La amable renuncia del ministro de Hacienda Nicolás Dujovne no resulta una novedad ni para la coyuntura traumática en que su jefe político puso a la Argentina, ni para la teoría del "fusible", que en este caso no ejerce, porque el cortucicuito permanente seguirá escupiendo chispas. Ningún apellido, por mas "lacunzziano" que sea, puede ocultar el echo de que el rumbo será el mismo y por lo tanto las acciones, ante un derrotero nefasto, siempre serán pequeños parches que pierden aire, desde el mismo día que el gomero decide aplicarlos. O sea, desde hoy.
No hay solución en esta temática, aunque sí podría ayudarnos a ver la totalidad de lo que está sucediendo, intentando alumbrarlo con una luz diferente, que no tenga que ver con el modelo de Macri-Fondo Monetario Internacional-Privilegiados Nativos, sino con otra concepción.
Y aunque los politólogos posmodernos consideren vetusto o nunca lo hayan tenido en cuenta como material de análisis, el libro de Juan Domingo Perón "Conducción Política" no ahorra la mirada original y desde una posición rupturista con los dos contendientes de la "guerra fría" , plantea una salida diferente.
En el capítuo titulado CAPITALISMO y mas especificamente en su página 71, el título es mas que interesante. Dice: "También conviene al capitalismo adoptar nuestro sistema".
Es un párrafo relativamente corto pero jugoso: " Y cuando los justicialistas podamos ofrecer al mundo nuestra nueva teoría y los capitalistas sepan que por esta nueva teoría ganan más, la aceptarán, porque ellos lo que quieren es ganar mas. Esto es lo que hay que ir realizando. Nosotros no convenceremos al mundo capitalista para que abandone las formas que el capitalismo ha establecido sobre la miseria, diciéndole que es necesario cambiarlo por otro sistema de abundancia; con palabras no los convenceremos nunca. Cuando los capitalistas comprueben que ganan más con nuestro sistema, no tengan la menor duda de que lo adoptarán y serán sus defensores. Y habremos resuelto sus problemas y habremos resuelto el problema que más nos interesa, que es el que afecta a los pueblos"
Es evidentemente un texto para fortalecer la idea de la Tercera Posición. Luego la historia, sus actores e intereses , su desarrollo, se ocupó de auscultar el sentir del "capitalismo" en la Argentina y hubo momentos interesantes y otros para el olvido. La concepción de don Miguel Miranda, la mano derecha del primer Perón en materia económica, o el proyecto inconcluso de Gelbard para acordar entre empresarios y trabajadores, la impronta de un estado atento a la economía, casi al punto de reemplazar la construcción de la burguesía nacional, constituyen experiencias que solo nombro desordenadamente como aceptables (no digo exitosas), porque al mismo tiempo, en la larga proscripción, en los gobiernos elegidos "democràticamente" que la aceptaron, en las dictaduras reemplazantes y fundamentalmente en el Proceso de Reorganizaciòn Nacional, rompieron sistemàticamente con la idea de construir nuestra propia burguesia, un empresariado nacional, que comparta su suerte con la del pueblo trabajador.
Esto tampoco pudo construirse en la nueva etapa democrática a partir de 1983. No pudo Alfonsín, mucho menos Menem y De la Rúa. El intento "nacional y popular" que duró los 12 años del Kirchnerismo, fue mas "popular" que "nacional" en este aspecto. Fortaleció a las pequeñas empresas y favoreció un clima de conciencia burguesa nacional, pero no fue suficiente. Una matriz ideológica gestada en los años 70 pareció ser el límite de avance.
Hoy que estamos muy cerca de llegar al gobierno para comenzar a construir el poder constituye un buen momento y en este aspecto la renuncia de Dujovne puede ser de utilidad para pensar en nosotros mismos. Al verdadero capitalismo (no al enseñoreado especulador y financiero que ondea en la trampa Argentina del presente, donde dólar/ tasas son su foto actual) le irá mejor con el Peronismo y diríamos aggiornadamente, con el Frente de Todos aunque todavía falten algunos..
Hasta el cansancio lo hemos escuchado en los análisis de este último año. El círculo virtuoso: mercado interno, industria, trabajo digno y bien pago, poder de compra, dinamizaciòn econòmica, alimentación del circuito.
Sí, faltan los no incluidos, los mas marginados, pero sin duda, también para ellos, un capitalismo productivo que genere trabajo es el camino a su propio desarrollo, que, aunque tortuoso y complejo, invita como un semáforo generoso a aprovechar la luz verde que tendremos porque ganamos.
Cuando el empresariado nacional se convierta en burguesía motorizadora, dejará de comprar la idea del "crecimiento con derrame" y se aferrará al desarrollo con producción.
Chau Dujovne, disfrutá de tu plata afuera, quizás el "amor" del que se dice portador el peronismo, en contraposición con el odio de las clases mas acomodadas te deje hacerlo, no lo se. Si estoy seguro que acá adentro, en la patria que centrifuga pobres y excluidos, quien te reemplace se te parecerá mucho, sencillamente porque no es cuestión de nombres, sino de política económica.
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