Desde fines del siglo XIX y durante buena parte del XX se organizaron las asociaciones gremiales del sector Agropecuario Argentino.
La primera de ellas fue la Sociedad Rural Argentina (SRA),creada en 1866 como expresión de los propietarios mas poderosos de la región pampeana, en sus comienzos ganaderos y luego agricultores de un paradigma que podía prescindir del factor humano (las muestras están a la vista).
Le siguió, casi como una respuesta obligada, la Federación Agraria Argentina (FAA), surgida en 1912 a consecuencia de los precios leoninos de los arrendamientos cobrados por los grandes propietarios.
Luego fue el turno de las Confederaciones Rurales Argentinas (CRA), de 1942, integrada por federaciones de carácter regional y algunas sociedades rurales locales, cobijando a propietarios de explotaciones medias y también grandes, dedicadas a explotaciones mixtas, con un discurso casi “copia fiel” de su hermana mayor la SRA.
A esta última pertenece-por ejemplo- la Sociedad Rural de Tres Lomas y las de toda la región del oeste bonaerense.
Las Confederaciones Rurales Argentinas, una vez que se produce la experiencia peronista (Estatuto del Peon, Estatuto del Tambero Mediero, Colonización en propiedad de mas de un millón de hectáreas, creación del IAPI, etc, etc) giró notablemente hacia el discurso liberal de la Sociedad Rural Argentina, aquella cuyo primer presidente se llamó como el ministro de la última Dictadura Cívico Militar: Martinez de Hoz.
Por último surgió la Confederación Intercooperativa Agropecuaria (CONINAGRO) del año 1958, en sus comienzos promoviendo los intereses cooperativos, pero destruída en la dictadura, su desgaste se visualizó en los 90, acercandose a la lógica de gerentes inescrupulosos que las convirtieron en virtuales Sociedades Anónimas a su servicio.
Estas cuatro entidades: SRA, FAA, CRA y CONINAGRO, son hoy la “Mesa de Enlace” que ha comenzado a desgranarse en su discurso y en su acción en los últimos tiempos, aunque aún hace falte un mayor grado de descomposición de los intereses encontrados que entre ellas mantienen, para que el gobierno deje de tener solamente a Julián Domínguez como la cara mas visible y potable.
Hacen falta otros actores sociales para que “el campo” (un sector de él) pueda formar parte del proyecto nacional y popular: Federación Agraria Argentina y Coninagro, son por su historia, demanda y trayectoria, las llamadas a protagonizar este paso, incluso algunos sectores de CRA podrían acompañar (en sus confesiones íntimas de hecho lo hacen)
Ayer Cristina habló en el acto de Julián Domínguez y su agrupación CANPO , planteó con inteligencia una “nueva ruralidad”, reivindicó la potestad del estado y de la ley como forma de evitar la creciente extranjerización de la tierra y solicitó al congreso que aprobara cuanto antes el nuevo Estatuto del Peón Rural.
En este último tema, ya no se refería a las agremiaciones sindicales patronales, sino a UATRE, (Unión Argentina de Trabajadores Rurales y Estibadores), los representantes de los peones, cuyo máximo referente, Gerónimo Venegas, hace ya tiempo ha priorizado el posicionamiento político de su líder Eduardo Duhalde, antes que la defensa de los derechos de los mas desposeídos de los trabajadores: los peones.
¿Con qué actores sociales institucionales del “campo” transitará el gobierno el proceso de profundización del modelo? ¿Sólo nuevos actores? ¿Cómo se construyen? ¿Qué peso tienen? ¿Y los "viejos" actores, serán considerados o se los estaremos regalando a la derecha?
Esta es una incógnita, que para develarla, habrá que bancar alguna contradicción-toda política de masas la tiene- algún socio de camino que vea en estos anuncios de la presidenta, no sólo una cuestión electoralista, sino reivindicaciones históricas a cumplir, trancos postergados que hay que dar, invitación a ser parte.
Contradicciones es lo que nos espera y hay que estar preparados. Sin ellas no hay profundización de modelo en el campo Argentino. La "nueva ruralidad" necesita una masa crítica que la comprenda y la defienda, con leyes y también en las calles.
Es un buen intento la sigla CANPO (Corriente Agraria Nacional y Popular), es eso lo que tenemos que lograr, que ninguno de los pequeños arrendatarios, chacareros, trabajadores rurales, jornaleros y propietarios medios con conciencia nacional se escape de su deber histórico: ayudar a transformar una realidad rural que ha prescindido del factor humano, una agricultura sin agricultores, un desierto verde al servicio de unos pocos.
1 comentario:
y hay unos cuanto guillermo. Entre ellos federados arrepentidos e incluso FAA regionales enteras. Sin dejar de mensionar a las Ligas Agrarias por supuesto. Qu etal vez necesitaban esto, una banca estatal qeu los aglutine y le de poder
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