28 MURALES GIGANTES

Otra forma de contar la historia, así aparecen las gigantografías del pintor Rodolfo Campodónico en el exterior de uno de los museos mas importantes de Trenque Lauquen.

Son 28 imágenes que recorren la historia, entre la llegada de Europa a América y la particular idea de "progreso" que la positivista generación del 80 instaló en el país.

El hombre- caballo presentado como una unidad, el toro de lidia español que blande una espada, la cruz como parte de la legitimación de la conquista y la masacre, la naturaleza despiadada para con los recién llegados, la mezcla sexual violenta entre españoles e indias, el mestizaje resumido en el gaucho, su rol en las invasiones inglesas y en los tiempos revolucionarios, el trabajo en "el matadero", cuyo texto (Esteben Echeverría) se instala tan fuerte como el Facundo de Sarmiento en las lecturas sociales, políticas y culturales que necesariamente deben hacerse, la llegada del ferrocarril, el telégrafo y con ellos la "Campaña al Desierto" (que no tenía nada de "desierto" como no sea la falta de población blanca en las tierras fértiles), la integración a la División Internacional del Trabajo y el Modelo Agroexportador como el aporte Argentino, la oleada aluvional inmigratoria y así...

Vale la pena visitarlas, de día o de noche, porque un perfecto sistema de iluminación permite apreciarlas en plenitud y también vale la pena observarlas con mirada crítica, para que el punto de vista de su autor: el consagrado Rodolfo Campodónico, pueda ser cruzado por otras miradas, tan subjetivas como la pintura misma que desde sus imágenes múltiples nos habla.

Las observé como documento histórico y social, sin reparar demasiado en la cuestión puramente estética (bellìsimas) y puedo decir, que desde su connotación ( es decir no solamente desde lo que muestran como acto de descripción de una porción de la realidad), esas gigantografías nos hablan en un idioma que tenemos que conocer como habitantes de esta región del oeste bonaerense: nos hablan de "choque de culturas" pero al mismo tiempo de una triunfante y otra masacrada; nos hablan de malones y al mismo tiempo de Zanjas defensivas (yo las considero mas defensivas para los pueblos nativos que para los blancos); nos hablan de modernidad: telégrafos, ferrocarriles, fusiles remington y al mismo tiempo de lucha y resistencia de los avasallados; nos hablan de una generación militante que "modernizó" el país y al mismo tiempo del alto precio pagado por los "no funcionales" a ese esquema.

En lo inferido, en lo deducido, en la contextualización que hagamos, esa hermosa muestra de Campodónico, a las entradas mismas de Trenque Lauquen, nos interrogan acerca de nuestro nacimiento como región: Comandancias, Fortines y Pueblos de Campaña: Aprovisionamiento militar, Acantonamiento de soldados y Puertos Secos (nuestros pueblos), destinados a cargar materia prima, producida por inmigrantes explotados por el régimen del arriendo y disfrutada por los privilegiados de entonces.

Comprender nuestra historia regional, ayuda a entender la complejidad de los momentos actuales, de la lucha "del campo" contra todo intento de intervención estatal, aunque en los comienzos, en el reparto de las tierras, en ese acto de rapiñaje de hectáreas y hectáreas, fue el mismo estado, administrado por los sectores dominantes el que galvanizó la riqueza de los estancieros, hoy devenidos en otra cosa, pero igual de negligentes en cuanto a comprender al otro. El estado al servicio de los privilegios sí; el estado como herramienta de inclusión no. Una constante en la vida Argentina que necesariamente debe ser superada, pero no lo será sin batalla dura y profunda: ideas, política, debate, síntesis.