lunes, 22 de agosto de 2011

SINCERAMENTE





















SINCERICIDIO. No es precisamente un concepto político el elegido por el presidente de Federación Agraria Argentina, Eduardo Buzzi, para distanciarse de la "moderna" oligarquía de Hugo Biolcatti y la Sociedad Rural Argentina.


El "sincericida" en realidad, es aquel que "da muerte a la sinceridad".




Y lo que el brutal Biolcatti dijo fue "los que votaron a Cristina miran a Tinelli y si pueden pagar el plasma no les importa más nada".


A Fito lo destrozaron por sus declaraciones acerca del voto en capital, pero de Biolcati, los medios hegemónicos, poco han dicho.


En cambio, Buzzi y hasta el mismo Alfredo De Angeli, salieron a distanciarse.


Buzzi ha insistido en esta última semana después de las elecciones, con otro concepto, el de "la ruralidad" que es mucho mas que decir "el campo".




Basta mirar los resultados en el famoso "interior profundo" de la Pampa Húmeda (Centro y Sur de Santa Fé y Córdoba, Provincia de Buenos Aires, Sur de Entre Ríos, Este de La Pampa), para ver que los pueblos rurales (con todos sus componentes que exceden a los propietarios), le dieron a Cristina Fernandez de Kirchner un gran apoyo.


Maestros, profesionales, amas de casa, jubilados, empleados públicos, comerciantes, talleristas, peones rurales y también propietarios de tierras, eligieron la boleta celeste completa para manifestarse políticamente.




Y agregó Buzzi, diferenciandose de Biolcatti: "La ruralidad le ha dado un aval a la Presidente. Por lo tanto no se puede objetar ni descalificar semejante realidad, hay que aceptarla, ver como nos paramos frente a esto y como reinstalamos los problemas que permanecen entre los productores"




Nos vamos entendiendo. Yo agregaría que lo que le está haciendo falta al gobierno, para poder estructurar un proyecto que beneficie a TODA LA RURALIDAD, es una organización que lo acompañe. Y no es otra que la Federación Agraria Argentina, la que siempre debió estar mas cerca de las decisiones gubernamentales que de los cantos de sirena de sus enemigos históricos, presentes y futuros: eso es Biolcati, sin vueltas.




Vuelvo entonces al concepto inicial de Buzzi: El SINCERICIDIO. Está claro que Biolcati no "mató" la sinceridad, sino que intentó utilizarla para matar al otro. Un valor apreciado, positivo, convertido en un antivalor que intenta dañar al otro.




Nada de esto sucedió. Ni Biolcati es SINCERO cuando cree que fueron "el plasma y Tinelli" los motivos del fortalecimiento del gobierno, ni es SINCERO cuando cree que sus palabras dañarán al ganador de las elecciones.


Va mucho mas allá. La derecha lo sabe muy bien: Hay un proyecto nacional y popular en marcha, una intención de tener mayorías legislativas que permitan alternativas legales que agilicen las tomas de desiciones y el convencimiento en el núcleo mas duro del Kirchnerismo de profundizar, de ir por más.


Buzzi debiera también "ir por más" y decidir acercarse al gobierno definitivamente, abandonando una mesa que pocos beneficios les ha traído a sus afiliados y mucho desgaste a sus dirigentes, mucha lucha histórica tirada a los perros.



Buzzi debería retomar las banderas acuñadas en 1912, afianzadas durante todo el siglo XX y disponerse el año que viene-2012- a festejer los 100 años de su institución, estando donde se debe estar: SINCERAMENTE.

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