viernes, 11 de noviembre de 2011

LA ULTIMA GRINGA





























Reclinó la cabeza en la madrugada.
Se llamaba Nélida Vesprini y era la última italiana viva en Tres Lomas.


Oriunda de la provincia de Ascoli Piceno, en el centro- este de Italia, contra el azul Adriático.
Su pueblito era Fermo , de donde partió con la niñez a cuestas, con 7 años, en el final de la segunda década del conflictivo siglo XX, con los ecos de la primera guerra mundial en las historias orales de sus mayores y un futuro que presagiaba un nuevo enfrentamiento.


Vesprini Nélida, la niña nacida en Italia, aunque Argentina hasta la médula , supo construir su amor en estas tierras del sur sin olvidarse de su bota italiana, a la que nunca volvió.
Una vez moza, se casó con Isidro Alvarez y cinco hijos le otorgaron sentido a la vida austera de esta Italiana Argentina.


Mientras Isidro ponía en marcha los motores de la Usina Vieja, Nélida Vesprini criaba y amaba que son la misma cosa .
Nacieron Roberto, Mirta, Noemí y después mellizos: Ana María y Carlos. Cinco críos en épocas bravas hoy ramificados por doquier, portan su segundo apellido con orgullo italiano.


Tenía 86 años esta tana “dulce, recta y de palabras precisas” tal como la describió uno de sus hijos, la que nos inculcó “valores y respeto”, al decir de otro.


Amante de las fiestas, le gustaba que se hablara de su país, escuchar su música y ver sus bailes, de casa llena para sus cumpleaños donde una cantidad de nietos con apetito la hacían sonreir.


La última tana viva en Tres Lomas, de aquellas que como muchas habrá soñado con hijos honestos y prósperos. Debo decir que los tuvo, todos ellos, apreciados en la comunidad, gente de trabajo y esfuerzo.


En un mes mas hubiera visto asumir al mas grande de ellos como Intendente de Tres Lomas y sin duda estaría gustosa.


Reclinó la cabeza en la madrugada y partió a darse un baño en su mar Italiano pero luego Tres Lomas la convocó nuevamente. Está entre nosotros y con sus hijos. Y con todos los que por nuestros abuelos tanos, sentimos amor por esa península con personalidad sin igual.


Chau gringa, con vos se termina una época: la de los inmigrantes italianos aún vivos. Pero comienza otra: la de los que en su honor queremos un mundo mejor, con tus valores intactos.

3 comentarios:

Gerardo Fernández dijo...

Qué bonito cuando hacés estas pinturas. Un abrazo y dáselo pro favor a Roberto.

daniel mancuso dijo...

hermoso relato, chao ragazza...

Susana Cavallero dijo...

Qué lindo Grillo tu escrito, así era Nélida, La última vecina que nos quedaba de las que vimos desde que nacimos mis hermanos y yo. Vecina y amiga de mi mamá.Ocupará un lugar en el corazón de mi flia.