



El Concejo Deliberante de Tres Lomas funcionarà ahora en la muy bien refaccionada ex casa de la Vieja Usina.
Constituye esta una obra muy importante, no solo por la valorizaciòn de una dependencia desde el punto de vista edilicio-arquitectònico, sino desde el dato cualitativo que significa su separaciòn del Departamento Ejecutivo.
Desde la autonomìa , el Poder Legislativo de Tres Lomas, funcionò en las dependencias mismas del Poder Ejecutivo, es decir, dentro de las paredes donde el Intendente desarrolla su gestión.
Se podrà decir que no hubo presupuesto para trasladarlo antes, pero personalmente creo que en el fondo fue otra la cuestión que lo mantuvo “atado” a ese lugar.
Y no quiero ser injusto en esta apreciación, porque no hablo solamente del actual gobierno municipal, sino tambièn de los anteriores, desde el nacimiento mismo como distrito autònomo.
Sin embargo, hubo èpocas en que el Concejo Deliberante, pese a estar ubicado, casi como una “dependencia” del Intendente, tuvo amplio protagonismo, el debate polìtico estaba presente y realmente funcionaba como la verdadera “caja de resonancia” de la problemàtica comunitaria y sus posibles soluciones.
Pero tambièn existieron momentos en que literalmente “desapareciò” de escena, se burocratizò en su rutina, aburriò con sus sesiones tediosas sin debate y se convirtió en una “guitarra sin cuerdas”, donde la voz del disenso no se escuchaba y la obediencia aplastaba los posibles “grises” entre el mismo oficialismo.
El actual gobierno, que en esta ùltima etapa se ha caracterizado por intentar un Deliberante dócil y manipulable, ahora concreta una obra que debiera obligar a otra cosa: ser capaz de considerarlo como otro poder, contestar sus pedidos de informes, admitir el disenso e incluso promoverlo, "ver" en ese poder, algo mas que un recinto, llenarlo de polìtica y de proyectos que se discutan y avanzar con la crìtica a cuestas sin victimizarse.
Por su parte, al Deliberante le cabe un desafìo, ya que tener un lugar propio es auspicioso, pero no es lo mismo que ganarse su “propio lugar”.
Y no es un juego de palabras. El lugar fìsico ya està, bienvenido. El “propio lugar” aùn debe construirse , para que el Concejo Deliberante se convierta en UNO DE LOS PODERES del sistema democràtico.
Los concejales estaràn mas còmodos en su nueva casa, pero para que realmente el traslado no sea solo de bancas y estrado, deberàn “poner mas incòmodo” al otro poder, que por momentos parece ser el ùnico existente en el distrito. Y esta tarea le corresponde, tanto al oficialismo como a la oposición. Esperemos la mudanza entonces…
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