jueves, 26 de marzo de 2009

GOBIERNO MUNICIPAL Y DERECHOS HUMANOS: "LA TERCERA MIRADA", LA DEL "EQUILIBRIO".


A continuación la nota publicada en el último numero del Semanario La Prensita, respecto a la política de nuestro gobierno municipal en el tema de Derechos Humanos. Aparece con mucha claridad, la VERDADERA POSICION del gobierno local en esta materia, DESCARNADA, mas allá de la dialéctica perversa de quien fue el orador principal del momento. Mucho por decir y refutar, pero me gustaría que lo hagamos colectivamente, a través de los comentarios. No es para "sacarme el sayo" de hacerlo, sino porque percibo que las intervenciones plurales le darán un justo tratamiento a semejante grotesco. Nos estamos leyendo.


LA NOTA DE LA PRENSITA
"En vísperas de un nuevo aniversario del golpe militar de 1976 y como una manera de conmemorar una fecha tan cara a los sentimientos de nuestro país, el gobierno municipal treslomense, llevó a cabo el martes 23 de marzo, en horas de la noche, una jornada de reflexión, en el hall de acceso al Palacio Municipal.
El acto estuvo encabezado por el intendente municipal, Dr. Mario Luis Espada, quien estuvo acompañado por su esposa, Julia Mors; el presidente del Honorable Concejo Deliberante, Ing. Juan Carlos Méndez; la secretaria de Gobierno y jefa de Gabinete Municipal, Nidia Silva; concejales, consejeros escolares, miembros de su gabinete de trabajo, representantes de instituciones intermedias y vecinos de la comunidad.

En el comienzo, fue el propio intendente quien tomó la palabra para explicar los alcances de la reunión. “El Gobierno Municipal de Tres Lomas -dijo-, en esta noche del 23 de marzo, y considerándolo un deber ético, realizar una jornada de reflexión que de algún modo preceda la jornada de mañana, 24 de marzo, que simbólicamente es la fecha conmemorativa de una interrupción institucional del país, que trajo consigo un manto doloroso de sangre, sobre el cual la familia argentina fue desgarrada en sus esencias”.

“Normalmente -explicó el mandatario- el Gobierno Municipal dejaba reservada esta fecha a la conmemoración realizada por el Movimiento Independiente de los Derechos Humanos, que ha programado para el día de mañana a la tarde, una jornada en su espacio de encuentro. Sin embargo nosotros consideramos, junto al presidente del Concejo Deliberante; Juan Carlos Méndez y a la jefa de Gabinete, Nidia Silva, que la importancia de esta jornada ameritaba que hiciéramos una reflexión colectiva, que sirva para, de alguna manera, fijar la posición que históricamente hemos tenido, acerca de esta fecha y de estos acontecimientos”.
Luego, el Dr. Espada cedió la palabra a su vocero; el periodista Orlando Moro, quien sería el único orador de la noche. El funcionario comenzó invitando a los presentes, a reflexionar sobre dos o tres aspectos “no relacionados directamente con lo que fue el 24 de marzo de 1976 –dijo- en el que Argentina recibía esa dura marca en su historia, de una nueva interrupción en un proceso democrático, en lo que seguramente coincidiremos, o es de esperar que coincidamos, en que es un capítulo que no debe volver a repetirse, por todo lo que sucedió con la interrupción, por todo lo que sucede cada vez que la fuerza impera sobre la razón. Todos coincidimos en que debemos recordar esa frase que expresa el nunca más, pero el nunca más no sólo para recordar el golpe, sino el nunca más también, para todas las cuestiones que provocaron el golpe”.

“A partir del golpe militar -se explayó- surgieron al menos tres miradas en la Argentina sobre este acontecimiento. Una mirada que se auto-denominaba como la de los derechos humanos, ideológicamente ubicada en la izquierda del espectro político, que luchaba por los derechos, solamente, de quienes habían sido víctimas de la dictadura. Desde la detención y la liberación, hasta la desaparición, cualquiera que se encontrara en ese espectro, más quienes sufrieron muchísimas otras consecuencias por parte de la dictadura. Había otra posición, que se iba al otro extremo, quizás minoritaria, pero que después cobró fuerza en el país con el advenimiento de la democracia, que bregaba por reivindicar la acción de las fuerzas armadas y buscar una justificación. Aquello efectivamente estuvo bien hecho y los asistía la razón, a aquel grupo de hombres, que dijo mesiánicamente que venía a reencarnar un proceso de reorganización y una reconstrucción de la Argentina como nación. Probablemente, la expresión menos escuchada y la que más nos hubiera permitido elaborar una resolución social del golpe de estado, fue la tercera. La intermedia. Para mi gusto, la más equilibrada, aquella que sostiene que todas las vidas son una vida, que la violencia debe ser combatida venga de donde venga, que los seres humanos tienen derechos, sin importar si vestían un uniforme, o si eran hijos o nietos de un militar, o si eran militantes de una causa política y que había que trabajar seriamente en la República Argentina para construir una idea de nación y de derechos humanos que contemplara todas las miradas”.

“Esta tercera mirada, que a mi me parece la más equilibrada -dijo Moro- es la que nos hubiera permitido, de ser mayoritaria, progresar más rápido. No tenía personeros, ni políticos ni periodísticos tan contundentes como los que tenían la izquierda o la derecha. Eso generó una fractura entre las organizaciones de derechos humanos, que perdura hasta nuestros días. No es lo mismo militar junto a Hebe de Bonafini, que dice, cuando muere un delincuente lloro, cuando muere un policía festejo; a hacerlo con Estela de Carlotto, que dice, todas las vidas son una vida”.

Citó a Cortazar, al decir que “Hay un grupo de derechos humanos que son los fechistas, es decir, aquellos a los que sólo les interesan las fechas. Y hay otro grupo, que son los obreros de los derechos humanos, que son aquellos que entienden que hay que trabajar por la totalidad de los derechos humanos. Por aquellos sancionados en 1948 por Naciones Unidas, que vienen de aquellos maravillosos textos de Santo Tomás de Aquino sobre los derechos del hombre, sobre el derecho general a ser incluido, el derecho a la salud, el derecho al trabajo, el derecho a la vivienda, a un lugar social. Entonces, aún hoy sobreviven estas dos miradas sobre los derechos humanos. Una es la mirada del rencor, la del resentimiento, la mirada que más que justicia busca venganza, que busca revancha. Y una mirada que a mi me parece mucho más constructiva, que efectivamente busca justicia, pero con una mirada de la justicia que tiene que ver con el derecho de la razón por sobre el derecho de la fuerza. Y me parece que en este sentido, uno ve demasiados militantes de derechos humanos muy preocupados por las fechas, pero no siempre mirando en que se puede trabajar por los derechos contemporáneos de los hombres. Y a mí particularmente me parece que a los hombres que lucharon, acertados o equivocados por una causa que consideraron justa, no se los honra hablando de sus luchas, sino luchando; si no es muy fácil"

6 comentarios:

Anónimo dijo...

Es la teoria de los dos demonios, tal cual tus ilustraciones del post. Me parece muy bien poder contestar entre todos, creo que surgiran muchas cosas.

Anónimo dijo...

No sòlo es la teorìa de los dos demonios, sino la teorìa del olvido. Ese acento por el presente de los derechos humanos-que se predica, pero no se pratica-, como una crítica a los militantes de derechos humanos, es una forma de negarlos y, con ello, de negar ese pasado. Lo que se niega en nombre del presente, léase bien, es el pasado -se los niego por haberse quedado en el pasado, desoyendo las exigencias que impone la lucha por los derechos humanos en el presente-.
Más allá de lo falaz del argumento -la mayor parte de los militantes de derechos humanos- son fervientes defensores de los derechos humanos en todas sus dimensiones.
Para nuestro intendente, los derechos humanos no son màs que un instrumento de la retòrica a sueldo de su vocero.
Estoy seguro que si Estela de Carloto conociera a nuestro intendente, no volverìa a sacarse una foto con èl.

Anónimo dijo...

Orlando se desayuno con gancia sin hielo o tomo una dosis fuerte de "DESMEMORIOL" porque cuando estaba en Trenque Lauquen no pensaba asi, tenia una linea coherente sobre el tema.¿De que solucion correcta hablas?. Hay una sola Orlando, la Justicia, la que tanto Bonafini como Carlotto piden, una reclamando por los que desaparecieron, la otra por los que quiere ver aparecer, pero siempre Justicia (nunca venganza). El rencor es otro tema y vos lo sabes. ¿Cómo carajo te has convertido en este condon ideologico Orlando?.

Anónimo dijo...

El terrorismo de estado fue la receta aplicada por la dictadura para silenciar a la sociedad porque fue necesario para llevar adelante un plan economico regresivo. Por eso se uso la excusa de la guerrilla para tomar el poder y hacerlo. Esta es la verdad. No me extraña la posicion del intendente de Tres Lomas, todos los que estudiabamos en La Plata en esa epoca sabiamos que era un conservador asustadizo y delator. Lo que no imaginabamos es que hoy se autodenominara como el campeon de los derechos humanos. No tiene ni por las tapas ni el idealismo ni la dignidad de los que fueron desaparecidos, ellos no perdonaban la hipocrecia, que es lo unico que Espada cultiva.

Anónimo dijo...

El Dr. Espada y su vocero Moro dando lecciones de derechos humanos??
Si es cuestiòn de recordar "TODO LO QUE SUCEDE CUANDO LA FUERZA IMPERA SOBRE LA RAZON" es bueno que nos pongamos algo memoriosos y es que sostuvieron que todos los seres humanos tienen derechos... què làstima que en su momento no recordaron la ley provincial sobre Violencia y maltrato laboral cuando mandaron a barrer las calles a Nelba Funes, esa ley dice que ningun funcionario puede ejercer abuso de poder, hostigamiento, amedrentamiento, maltrato psicològico o social... cambiàndolo del lugar de trabajo habitual por ej...
O cuando le recordaron a una joven de buenas ideas, que su padre debìa muchos impuestos...
O cuando determinaron que si venìa otro inversor a la planta frigorìfica lo pondrìan sobre aviso para que no tome a dos o tres empleadas...
EL RECLAMO LABORAL tambièn es un derecho!
y por ùltimo temer poner mi nombre en este comentario es signo de que en este pueblo lindo no es posible expresarse libremente sin esperar alguna represalia...

Guillermo Donari dijo...

Es cierto que todas las muertes son trágicas y en esto no hay distingos. Pero SI es necesario distinguir acerca del rol del Estado en estas muertes. En los finales de los 60 y comienzos de los 70, las organizaciones guerrilleras daban cuenta (es fácil decir ahora que equivocaron el diagnóstico) que "a la violencia de arriba" se le podía y debía responder con "una violencia de abajo", la del pueblo. Los largos años de proscripción del Peronismo primero y de todos los partidos políticos a partir de 1966sumados a los acontecimientos internacionales (Revolución Cubana, Argelia, Mayo Francés,Vietnam, etc) fueron el contexto de esta desición. Distintas organizaciones de este tipo, con diferente orígen se sintetizaron en el ERP (Ejercito Revolucionario del Pueblo) y Montoneros (provenientes del Peronismo) . Esta fue una desición de un sector importante de la vida nacional, que radicalizó su accionar y militarizó la práctica política. Por otro lado la Triple A (Alianza Anticomunista Argentina), de extrema derecha, comenzó a aplicar-a partir de 1974-el secuestro, la tortura y la muerte como forma de manifestación pública. Unos militaban y hasta se armaban para "cambiar la historia" a favor de una Argentina mas justa y otros para "conservarla sin cambios", garantizando los privilegios históricos. Pero ninguno era la representación del ESTADO, sino que respondían a lógicas diferentes. Los revolucionarios trabajaban en todos los frentes de masas en su búsqueda de acumular politicamente : gremios , barrios, universidades, etc y al mismo tiempo un grupo de ellos-articuladamente- integraba la organización armada, todos militantes lúcidos y comprometidos con lo social, politizados en sus lecturas y entregados a una práctica solidaria. Los otros en cambio (Triple A) eran solo perros de presa, pagados por los poderosos y formateados en lo que luego se llamaría "Doctrina de la Seguridad Nacional"
Pero en 1976 ( cuando la guerrilla ya estaba reducida a su mínima expresión ) es EL ESTADO MISMO, el que SECUESTRA, TORTURA, DESAPARECE Y MATA. (Jamás una organización guerrillera torturó, he aquí una diferencia no menor). El ESTADO que debiera ser el garante de la ley y la justicia es quien ASESINA. La desición de la Junta Militar, una vez en el gobierno fue armar otro pais, hacerlo de vuelta, sin industrias, sin clase obrera organizada, sin jóvenes con ideología revolucionaria, sin la "incomodidad" de la justicia social, sin el fantasma esquivo del Peronismo, sin posibilidad de cambio social alguno. Esto solo se podía hacer con represión y así se hizo. Usó para justificar el golpe de estado el argumento de dar el combate a fondo a la guerrilla (y con esa excusa a todo aquel que no le fuera funcional)y lo hizo fuera de la ley, sin las garantías del Estado de Derecho: 30.000 desaparecidos dan cuenta de ello; 30 % de obreros, 25 % de estudiantes, 62 % secuestrados de noche y en sus domicilios, la mayoría jóvenes (Fuente "Nunca Mas"). Para el gobierno de la Dictadura era tan peligroso el que portaba un arma, como el que portaba una idea. Todos fueron reprimidos y silenciados con la misma lógica del ESTADO TERRORISTA, sin ley y sin proceso judicial alguno. En este punto el discurso del Gobierno Municipal de Tres Lomas muestra su ¿error? conceptual. Los genocidios son perpetrados por los ESTADOS que se convierten en gendarmes de sus pueblos. En esto no hay posibilidad de "Tercera Mirada" ni de "Equilibrio", palabras usadas en el acto Municipal. Son otras las palabras que debieran fomentarse : JUSTICIA, VERDAD, MEMORIA, como una respuesta contundente de un pueblo que aprendió del pasado, para aquellos que desde el ESTADO, violaron todos los derechos humanos, hasta el más básico: el derecho a la vida. Intentar este "equilibrio" ahora es por lo menos oportunismo político, por no decir coherencia con lo que siempre pensaron, solo que AHORA LO DICEN. Por otra parte, el "trabajo cotidiano" a favor del bienestar y la dignidad (que dicen hacer en Tres Lomas), se limita al fomento del clientelismo y la decapitación de la autonomía de las personas: muy lejos de lo que pensaban los militantes de los 70 y también de los que piensan los militantes de Derechos Humanos de hoy.
Por último, cada vez estoy mas convencido que cometemos un error al hablar de la "Ultima Dictadura Militar". El discurso de la intendencia treslomense deja claro que el nombre correcto es: "Ultima Dictadura Cívico-Militar".