miércoles, 6 de noviembre de 2013

TRADICIONALISTAS DE CARTON



 

Volviendo sobre el dìa de la Tradición (10 de Noviembre), lo que muestra y lo que esconde,  dirà Arturo Jauretche en su libro: “La colonización pedagògica y otros ensayos” lo siguiente: “ Hay muchos “tradicionalistas” que propician el monumento al gaucho, pero se oponen al estatuto del Peòn. Es que una cosa es el gaucho muerto y otra el gaucho vivo”.

Genial por lo sintètico y por lo profundo.

Y para “verlo” con mayor claridad, analicemos una cita del estanciero Godofredo Daireaux, que en 1880 (atenti al año),  escribìa en su libro “La crìa de ganado en la estancia moderna” lo que sigue: “Hemos dicho que para conseguir reproductores de valor, es preciso mantenerlos con abundancia; lo mismo diremos que para tener buenos trabajadores, es preciso alimentarlos en proporciònal trabajo que se les pide.
Al estanciero le toca cambiar poco a poco estas condiciones anormales de vida y mejorarlas en su propio interès, pues el interès es el gran mòvil de las acciones humanas; es preciso que comprenda que para llegar a mejorar sus haciendas, debe mejorar primero, o al menos simultáneamente, a la gente que las cuida”

Clarito. Un peòn bien tratado solo en funciòn de una mirada utilizarista (el interès econòmico es el gran mòvil de las acciones humanas le faltò completar), nunca como derecho del trabajador rural, que debiò esperar a 1944 (64 años después de este pàrrafo tan “estanciero”) para tener su propia ley: el Estatuto del Peòn Rural de 1944.

Este estatuto se derogò en 1980, durante la dictadura, en connivencia entre la Sociedad Rural, el Ministro de Economía Martinez de Hoz y el guardìan del silencio Jorge Rafael Videla.
Pero a fines de 2010, cuando Cristina Fernàndez de Kirchner reemplaza esa ley de la dictadura y vuelve a un estatuto mejorado, la mesa de enlace completa se opuso. ¿Y el “Momo” Venegas que hizo?. Adivine usted: tambièn se opuso.

El dìa de la tradición se ha quedado embalsamado en el gaucho simbòlico, pero lejos està de aceptar hoy a su referente vivo: el que aùn reclama, sufre y sobrevive como el eslabón màs dèbil del “campo argentino”.

2 comentarios:

Alejo Steimberg dijo...

Excelente.

uno dijo...

Es cierto Donari. Buen blog este, lo sigo siempre.