viernes, 25 de febrero de 2011

LA GUERRA DEL PARAGUAY: "LA LETRA CON SANGRE ENTRA"










Fue un placer escuchar el discurso de Cristina en Yacyretá, bregando por la Patria Grande que en otras épocas fue dividida absurdamente.

Cristina sabe historia y la explica como experta . Se ganaría la vida como docente sin problemas y además los alumnos la entenderían, porque lejos de aniñarla, simplificarla o desconocerla, ella la complejiza, la hace interesante, la tensiona y la presenta fresca con su mensaje hacia el presente.


La escuché como a una profesora que desarrolla un tema del que poco se habla: la Guerra del Paraguay, triste capítulo que protagonizamos-junto a Uruguay, Brasil y la fría y despiadada Inglaterra- de la mano de una oligarquía que la llevó adelante para consolidarse internamente en su órden liberal.

Trancribo a un grande: Jorge Abelardo Ramos en "Revolución y Contrarevolución en la Argentina", refiriendose al caudillo Paraguayo:

"López levantó un gran ejército, construyendo fábricas de armamentos con fundición propia, astilleros navales, fábricas de papel. Organizó estancias ganaderas del Estado para consumo interno.

Por la ausencia de empréstitos Paraguay obtuvo su independencia frente a la diplomacia europea. Al mismo tiempo enviaba a centenares de jóvenes a estudiar al viejo Continente la técnica moderna.

El Paraguay de López era una magnífica demostración autóctona de que el progreso técnico de America Latina no sólo podía sino que debía verificarse sin la influencia deformadora de las potencias europeas. La grandeza de López consistió en su comprensión de que ante la inexistencia de una burguesía industrial paraguaya, el progreso industrial del país no podía realizarse sino a través del Estado"


Ahora el que me ayuda es don Arturo Jauretche con su libro "Ejército y Política. La Patria Grande y la Patria Chica":


"Paraguay tenía en esa época tantos ferrocarriles-los primeros de América- y telégrafos como tiene ahora. Ese desarrollo industrial es el que explica la capacidad del ejército de ese pequeño país que le permitió afrontar durante cinco años la guerra con un poder infinitamente superior y respaldado por los abastecimientos internacionales"


Poco que agregar. Había que destruir ese "mal ejemplo" que constituía el Paraguay autónomo y hacerlo de cuajo, para que quedara claro que todas las políticas nacionales de América Latina debían ser librecambistas (así llamaron siempre al "dirigismo" de las clases dominantes , aún hoy).


Terminada la guerra, solo 250.000 niños, ancianos y mujeres vagaban sobre las ruinas de lo que fuera un país próspero y soberano, eran los restos dolientes de una población de 1.500.000 personas, aniquilados en nombre de la libertad: "La letra con sangre entra" habrán pensado Mitre y Sarmiento.


Me gustó que Cristina recordara esta guerra que muestra el extenso proceso de construcción de un órden oligárquico terrateniente en nuestro país y que para consolidarse no dudó en sacrificar el digno intento de un pueblo valeroso y comprometido con otro proyecto.


La historia siempre reaparece con un mensaje resignificado y Cristina supo hacerlo en palabras comprensibles y didácticas.


Finalizo con la carta que escribiera el hijo del "vencedor" de Ituzaingó, una vez ganada la guerra y destruido el Paraguay. Dice en su carta Emilio de Alvear :


"El Paraguay, en peores condiciones de gobierno, de clima y topografía se ha bastado a sí mismo durante cinco años de guerra tenaz y sin tregua. Los Paraguayos tuvieron marina que ha peleado con honor.

El Paraguay ha sucumbido pero al menos cada disparo de cañón o de fusil que resuena en los montes marcando su agonía, es de pólvora, cañon y armas paraguayas. ¡Tienen con que hacer sus honores fúnebres¡.

Entre nosotros es extranjera el arma que nos mata, la que nos defiende, hasta el arma con que vencemos; la espada de Ituzaingó, que me ha legado mi padre, lleva el escudo de Jorge II. ¡Cuánto daría yo porque ella fuese tan argentina como el triunfo que simboliza¡"


¿Cuántos Diegos de Alvear pueden hacer hoy esta lectura de la realidad Argentina? ¿Cuántos seguirán prefiriendo el escudo extranjero y la espada de Jorge II?.
He aquí, uno de nuestros principales problemas, una derecha que carece de proyecto nacional.

1 comentario:

Ruben E.Mitre dijo...

Emocionante Grillo, lo tuyo como aporte para conocer las causales del aborto de los proyectos nacionales de nuestra regiòn y lo de nuestra Presidenta , porque lo que le manifesto al pueblo Paraguayo al nuestro y a la regiòn es el sentimiento de los Argentinos que queremos una patria grande como soñaron Bolivar y San Martin. Es cierto lo que decis de los Ferrocarriles en Paraguay, no nos es ajena esa afrenta a los Quenumenses como a muchos pueblos que condenaron al aislamiento al levantarlos. Por esa razon los ferrocarriles que construyo Inglaterra en Argentina tienen distinta trocha a fin de complicar la integraciòn con el Paraguay.Felizmente el debate planteado en la Argentina permite correr el velo que durante tanto tiempo y escrito con tanta sangre mantuvo confundido y mal informado a los Argentino que iso que muchos aplaudieran los golpes de Estado, sin darse cuenta que estaban alentando a sus propios enemigos, se repitio lo del circo Romano (los que van a morir te saludan