Para la CNN en español, lo mas importante del discurso de Hugo Chávez en Venezuela, en el día de hoy, se centró en el concepto de "terapia intensiva".
Hugo Chávez, dijo que entre la primer intervención y la segunda, pasó varios días en esa condición y entonces, los periodistas que hablan castellano "Miamizado" pero piensan en Norteamericano, destacan el término: "Terapia intensiva, momento en que un paciente tiene en riesgo su vida" y abundaron sobre "los rasgos físicos deteriorados", su "rostro demacrado", el discurso enérgico "en un 80 %" y los cuidados de sus hijas que le fueron dictando al oído los minutos de discurso que llevaba en la Caracas que cumplía 200 años de Libertad.
Periodistas monopólicos, de rostros morenos como el mismo Chávez, pero cipayos de pensamiento, comprados por el poder del capital mediático, con sueldos que son migajas en los grandes negocios, pero que a ellos les permiten vivir "a lo Majul" en la Argentina, mismo formato.
Pequeños los ví, miserables escribas ante la enfermedad del presidente mas carismático de América Latina pensada como "patria grande", el del socialismo nacional que lejos de los dogmas Europeizantes, prioriza las cuestiones nacionales.
Eran los "interpretadores" del momento, detrás de cámara, casi "aceitados" de maquillaje, priorizadores de sueldos buenos, aunque el mismo alma les vaya en la venta.
La derecha Venezolana, que de buena gana pintaría el "Viva el Cáncer" de Eva Perón, vería el acto televisado , los imagino como hienas en sus cubiles infectados de explotación humana y antipatria, casi brindado, pensando en "su momento" que no es otro que el de los privilegios, la destrucción de la esperanza popular y la antirevolución.
Pero Chávez es Chávez.
Desde la ciencia: dos operaciones, dos tumores afuera, con o sin metástatis, quimioterapia y tratamientos varios.
Desde lo político: su anclaje en la historia, la batalla de Carabobo, el parir de la patria, el recuerdo bolivariano en las adversidades y por sobre todo la mística inigualable : "Me puse en manos de la ciencia, me entregué a Dios y fundamentalmente, a esta inmensa voluntad que gracias a ustedes tengo". Formidable.
Ciencia como progreso indiscutible en una Cuba ejemplar, Dios no solo como fé que besa un crucifijo, sino como elemento de unidad de su propio pueblo y por último, el reafirmamiento de la voluntad revolucionaria a la que Chávez pone en manos del pueblo y de él la toma, la recrea y la convierte en consigna política.
Nunca ví a alguien-ni Castro siquiera- enfrentar una enfermedad con tal grado de entrega, dignidad y desafío.
Las cámaras se posaban sobre las mujeres llorando, los jóvenes cantando y el ejército, vestidos de militar y una bandera flameando, con Simón Bolívar depositado en el viento. Aún esto no lo tenemos en Argentina, un ejército comprometido con el proyecto nacional y popular en marcha. Quizás esté, sólo hay que invitarlo a reivindicarse de tantos errores. Quizás muchos lo estén esperando. Quizás aún "los progresistas Argento" no estemos preparados todavía para este paso.
Las cámaras se posaban sobre las mujeres llorando, los jóvenes cantando y el ejército, vestidos de militar y una bandera flameando, con Simón Bolívar depositado en el viento. Aún esto no lo tenemos en Argentina, un ejército comprometido con el proyecto nacional y popular en marcha. Quizás esté, sólo hay que invitarlo a reivindicarse de tantos errores. Quizás muchos lo estén esperando. Quizás aún "los progresistas Argento" no estemos preparados todavía para este paso.
No será nada fácil, sea cual sea la suerte de Hugo Chávez en lo que a salud se refiere, retroceder las conquistas en Venezuela. El peso de su frase final lo preanuncia: "Hasta la victoria siempre". Hoy Chávez hubiera podido pronunciar, por conocimiento histórico, compromiso ideológico y hermanamiento político la mística frase de una Argentina : "aunque deje en el camino, jirones de mi vida, yo se que ustedes recogerán mi nombre y lo llevarán como bandera a la victoria" y Evita se hubiera sentido orgullosa.
Fue claro que los medios concentrados, tanto Venezolanos como los del país del Norte, quisieron fijar agenda con la "terapia intensiva", pero Chávez disputó ese punto. Yo diría que dejó claro otra cosa: ENTREGA INTENSIVA, aún en la adversidad de su salud, la entrega a la causa de las mayorías, que es-lisa y llanamente-la terapia intensiva de los privilegiados.
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