El sábado 19 de febrero se presentó en el Club Barrio Alegre de Trenque Lauquen (club progresista si los hay), el espectáculo "Mujeres Argentinas". El post me había quedado "viejo", así pensé hasta ahora, pero hoy lo recreo a la luz de un acontecimiento por venir: El día de la Mujer.
Vuelvo al espectáculo. Básicamente, Lito Vitale en el piano y varias cantoras consagradas en distintos géneros musicales, entre las mas conocidas: Liliana Vitale, Hilda Lizarazu, Julia Zenko, Sandra Miahanovich.
Todas hicieron 3 temas y luego cantaron juntas dos canciones para despedirse en un muy buen espectáculo, al aire libre en una noche agradable.
Pero debo reconocer, que quien mas logró emocionarme fue Zenko, quien al interpretar Juana Azurduy, esta especie de himno a la mujer en plena guerra de la Independencia, logró una especial ligazón con el público.
Sentirla cantando, desglosar la poesía, casi gustarla, bailar sin estridencias, bailar desde adentro, sintiendo el texto , fue emocionante.
Escucharla decir con su voz preciosa: "Que la revolución, viene oliendo a jazmin", constituyó un momento de gran plenitud, fundamentalmente en estos tiempos en que esa palabra parece tan añeja y al mismo tiempo, coreada, cantada por la gente, haciéndola tan fresca: LA REVOLUCION HUELE A JAZMIN (la puta madre, que bueno), lo decía suave la enrulada de voz bonita, como si degustara la palabra y oliera las flores invocadas: "Viene oliendo...a jazmín", la revolución.
Fue un buen homenaje anticipado del Día Internacional de la Mujer: ver a estas leonas que evaluaron los aplausos recibidos por la Zenko y la Azurduy, decidiendo repetir en el final, ahora a coro, otra vez: "No hay otro capitán, mas valiente que tú". Impecable, cuidado, aplaudido. Se aplaudía una canción dedicada a una mujer revolucionaria.
En las proximidades del 8 de marzo, cuando en el final del Siglo XIX, quemaban vivas a las mujeres que se atrevieron a ocupar una fábrica, hacer huelga y demandar mejoras laborales, y hoy ver estas cantoras comprometidas con su tiempo, interpretando temas con contenido político y social, resultó un gran placer.
Encontrar este 8 de Marzo, una presidente mujer en la Argentina, ayuda a reivindicar la lucha histórica de las mujeres por la igualdad de género y mutar el castigo brutal recibido por aquellas que se atrevieron, el castigo propinado a modo de "ejemplo" por una sociedad capitalista y machista como la de Estados Unidos, triste honor el de la represión mas violenta convertida en símbolo de lucha para todas las mujeres del mundo.
Me gustaría, que lo que se siga construyendo en nuestro país (descuento el triunfo de Cristina), fuera la búsqueda cotidiana de este "olor a jazmín" que no es otra cosa que profundizar el proyecto nacional y popular: eso ya es revolucionario.
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