La tardecita había estado "virtualizada" en demasía . Un curso se llevó dos horitas de tiempo, la lectura de Clarín y Página, unos 20 minutos, una "pasada" por FM Amanecer otros 10, los blogs amigos 30 y cuando estaba dispuesto a escribir un post para el propio, el pibe de diez años se me acerca y me pasa un brazo por el hombro.
-"Dame un abrazo pa" , mientras sus ojos inmensos miraban la misma pantalla que yo, solo que como una competidora.
-Esperá Facu, todavía no terminé.
-"Dale pa, hace cualquier cantidad que estás ahí. Dame un abrazo "franco" (los hay francos y fallutos en la jerga familiar)
- En un ratito jugamos. Ya estoy, contestó el "homo bloguero".
- "No, ahora pá. DESCONECTATE"
Y la palabra fue acompañada por la acción. Se me cruzó delante de la máquina y debo confesar que su movimiento decidido me cacheteó.
Insistió. - "Desconectate pá" y me abrazo fuerte.
Y yo también lo hice.
Después de un rato me puse a escribir, no sobre "aquello" que tenía en mente, sino sobre "esto" que me hizo pensar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario