lunes, 26 de octubre de 2009

"NADIE APRENDE REPITIENDO"




















Acabo de cumplir 17 años como docente de Educación Media y el tema siempre rondó mis preocupaciones y generó mas de un debate en las escuelas donde me he desempeñado. Por eso comparto con los lectores algunos párrafos de un excelente trabajo del gremio CTERA (Confederación de Trabajadores de la Educación de la República Argentina), titulado “Nadie aprende repitiendo”, publicado en Agosto de 2009. El mismo da cuenta de los niveles de repitencia en el nivel medio, dando cifras desde 1996 hasta 2006 y proyectando los años restantes hasta la actualidad.


Mas allá de los números, donde se revelan, crecimiento de la matrícula y crecimiento de la repitencia, quiero presentarles un recorte del trabajo que aborda aspectos ideológicos y de política educativa, con los cuales estoy totalmente de acuerdo, aunque percibo-experiencia mediante- que de debatirse estos temas en una sala de profesores cualquiera , los docentes que estuvieran a favor , quedarían hoy en minoría. Mañana tal vez cambie y esto dependerá de nosotros, quienes somos los directamente implicados con la educación de todos los adolescentes Argentinos.


Este es el gran desafío de la Educación Secundaria hoy: Por un lado su obligatoriedad manifiesta en la nueva ley , y por el otro, la ausencia de masa crítica docente , para comprender que toda situación de fracaso que acontece en ese ámbito, tiene a la misma escuela media como primera responsable. En este sentido, no hay alumnos que fracasan, sino que es la escuela media y sus docentes, quien en su responsabilidad de transmisión de conocimientos y saberes no hemos sabido o no hemos podido dar las respuestas necesarias y ajustadas a cada uno de los alumnos que en ella habitan cotidianamente.


El texto seleccionado “pega duro” y dice así:

“ La estrategia por la cual un estudiante que adeuda la aprobación de 2 o 3 asignaturas (según diferentes escuelas y jurisdicciones) debe “repetir” el año completo es funcional a una escuela que se asume como selectiva. De esta forma se le pone freno a la trayectoria escolar de un estudiante no valorándose los aprendizajes que sí obtuvo (por ejemplo: las 8 o 9 asignaturas que sí aprobó) y se lo somete a “hacer todo de nuevo”.
La repitencia suele ser abordada como producto del fracaso individual de algunos estudiantes y no como un problema institucional, ya que en la cultura de la educación secundaria argentina está bien visto un tipo de “exigencia” que menoscaba la importancia de reflexionar sobre qué propuestas de enseñanza se ponen a disposición de los estudiantes y su relación con lo que se les exige y evalúa.
El fenómeno de la exclusión por la reiteración de experiencias de fracaso afecta fundamentalmente las trayectorias de los estudiantes provenientes de sectores más humildes, ya que las clases medias y privilegiadas de la sociedad tienen la opción de terminar en escuelas privadas donde más allá del supuesto de “excelencia” funciona el principio mercantil de no perder clientes.”

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