MUJICA: LA FUERZA DE LA INTEMPERIE

“Pepe”Mujica emocionaba. La banda con la bandera Uruguaya le cruzaba el pecho y parecía incrustarsele en el corazón y el alma ante cada una de sus palabras.
“Y si llueve nos mojamos”, explicó el electo presidente de los hermanos Uruguayos para dar cuenta de su decisión de asumir al aire libre y esto se conjugaba con el “basta del no se puede” y el “pueblo querido, cambiamos si vos querés”. Un desafío colectivo que habla no solo del Uruguay, sino de todos nuestros pueblos Latinoamericanos.

Eran dos cuestiones muy cercanas: Si asumo al aire libre puedo mojarme, pero si no llueve será bárbaro y la verdad es que fue bárbaro. No fue solo un desafío "meteorológico", sino fundamentalmente político, simbólicamente potente.

Mujica juró ante la Asamblea Legislativa y habló luego a su pueblo (un discurso sentido que terminó con ¡Viva Uruguay¡ y ¡Viva América Latina¡).
Al mismo tiempo TN, ante el soberbio discurso del querible “Pepe”, mostraba la pantalla dividida: “En estos momentos llega Hillary Clinton a nuestro país”.

La misma Secretaria de Estado de Obama, luego de participar “unos minutos” de la ceremonia Uruguaya, se dirigió a la Argentina y en esa instancia de llegada era filmada y destacada en el canal referido.
“Se entrevistará a las 19,30 horas con la presidenta Cristina Fernandez, en la semana después de que ésta última criticara a Barak Obama por haber defraudado las expectativas que había con respecto al tratamiento de América Latina”.

Mientras tanto Mujica saludaba a todos los mandatarios: Chavez, Evo, Lula y por supuesto Cristina y Néstor: a ambos les dijo: “arriba compañera, arriba compañero”. Un saludo que rompía lo protocolar y se instalaba en los afectos, en ese sentimiento de quien conoce de escollos difíciles de superar, pero que otorga la palmada solidaria, que se necesita, en momentos complejos.

Mujica transformaba en palmada y palabra, su discurso: “Solo estan derrotados los que dejan de luchar” y a Cristina, sentada en primera fila, linda y bien vestida se la vió sonreir de alegría. Creo más en las soluciones que engendren sus palabras en la conciencia de Latinoamerica que en las ayudas que lleguen del país del norte, aunque la progresista Hillary sea su portadora. Incluso las que necesita el dolor Chileno.

Me alegró todo: la fidelidad del electo Uruguayo, el segundo gobierno progresista de un país que rompió el bipartidismo enfermizo, el desafío a los pronosticadores del tiempo, la sencillez de un discurso que alejado de lo engolado, supo ser arrollador, que Hillary bajara del avión y Cristina estuviera acompañando al “Pepe” y también el dispositivo de seguridad de la dama del norte, con 10 autos blindados, efectivos policiales y demás yerbas , mientras que cruzando el charco, Mujica disfrutaba la intemperie.