Los grandes escritores siempre pueden poner en pocas y mágicas palabras la profundidad de un pensamiento que describe tan bien la realidad.
Eso sentí cuando hoy me topé con un breve texto de Eduardo Galeano que una alumna compartió con el curso.
Estabamos trabajando la deforestación en Argentina, de cómo nuestro país había pasado de tener 110 millones de hectáreas de bosque nativo, a escasas 30 en la actualidad.
Hablamos del quebrachal y la empresa que lo diezmó: La Forestal, dueña de 2 millones de hectáreas en el norte Santafesino.
Y mas actualmente el avance de la frontera agrícola en pleno Chaco, donde el "impenetrable" deja de serlo y se doblega ante las topadoras que buscan descapitar al monte. Y también del “caldenal” pampeano, tan cercano a nuestra zona y a la vez, tan desconocido por muchos de nosotros.
Hablamos del reemplazo de los bosques nativos, ricos en fauna y flora diversa, por otros bosques que responden a la demanda del mercado. Y fue allí, donde el texto del Uruguayo iluminó la clase.
El libro es conocido, se llama “ Uselo y Tírelo" y respecto a este tema específico sostiene:
“En estas nuevas plantaciones madereras, no cantan los pájaros. Nada tienen que ver los bosques naturales aniquilados, que eran pueblos de árboles diferentes abrazados a su modo y manera, fuentes de vida diversa que sabiamente se multiplicaba a sí misma, con estos ejércitos de árboles todos iguales, plantados como soldaditos en fila y destinados al servicio industrial”
3 comentarios:
La capacidad de ser breve y profundo es una excelente condicion.
grillo soy santiago dahir, te invito a pasar por mi reciente blog
abrazo
Del mismo autor.
"Hacen la guerra para hacer el amor"
"...los indios se alzan por la libertad del amor..."
El jefe Cuchacique viste la piel del jaguar. Flechas que silban, flechas que queman, flechas envenenan: los tairona incendian capillas, rompen cruces y matan frailes, peleando contra el dios enemigo que les prohíbe las costumbres.
"...Desterrados, los tairona huyen por las montañas hacia los más áridos y lejanos rincones donde no hay pescado ni maíz. Hacia allá los expulsan, sierra arriba, para arrancarles la tierra y la memoria: para que allá lejos se aíslen y olviden, en la soledad, los cantos de cuando estaban juntos..."
Realmente el libro no tiene desperdicio.
Un beso.
Tal vez estoy esperando leer lo que un gran escritor como vos necesita poner en palabras; la profundidad de tu pensamiento que describa la pared que no te deja escribir; tal vez sea el primer paso para aceptarla, sortearla y evolucionar...Aunque no sea precisamente lo que estoy esperando leer.
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