo incertidumbre, personajes inciertos, objetos amorfos como Carrió, Alfonsin hijo, Buzzi, Solá, Aguad, Morales, Chiche Duhalde, Bullrich, de Angelis, Part Gay, el mismo Pino Solanas, etc, asalariados de los grupos concentrados, quienes acuden diariamente a las sesiones donde strippers de extrema derecha como Grondona, Morales Solá, Leuco, Bonelli, Silvestre, el Feinmann opa, les envaselinan el "cerebro" y les "ponen" sin opción a rechazo ni cuestionamientos el chip con el agravio y la mentira del momento, que luego hacen suyas tantos connacionales que forman el ejército bobo con ese plus de odio, que al igual que sus referentes “políticos” también se ponen en cuclillas y les llega la dosis de vaselina, les gusta, se lo bancan, lo soportan, van contranatura, y al igual que sus referentes van contra la democracia, las instituciones, el sentido común, la redistribución de la riqueza, la asignación universal por hijo, el uso de las reservas monetarias, de los funcionarios probos, la estatización de los aportes jubilatorios, las políticas sociales, educativas, productivas, hay tantísimos logros positivos que intentan destruir, tanto para enumerar. Y que se lo van a perdonar, si ha sido logrado por una mujer sexy, no madre, no puta, no macho, nada tonta, que ha tenido el tupé de ubicarse como antes nadie en la punta de una pirámide jerárquica.

Anónimo dijo...

Mañana martes 9 por Radio Nacional en el programa El nombre de las Cosas que conducen Sandra Russo, Nora Veiras, Marcos Citadini entre otros, va en el horario 12,30 a 14 de lunes a viernes, será entrevistado el psicoanalista Juan Carlos Volnovich respecto de su nota LA PRESIDENTA SEXY publicada en Página 12. Puede escucharse por Radio Nacional Santa Rosa en el 730del dial.