Después de trabajar en el municipio de Tres Lomas, en el marco del Codenoba, tuvo tiempo-pese al cansancio y al apuro por compromisos previamente asumidos- de visitar la Unidad Básica treslomense.
Allí lo esperaba un buen número de militantes y dirigentes del Peronismo local y de la Unión Vecinal, no solo para charlar con el “ministro”, sino fundamentalmente con el “compañero”.
La palabra “compañero” significa “compartir el pan” y fue lo que sentimos los que allí nos reunimos para escuchar sus palabras, compartimos un diagnóstico, una propuesta, una doctrina, una particular mirada sobre la política de nuestros tiempos.
Entró a la pequeña UB como al mejor de los palacios y pese a que algunas manchas de humedad desentonaban con su impecable traje, el “compañero” pesó mucho más que el funcionario y se sintió a sus anchas, sin disimulos y lo disfrutó.
Quizás porque en ese ámbito fue el único lugar en que esa mágica palabra le fuera expresada: no fue "ministro", no fue "funcionario", tampoco "querido amigo", sino simplemente COMPAÑERO. Raro privilegio que solo allí podía darse, la comodidad del que tiene algo más que compartir se "olfateaba" en el ambiente que con sus sencillez ayudó a crear.
Allí desgranó un discurso de neto corte Peronista, al que mostró como un movimiento nacional, popular y latinoamericano y en ese marco, realizó una cerrada defensa del actual gobierno nacional y provincial.
Por supuesto que la educación atravesó todo su discurso, pero de una forma que la acercaba a la política y la alejaba de la pedagogía, la acercaba a la construcción de la justicia social en las aulas.
El discurso de Oporto fue contudente en sus ejemplos, a punto tal, que cuando se refirió a las nuevas jubilaciones, un histórico peronista treslomense, entró en diálogo con él, reafirmando sus palabras con un ejemplo personal que los presentes rubricaron con un aplauso.
No hay nada que hacer, se llega a ser un buen funcionario, eficiente y comprometido, si primero se es un buen compañero, solidario y leal, precisamente lo que Oporto dejó percibir a todos los concurrentes.
Mario Oporto, hoy en Tres Lomas, por gestiones directas del presidente del Partido Justicialista local, Doctor Carlos Valdez, demostró que es un buen compañero y que esa constituye la esencia de su calidad como funcionario.
Tuvo tiempo de todo, trabajó con intendentes de la zona y con autoridades educativas del distrito, pero también hubo un momento para “bajar al llano”, aconsejar sabiamente, orientar en la construcción política y recibir el afecto de todos los que allí lo esperábamos.
Y si bien, en las palabras que se entrecruzaron amblemente con dirigentes locales, se mencionó la asignación universal por hijo, la nueva ley de medios, la administración estatal del dinero de los jubilados, etc, sus intervenciones no eran precisamente la de “funcionario-funcional-engranaje”, sino la de un compañero comprometido con una causa que nombró reiteradamente: Justicia Social, Inclusión, Democratización y Desarrollo para todos.
Hoy en Tres Lomas, en la Unidad Básica, Mario Oporto, sin dejar de ser Ministro, fue mas COMPAÑERO que nunca y eso no se olvida.
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