domingo, 12 de junio de 2011

MARIO OPORTO: ORGANIZARSE PARA PROFUNDIZAR EL PROYECTO




















Con el Club Atenas colmado e imágenes de Néstor y Cristina, esperamos la llegada del Ministro de Educación de la Provincia, Licenciado Mario Oporto.

Lo escuché muchas veces, en distintos actos, siempre como Director General de Cultura y Educación, su cartera con rango ministerial en la Provincia de Buenos Aires.


Lo escuché inaugurando cada uno de los encuentros de Pensamiento Político que se realizaron en la ciudad de La Plata durante 2009 y 2010, atravesando todas las facetas de la sociedad: arte, cultura, historia, sociología.


Lo escuché en Tres Lomas, cuando visitó la Unidad Básica "Juan Domingo Perón" y pareció hablarnos como si conociera las debilidades y las fortalezas del órden local.


Pero este sábado, si bien en un principio me pareció escuchar algo distinto, comprendí rápidamente que era el mismo tipo. Jean y camisa blanca. Una mesita. Un par de papeles. El micrófono y toda la gente.


Solo este ministro de Educación, puede hablar con tanta claridad de la vinculación profunda entre educación y política, entre educación y ciudadanía crítica, entre cultura y liberación (sí, liberación, una palabra que desde don Oscar Alende no escuchaba) y él la expresó, diría que la lanzó como profundización del porvenir.


Solo un ministro convencido pudo defender tan elocuentemente , durante una hora, en un discurso potente, claro, impecable, el proyecto nacional y provincial.




Sólo un militante de base, pudo haber explicitado con tanta fuerza el rol del estado, en educación con cifras y datos contundentes y en el resto de las áreas abordadas, con formación política que excede su cartera.

Alegría transmitió en el acto. Era el "Frente Educativo para la Victoria", con cientos de docentes que interrumpieron con aplausos no forzados las palabras de este compañero.

Toda la provincia presente, Atenas reventando y el tipo comenzó a desgranar su palabra, la dejó caer poco a poco, diría que comenzó hablando el Ministro, promedió la mística del militante peronista y cerró un estadista que sabe de organización popular y consensos posibles dentro del campo nacional.




Formuló apreciaciones muy atinadas acerca de la actualización doctrinaria que el Kirchnerismo posibilitó al Peronismo, reivindicó el rol del estado para las mayorías, defendió cada netbook entregada y cada asignación por hijo, pidió verdad y justicia para siempre, desnudó los discursos gorilas que reaparecen en envases progresistas, reivindicó la nueva ley de medios y machacó sobre los genes de Felipe y Marcela, bancó a las Madres, identificó al enemigo principal y pidió unidad popular, bregó por la Patria Grande, definió el rol de los intelectuales y pensadores, invitó a los jóvenes sin paternalismos, instó a los docentes a dar lo mejor de sí en las aulas y a militar apasionadamente sin partidocracia, convocó al resto del campo nacional sin olvidarse de nadie y lo que mas me gustó, porque realmente creo que fue al núcleo : "Nadie puede acercarse a la educación si no cree en el futuro".

Quedó claro que Oporto no solo cree en el futuro, sino que lo imagina mucho mejor.

El viaje de ida se hizo largo, el de vuelta, entre mates y chorizos secos, compañeros docentes de Quenumá, Salliqueló y Tres Lomas, comentamos las alternativas de la propuesta lanzada y con mucha mas claridad, hemos decidido organizarnos más y mejor.

Su palabra fue decisiva

2 comentarios:

Susana Cavallero dijo...

Claro que si compañeros, seguiremos trabajando para profundizar este proyecto Nacional y Popular con la pasión que siempre lo hicimos Grillo.
La foto espectacular, vamos por más.

Carla Romero dijo...

Después de compartir la palabras de ministro, uno se siente en el camino correcto de apoyar este maravilloso proyecto nacional y popular. Pero tambien en el camino correcto de la educación, como herramienta transformadora de la realidad social.Como la mejor y más grande reparadora de las desigualdades sociales. Realmente uno es docente porque cree en el futuro, en un futuro donde la justicia social es posible.
La educación fue, es y seguirá siendo siempre la formula