ROBERTO ALVAREZ: UN SOLITARIO MUY ACOMPAÑADO

Estamos saliendo en grupos de a 10 militantes.

Este fin de semana queremos completar el pueblo en el reparto del folleto que presenta los candidatos del FRENTE JUSTICIALISTA VECINAL y una carta para cada treslomense.

Somos muchos y estamos contentos. Por ahora "no hay un mango viejo gómez", pero a quien le importa si la militancia es genuina, si hay una autoconvocatoria que sorprende.

Ese día no había quedado claro qué grupo era el que salía.

El tipo entró en la Unidad Básica y vió los folletos organizados, espero 5 minutos y como nadie llegaba decidió "patear la calle" solo.

Hacía un frío del demonio, por fuera...

Se enredó la bufanda y subió el cuello de su campera, se acomodó los anteojos y arrancó.

Primer Timbre.

- Buenas tardes, sonrisa del que toca y también del que recibe. Buen síntoma.

Lo hicieron pasar, charlaron y explicaron. El "solitario" pasó, se sentó, comprendió, analizó y se cargó de entusiasmo.

Siguió su recorrido. Estaba solo y allí iba, casa por casa, pero algo en su interior le decía que estaba "aprendiendo" mas que antes, mas que en las reuniones, más que con la propuesta, más que con su historia gestionadora, más que nunca.

Solito y solo, casa por casa, a puro timbre, con militancias nuevas en edad madura, con sus canas y experiencias, el hombre avanzó sonriendo para sus adentros, se sintió acompañado y no lamentó haberse largado en silencio en esa tarde bajo cero.

"No conviene que salga solo" deslizó mas tarde un compañero. Otro dijo "es una muestra de debilidad". Y el tercero fue el que mas me gustó: "Eso no le calienta, se siente fuerte, acompañado y rodeado de gente nueva, esta feliz, por eso seguirá saliendo, por eso no falta nunca, por eso caminar solo no lo asusta y por eso mismo tenemos que ser siempre muchos"

Se llama ROBERTO ALVAREZ, es el candidato a Intendente por el FRENTE JUSTICIALISTA VECINAL, es capaz de hacer estas cosas, porque en definitiva intuye, olfatéa, piensa, que estar con cada treslomense es la mejor tarea en esta patriada.

Cuando los folletos se le terminaron pensó..."por hoy ya está" y volvió al local. Allí todavía esperaban mas paquetitos con folletos. Ni dudó. Tomó otro y cambió de calle.

Un timbre lo esperaba, una voz amable lo atendería, un mate le sería ofrecido sin forzarlo y un hombre nuevo lo acompañaba en la tarea: él mismo.