Cuando Carlos Molina, viceministro de Trabajo de la Provincia de Buenos Aires, pronunció la frase: "Está en nuestros genes peronistas", refiriéndose a la creación de la sede el Ministerio de Trabajo en el distrito de Tres Lomas, no pude dejar de asociarlo con la prédica que desde el municipio se realiza intentando captar precisamente ese voto en las elecciones del 23 de octubre.
Y pensé, que si hay "un gen peronista", habrá también un "transgénico", es decir, alguien que invita a debatir sobre Eva y Juan Perón, habiéndolos traicionado con sus acciones siempre.
El "transgénico" no es original, siempre tiene el artificio de "lo inventado". Y no lo digo por las afiliaciones partidarias (esas siempre son respetables), lo digo por las acciones cotidianas y los valores que las guían (esas son las determinantes).
Voy a los ejemplos:
Jamás UN PERONISTA admitiría contratos de trabajo renovables mes mes, jamás la amenaza del cambio de tareas como prosión para la obediencia electoral, jamás la "lección de la carretilla", jamás la ayuda social como forma de control, jamás sueldos de hambre para sus trabajadores, los más bajos de la provincia.
Un PERONISTA con "gen" Peronista, daría seguridad en el trabajo, buenos salarios permanentes y no cifras preelectorales, garantizaría la estabilidad en la tarea y la ayuda social sería entendida como un derecho y no un control que amoretona la dignidad.
UN PERONISTA con "gen" Peronista, hubiera reivindicado a Carlos Corona, militante de la Juventud Universitaria Peronista, al que se le negó su nombre para un espacio público en el pueblo y lo hizo votar en contra, desapareciéndolo una vez mas.
Un PERONISTA con "gen" Peronista no invade instituciones ni las doblega a su voluntad, sino que genera dirigentes capaces de darles nuevos aires a las organizaciones intermedias, nueva vida para hacer crecer una "Comunidad Organizada" (así se llama un libro clásico del General Perón, que debería al menos hojear).
Un PERONISTA habría hecho un culto de la frase: "Mejor que decir es hacer, mejor que prometer es realizar", mientras que en Tres Lomas ya hemos firmado la carta de intención, del preacuerdo, del acuerdo, del protocolo, del convenio, del verso eterno.
Un PERONISTA con "gen" Peronista jamás hubiera atacado despiadadamente al gobierno de Miguel Angel "Toto" Sei, durante sus dos períodos, sistemáticamente, ni hubiera blasfemado contra él, ni lo hubiera humillado o maltratado, tal como sucedió : haciendo que sus concejales votaran todo en contra, hasta la obra de gas gratis y aconsejado entre sus afiliados las peores formas para debilitarlo. Memoria.
Un PERONISTA con espíritu Peronista hubiera entregado más de lo obtenido en la función pública, como Toto que salió mas pobre que cuando entró, constituyendo un ejemplo que lo deja en las antípodas: es que del otro lado la riqueza se multiplicó.
Un PERONISTA con "gen" Peronista, entendería la inclusión como un humanismo militante y no como el pago electoral a una ayuda recibida. No pediría "agradecimientos" obligados en la prensa, al contrario ayudaría de callado y con perfil bajo. Un PERONISTA, hubiera puesto todo el Municipio en función del esclarecimeinto de las muertes dudosas en nuestro distrito, especialmente si aquellos eran débiles y desprotegidos.
Un PERONISTA jamás tendría aún su distrito sin cloacas y sufriría por la falta de trabajo, porque los peronistas tienen que ver precisamente con eso: con el TRABAJO y con los DERECHOS: "Está en nuestros genes", nos recordó a propios y ajenos en el discurso inaugural de Tres Lomas.
Un PERONISTA no querría tener cautiva a la gente solamente con la oferta laboral municipal, generaría otros contactos, haría otras gestiones, privilegiaría los emprendimientos productivos colectivos, cooperativos, ayudaría a las pequeñas y medianas empresas, gestionaría créditos blandos y facilitaría la apertura del frigorífico sin palos en la rueda.
El "gen" de UN PERONISTA apostaría a un gremio municipal potente, capaz de defender a sus afiliados, los formaría como líderes, les abriría partiarias locales para que peleen por su salario, los escucharía, les respetaría las jerarquías conseguidas a lo largo del tiempo, los cuidaría de las traiciones, los politizaría para que defiendan lo suyo, los haría mas autónomos y libres en definitiva.
Un PERONISTA "genético", reivindicaría el accionar histórico del Peronismo en nuestro distrito, aún cuando fuimos distrito de Pellegrini: Construcción de los edificios de las actuales escuelas 1 y 2, colonización y venta con enorme facilidades de mútiples colonias (la mas conocida es "17 ") convirtiendo arrendatarios pobres y explotados en chacareros propietarios y prósperos, constituyen solo un ejemplo. No intentaría erigirse en "fundador" de todo lo hecho, desconociendo las bases sobre las que se asentó y creció Tres Lomas. Lealtad.
Por todo esto es que el PERONISMO, el GEN PERONISTA, el ESPIRITU PERONISTA no está "allí" y su peor actuación es precisamente intentar parecerse: nunca lo fue y nunca lo será, porque no irriga en sus raíces, no anida en su espíritu y fundamentalmente, no está en su historia.
Ha hecho bien el FRENTE JUSTICIALISTA VECINAL en no contestar esas provocaciones, porque constituyeron un intento para entablar un debate que ocupe el espacio vacio del enorme silencio de sus logros: escasos, parciales, caprichosos, sin norte, sin PERONISMO.
Yo sí elijo contestar desde mi blog, porque quiero, puedo y creo necesario hacerlo.
También es cierto que hay muchos Argentinos, que sin haber sido nunca Peronistas, actúan y actuarán como tales y eso tiene que ver con la sensibilidad hacia el que sufre, el buen trato con los más débiles, la justicia social como concepto y acción, la independencia económica como doctrina, la soberanía política como identidad, los derechos humanos pasados y presentes como irrenunciables, la protección de los necesitados en cada uno de los momentos como causa permanente y la organización sindical como columna vertebral de los trabajadores.
Eso es un PERONISTA, aunque no esté afiliado o no recuerde al dedillo las estrofas de la marcha de Hugo del Carril, eso sí es posible.
Un PERONISTA con espíritu Peronista no aceptaría inviernos electorales con "leña para todos" y otros inviernos donde no conviene tener frío porque no hay elecciones. Ese podrá ser un OPORTUNISTA pero nunca un PERONISTA.
No se es PERONISTA por decreto y menos por prepotencia, solo se logra por el pensamiento, las acciones realizadas y los valores con los que se vive.
El "Gen Peronista" que el Viceministro de Trabajo dejó como perlita semántica, contrasta notablemente con el "transgénico local".
Y ya sabemos, que a la semilla transgénica es inútil fumigarla.
Solo queda sembrar otra cosa. Quizás el 23, la tierra esté apta.
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