domingo, 13 de marzo de 2011

CARLOS VALDEZ












El tero siempre contaba la anécdota y terminaba con su clásica carcajada. Era el 20 de Junio de 1973, cuando Perón regresaba a la patria definitivamente. Ezeiza. Los tiros de la derecha peronista habían desbandado a la "tendencia".

El tero corrió desesperadamente, con sus patas largas de tero, corrió hacia un monte de eucaliptus que aparecía en el horizonte como un refugio seguro.

Llega, penetra y gateando elige un árbol grande, apoya su espalda en el tronco, jadea como un loco.
Unos minutos después controla un poco el jadeo y escucha...

Del otro lado del árbol había otro que también jadeaba, pero nada...el cansancio que cargaban hacía que fueran esos jadeos la precaria forma de comunicación.
Hasta que se tranquilizaron, ambos, el tero y el otro.

En un momento se hablan, hay algo extraño, son voces conocidas, se encuentran y se abrazan: son dos treslomenses que no habían concurrido juntos al encuentro con esa página de la historia. El Tero se abraza con el otro: es Carlos Corona.


Dos pibes jóvenes, estudiantes, pertenecientes a un pueblito perdido del oeste bonaerense, militantes de distintas organizaciones, encontrándose en un lugar extraño, mojón histórico de la militancia juvenil, inicio de un futuro que parecía floreciente y que luego los sectores dominantes podaron sin piedad.

Ayer 12 de Marzo murió el Tero. El flaco hijo de Benjamín y Esther, el hijo de ferroviario que fue a la universidad y que se recibió de abogado.

Un militante perseverante y alegre, con guitarra pronta y voz desafinada. Peronista hasta los huesos, como todos ellos: los viejos y los seis hermanos, fuertes como quebrachos y leales también, como esa madera.

Buen viaje Tero, abrazate otra vez con Carlitos y con los miles como él, charlá con el viejo del tren Peronista, tomate un vino tinto y caro con el Quiche y pedile a tu hermosa hermana Eva que te peine las canas, seguro que lo hará amorosamente. Una excusa para acariciarte.

1 comentario:

Daniel Cordova dijo...

Me sorprendio la noticia de la partida del "Tero", compartimos la vida universitaria en los 70. Hace un tiempo ya, lo encontre en La Plata y paradojicamente me contaba del fallecicimiento de un amigo y compañero de secundaria, Eduardo Falcon. Mis respetos a su familia. Y "Tero" desde donde estes vas a seguir haciendo lo tuyo........!!!!