River descendió con toda nuestra historia a cuestas.
Por eso duele y suena increible. El dueño de la mayor cantidad de campeonatos del fútbol grande, el del estadio mas bello, el de la "máquina" que lo consagró a nivel mundial , el del 75 con ese mediocampo histórico :
JJ, Merlo y Alonso.
El de los hermanos Onega, Antonio Carrizo, Morete, Daniel Alberto , el del Enzo, el del Burrito, el del Muñeco, el del Payasito (injusta y caprichosa lista entre tantos grandes)
Puta madre, que si hubieran dejado ellos un 1 % de su talento era imposible esta fotografía de un Monumental mas triste que nunca, en la gris tarde, fría de fútbol , helada de habilidades y con boludos resultadistas provocando disturbios.
Tenía 15, cuando esos tres-para mí inolvidables-constituían las vértebras justas de un mediocampo contundente. Tenía 15 y jugaba al fútbol, siempre de 8, "como JJ" pensaba . Algunos insistían en ponerme de wing, pero nunca me llevé bien con la 7, era la 8 la mía. ¿No importa esto?. A mí sí, porque con ese "8" me identifiqué siempre y me hice mas hincha que nunca.
Y JJ (para mí no se llama Juan José López), era un morochito morrudo, el justo medio entre la zurda venenosa del Beto Alonso y el serrucho leal de Merlo, JJ era el aceite necesario para que ese engranaje se pusiera a andar. Inolvidables.
Verlo hoy descender, "verme descender", justo con él de DT provocó recuerdos que estaban ahí, pero a los que había dejado descansar. Y descender con "el gran capitan" como presidente, fue como si el buen fútbol que los dos representaron nos marcara el camino para no volver a extraviarnos en estos campeonatos, aún
"Teicesporescos", donde el negocio encontró su norte y el fútbol perdió la brújula. Algunos clubes ya encontraron su GPS, otros....descienden.
El "
Fútbol para todos" transparentó e igualó , pero aún hay mucho para andar, la cultura futbolística creativa aún debe caminar por la senda incómoda de toda transición.
Nos tocó a nosotros y seguramente hicimos méritos para eso. A "la banda" le faltó gambeta, toque de primera, apertura mental, desprendimiento y talento: todo lo que hizo de River un grande.
No se puede renunciar a eso sin pagar un precio. Ahora ya está cobrado.
Sin duda aprenderemos, River y todos, porque bien leído, descendimos nosotros , pero también una porción del fútbol Argentino lo hizo, ese que tira la pelota afuera, que patea para arriba, que jamás arriesga y que no piensa en lo "colectivo" como única forma de jugar con una filosofía que te distinga; de dientes apretados, caricias a la pelota y amplia sonrisa estética.
No hay comentarios:
Publicar un comentario