jueves, 25 de julio de 2013

CON LA MOTO NO ALCANZA



Que hacer si rompe el preservativo

Hasta el funcionario del casco y la moto flamante lo reconoce, aunque lo hace desde el cinismo y no desde la autocrìtica, lo que  retardarà la correcciòn. Una làstima.

Ha quedado claro que las promesas realizadas a la Juventud del Frente Justicialista Vecinal, que va dentro de la boleta del Frente Para la Victoria, han sido defraudadas durante estos dos años.

Y el funcionario “de la moto nueva”, habiendo adoptado precisamente “ese” vehìculo para trasladarse, habrà creído que con eso bastaba: la moto, un casco canchero, un par de alforjas y campera de cuero. Aunque por dentro quizàs circule un anciano especulador y poco confiable: vaya a saber...

Quizàs ignore-como muchas otras cosas- que la juventud no es precisamente engañable y utilizable.  Es la edad de las pasiones e  ilusiones, que pueden prolongarse en algunos casos y no visibilizarse nunca en otros.

Esto no invalida la voz propia de los jóvenes, porque en realidad, no importa demasiado que todo haya sido dicho (pensemos en la relaciòn històrica de los jóvenes con la polìtica en la Argentina), sino la necesidad de cada generaciòn de reiterar la vida y por lo tanto de decir las mismas cosas en su idioma de hoy.

Esto es bueno que pase. Los jóvenes enamorados de la polìtica de hoy, son los mismos que acompañaron al radicalismo Yrigoyenista en su lucha por la Reforma Universitaria, los mismos que se opusieron al fraude a travès de FORJA, los que acompañaron a Peròn y a Evita en la lucha por los “derechos de la niñez”, los que lucharon durante los primeros años de la “resistencia” Peronista, fundamentalmente como jóvenes trabajadores pertenecientes a un sindicato. Son los mismos que desde familias que no eran peronistas, confiaron en el socialismo nacional prometido desde el exilio y dieron su militancia y hasta su vida por ello, son los jóvenes que constituyeron el grueso de los desaparecidos en la Argentina del 76 al 83 (De 10 a 16 años : 10,61 % de los desaparecidos. De 21 a 25 años: 32,62 % de los desaparecidos. De 26 a 30 años: 25,90 % de los desaparecidos y de 31 a 35 años: 12,26 % de los desaparecidos). 

Sumando y sintentizando: El 81,39 % de los desaparecidos en la ùltima dictadura militar tenìa entre 16 y 35 años: JOVENES.

Incluso los dos desaparecidos treslomenses: Hugo Medrano y Carlos Corona, tenìan al momento del trágico desenlace del terrorismo de estado, las edades de 29 y 24 años respectivamente. 

Tambièn son los mismos jóvenes que en la reapertura democràtica de 1983, generaron una instancia masiva de afiliación y nueva participación. Hasta que los 90 los dejò sin ejemplos, sin nortes, sin brújulas posibles. Es que los mejores habìan muerto.

Y en la coyuntura del  2011, cuando los jóvenes treslomenses constituyeron el fermento de una campaña electoral guerrera y apasionada, les fue prometido un lugar en el gobierno, un lugar simplemente: Secretaria, Subsecretaria, Jefatura, Direcciòn…como quiera que se llame. Eso no importaba. No habìa en estos jóvenes una intenciòn burocràtica acerca del cargo polìtico, quizàs como nadie-sin moto, sin casco, sin campera- para ellos el cargo era una trinchera desde donde hacerse escuchar y llevar adelante sus polìticas, sin tutores que piensan como adultos conservadores  y se disfrazan de pùberes piolas.

Esto no pasò, se los soslayò, se los dejò de lado. No se entendiò que ser jòven es tener ideales y luchar hasta lograrlos, es soñar en el futuro por el que se trabaja en el presente, es tener siempre algo que hacer, algo que decir, algo que dar y algo que crear. Para esto pedìan un lugar de lucha y no un sillòn cómodo y bien pago.

Todo  hombre que ocupa un lugar primordial en el gobierno, como filtro polìtico entre el intendente y la gente tiene enorme responsabilidad en lo sucedido y no alcanzarà si la respuesta es que los tres primeros candidatos de la lista a concejales son jóvenes.

Nadie està cuestionando esto, lo que digo es que nunca se les diò ese lugar en el gobierno desde donde generar sus polìticas. ¿Acaso serìan estos los candidatos jóvenes que hubieran elegido los jóvenes organizados?. ¿ O estos jóvenes elegidos lo fueron con una mirada propia de la adultocracia? ¿O mejor dicho de la conveniencia egoísta y mendaz?.

Nada de silencio. Ganaremos la elecciòn, aplastaremos a la oposición enfermiza que le volviò a dar la navaja al mono y al mismo tiempo, haremos las crìticas necesarias para que las correcciones lleguen a tiempo.

Esta es la funciòn del adulto polìtico: no parecerse a un jòven en la “chopera”, no digitar a gusto y paladar a los jóvenes “emparentados” con la obediencia, sino tener la capacidad que dejò esa etapa juvenil, sin haber perdido los mejores rasgos de la misma. 

Es el que conserva las fuerzas emocionales que alguna vez lo tuvieron allì, la autonomìa terca, la capacidad de asombro, la curiosidad intelectual, el idealismo. Es el que incorpora todos estos elementos a un nuevo patròn de desarrollo de su vida, mas dominado por la estabilidad, el conocimiento, la sensibilidad, la fortaleza, la determinación y la sabiduría.

¡Cuidado compañeros¡. Los jóvenes nos volveràn a acompañar en esta elecciòn porque la esperanza es su fuerte, pero se corre el riesgo de perderlos por negligencia y oportunismo. Menos chopera y a sacarse el profiláctico de la cabeza: de la de pensar.

1 comentario:

Anónimo dijo...

¿quien es???????