ESTUVIMOS EN RADIO PROVINCIA

El día Jueves 17 de Noviembre, durante 10 minutos (entre las 20 y las 21 horas) tuve la oportunidad de salir al aire en el programa "ABC" de Radio Provincia que transmite desde la ciudad de La Plata (AM 1270)

El programa es del Ministerio de Educaciòn de la Nación, abordaba ese día la temática del "Pensamiento Nacional", recortándolo en algunos autores: Arturo Jauretche, Scalabrini Ortiz, "Almafuerte" y Juan José Hernández Arregui.

Consultan, via inspección regional, a algunos docentes de determinadas región educativa y que puedan haber trabajado con la temática que estos autores nacionales plantearon en su momento.

Así un profesor de Historia de Lincoln abordó a Jauretche, una Trenquelauquenche a Pedro Palacios (Almafuerte) y a mí me tocaron los minutos destinados a Raúl Scalabrini Ortiz, especialmente la parte de la relación PROYECTO AGROEXPORTADOR- FERROCARRILES INGLESES, cuestión muy sentida en los pueblos como el mío, por visible entonces y por visible ahora.

Scalabrini es uno de esos autores que propone volver a la realidad, a una especie de virginidad mental a toda costa y una resolución inquebrantable de querer saber exactamente como somos.

Escribió-a partir del comienzo de la década infame- folletos, periódicos, diarios y libros: todos ellos como intelectual situado (ante tanto académico que aún parece pasado por el Koinor, cualquiera de sus lecturas es abarcativa, profunda y actualmente comprometida).

Entre sus libros los mas conocidos: "El hombre que está solo y espera"; "Política Británica en el Río de la Plata"; e "Historia de los Ferrocarriles Argentinos".

En los dos últimos abraza la triste historia de nuestros ferrocarriles. Cuenta que si bien el primero de ellos-el FCO, después "Sarmiento"- fue una iniciativa porteña y provincial, bien pronto, en pleno auge del proceso Agroexportador nuestra oligarquía dueña del poder y el gobierno se lo vendió a Inglaterra en 1889, garantizándole una ganancia anual muy por encima de lo esperable, regalándole a la empresa extranjera una legua de campo a cada costado de las vías.

Denuncia Scalabrini, que los ferrocarriles constituyen la llave fundamental de una nación, el equilibrio entre regiones y sostiene: "Muy pocos saben que la potencia de los ferrocarriles, es quizás superior a la potencia del Estado, proque se ejerce sin contralor alguno, discrecionalmente". Tal el estado de cosas en 1940.

Luego profundiza y esclarece. Los ferrocarriles ingleses no buscan unicamente sus ganancias, además del propósito lucrativo, obedecen como toda propiedad inglesa, a los intereses vitales de Inglaterra. Ganar dinero es para los ingleses una obra de egoísmo, pero la gran obra de amor a Inglaterra, es impedir que en nuestro país se fabriquen los productos manufacturados con que Inglaterra termina de pagar nuestros abastecimientos de materia prima, esa es su gran tarea ferroviaria.

La política británica sigue siendo en la República Argentina, de sofocamiento y de represión y el ferrocarril su arma principal, pues para eso, ante todo, fueron construidos. El ferrocarril, se aventura Scalabrini, es el instrumento del "antiprogreso".

El ferrocarril puede ser el elemento aglutinador de una colectividad o su más pernicioso disgregador.

Desgraciadamente-basta mirar un mapa actual- las líneas ferreas no fueron tendidas con un criterio de equilibrio y de unificación nacional. las líneas fueron trazadas con un sentido ajeno a las conveniencias nacionales, porque su estudio, planeamiento y financiación fue pensado "en extranjero": Tienen forma de abanico con vértice en el puerto de Buenos Aires y líneas como tentáculos hacia la pampa húmeda y nuestros pueblos como pequeños puertos secos, nudos de una telaraña que apresa a la Nación entera.

El ferrocarril no es Argentino, nada mas que para maniatar, paralizar, sofocar y explotar los productos naturales.

El instrumento mas poderoso de la hegemonía inglesa entre nosotros-decía en su libro- es el ferrocarril.

Y remataba: "El arma del ferrocarril es la tarifa. Con ellas se pueden impedir las industrias. Es un arma artera y silenciosa. La política ferroviaria inglesa ha sido contraria a la salud argentina"

¿Y cómo se le enseña esto a los chicos de Secundario?, deslizó la periodista de Radio Provincia.

Pues con la realidad presente que nos explica en muy buena parte, aquel pasado y aquella preocupación del escritor nacionalista. La educación será popular en la Argentina, no sólo cuando sea gratuita, obligatoria, con prolongación hasta el secundario-cuestión que celebro por supuesto- sino cuando se intente responder desde ese lugar , a los intereses de la Nación, cuando formemos ciudadanos concientes de los problemas del país y que entiendan que la Argentina es de todos. La existencia de un programa en Radio Provincia, que trate el tema del "Pensamiento Nacional" es un camino deseable.

Hoy el Ferrocarril Oeste está consecionado a Ferroexpreso Pampeano, que lo usa indiscriminadamente, no importa que las vías no garanticen velocidad, total, el tren de pasajeros "ya fue" y ahora solo importan los granos, el combustible o cualquier otra mercadería que en forma muy barata (extremadamente barata respecto a otro flete), beneficia a esa empresa.

Los chicos han podido seguir-como una película dolorosa- la suerte de nuestros pueblos de la línea Oeste, la del Ferrocarril Sarmiento. Saben que fue nuevamente nacionalizado en 1948 en el gobierno Peronista, pero también saben, que a partir de 1955, el desguace comenzó siendo liviano y terminó con Menem en una carnicería.

¿Cómo profundizamos el proyecto nacional y popular en este tema? ¿Qué inversiones le darían nueva vida a estas líneas? ¿Cuándo nos deshacemos de la empresa que desde los 90 ha cosechado solo ganancias, sin una sola inversión, utilizando a destajo todas las instalaciones de galpones, material rodante y fijo, que pertenecen al patrimonio del pueblo Argentino?

Al releer a Scalabrini Ortiz, con su voz en soledad, allá cuando pensar lo nacional no era tarea sencilla, se puede ver la inmensa tarea realizada: el despertar de una conciencia nacional, parte como fruto de la genialidad del incansable investigador, pero también parte del encuentro, entre ese pensamiento y las condiciones políticas que las masas crearon para resistir una y otra vez.

Como ahora.