lunes, 13 de septiembre de 2010

KAPANGA: CAPATAZ DE LAS CAUSAS JUSTAS



¡Pero quien carajo se creen que son¡, blasfemó ante quien quisiera escucharlo.


Es que el domingo 12 de Setiembre se presentó en Tres Lomas, el grupo Kapanga, promocionado y pagado por el mismo que tuvo que bancarse las consecuencias del acontecer “en vivo” del recital.


Es una banda que mixtura géneros como el cuarteto, el rock, el reggae, el heavy y hasta el candombe y cuando a sus integrantes se les pregunta acerca de que es lo que tocan, responden diciendo: “La banda está en contra de las etiquetas, la música es una sola y lo demás son géneros, nosotros combinamos todo sin prejuicios”

Sucedió en Tres Lomas, en el gimnasio del Club Unión Deportiva, lleno en la mitad de su capacidad (en realidad la banda que había ganado la votación de los chicos era “Las Pastillas del Abuelo”) pero la decisión se cocinó entre pocos y aquí estuvieron los muchachos de Kapanga, firmes y dignos.


Tan “sin prejuicios” se movieron en el escenario, que reflejaron el acontecimiento que justo le pone los pelos de punta , es decir, la dudosa muerte de Horacio “Pocho” Farías. Luego los integrantes de la banda, lo explicaron a los que quisieron escucharlo en la intimidad, que habían visto los carteles, pintados en los tapiales en la entrada del pueblo, pidiendo JUSTICIA PARA POCHO y eso fue suficiente.


Promediando el show y ante el requerimiento de jóvenes espectadores lo plantearon lisa y llanamente desde el lugar de poder que significa un escenario :" ¡Y TAMBIEN QUEREMOS JUSTICIA PARA POCHO¡" e insistieron con una canción cuyo estribillo planteaba como una bandera, justamente su nombre: "POCHO¡ ¡ POCHO¡ ¡POCHO¡", en tanto los pibes a un solo grito, ¡JUSTICIA¡ ¡JUSTICIA¡ ¡JUSTICIA¡.
Imágen y espejo que se entienden, pensé cuando me lo contaban.


Vuelvo al principio, cuando finalizado el show con estos acontecimientos ya sucedidos, la ira pudo más que lo espontáneo : Qué carajo se tienen que meter en este tema¡", describieron el panorama fuentes muy cercanas al riñón mismo de la cocina hogareña.

Y aunque faltaban canciones, a partir de allí, todo sonó distinto; las letras ya interpretadas, las por venir en instantes, e incluso las que no se tocarían en este show, todas ellas cobraron otro sentido en muchos de los participantes (así me lo relataron varios de ellos, de todas las edades), porque a partir de ese momento, todo hizo pensar en “Pocho”, todo remitió a esa mágica intervención de la banda en el escenario.


Y el sentido lo dió cada uno en su interior, realidad e imaginación, todo junto, como un combo explosivo en las manos de quien siempre manipula, proceso comprensible que florece en la mente de quienes querían escucharlo.


Sonó entonces-en la cabeza alocada de muchos- la letra rediviva de Kapanga con su “Bailarín Asesino

Bailo solo por las noches, voy por la ciudad
mi reloj me dice que llega el momento, hora de matar
porque soy un bailarin asesino
porque hoy mi movimiento es mortal,
o sólo sigo bailando, sobre tu tumba”

Y luego fue el turno de “Me mata”

Me mata, me mata, me mata
Me mata tu mirada, me mata
Me mata, me llevas
Me traes, me arrancas la cabeza,
Me mata”

Y los pibes de "la Juventud" , vestidos con una remerita blanca que rezaba no se que, azorados ante lo que estaban viendo, totalmente confundidos, con la contradicción a flor de piel y con ganas de gritar lo mismo que los otros pibes gritaban, solo se animaron con algunas palmas tímidas, pero los Kapanga aplastaron con la letra de "Desesperados", quizás sin haberla cantado.

“ Quiero saber, será verdad que todo a mejorado
Quiero saber, si los culpables fueron encarcelados”

Pero -en este otorgar sentido a lo sucedido- la palabra que más identifica ese momento maravilloso e inesperado del recital, emparentándolo con la lucha que desde hace ya muchos años, vienen dando los familiares de Pocho, junto a distintas organizaciones, es la de la canción “Nunca creas”


Nunca creas que me estoy muriendo,
Nunca creas que me estoy rindiendo
Siempre voy a dar pelea
No me importa con quien sea
Yo peleo donde hay que pelear”

Capanga, según el diccionario de la Real Academia Española significa: Persona que cumple las funciones de capataz, conduciendose a veces con violencia”.
Lejos de esa descripción-aplicable a otros con toda seguridad- los muchachos de la banda dieron un gran show, sin retacear nada, lo hicieron poniendo absolutamente todo, incluso, su propio pedido de justicia. No son "Capanga" sino "Kapanga"...¿Toda una "K" de diferencia?

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Buen post Grillo. Yo no pude estar, pero tipo 12 de la noche me empezaron a llegar mensajes de texto de gente que estaba en el recital contándome lo sucedido.
No lo podía creer, de repente me imaginé a toda la gente pidiendo justicia por pocho en un sólo grito y alentados por la música y el espíritu de los Kapanga. Se me puso la piel de gallina. Tanto por pensar en toda esa gente que en ese lugar, sin vergüenza, gritaron lo que quizá en otro contexto no pueden como por la situación.
También-inevitablemente- me vino a la cabeza la reacción, de el y los reaccionarios de siempre. Y la verdad, me dió mucha gracia. No pude evitar hacer la comparación con lo que le pasó a Macri en la cancha de River, donde 200 personas contratadas por Él para hacer pogo, en el medio del pogo gritaron : "...Macri, basura, vos sos la dictadura...".
Quedó demostrado, creo, que tratar de esconder en el placard, puede servir de paso, pero no para siempre. En el momento menos oportuno para algunos, empiezan a relucir las vetas de la verdad.
Lo que pasó en el recital, a mi parecer, sirvió para reavivar el llamado de justicia de los familiares y organizaciones, y para que la sociedad recuerde que todavía no están presos los culpables del ASESINATO DE POCHO.
Todavía no se hizo justicia.
Pero ya se va a hacer.

Opus 4 dijo...

Excelente Donari. Como siempre sabés decir lo que muchos sentimos.

Iñaki dijo...

El Domingo a la medianoche me llegaron mensajes contando lo sucedido. No lo podía creer. Después el comentario era que toamaron la consigna porque la leyeron en la pared al entrar al pueblo. Me pareció genial. Cuando no hay justicia, las paredes hablan; y cuando se tiene el amparo y la efervesencia del anonimato,cuando se confunde uno con la multitud,esos gritos silenciados nacen impulsivamente. La cosa se vuelve contagiosa, y hasta el más capanga acostumbrado a ampararse en el silencio y la oscuridad, puede sentir ganas de gritar !Justicia! en esos casos.
Saludos Grillo; muy bueno el post

Mario L. dijo...

Estupendo post Grillo. Lo lamento por aquellos que no fueron al recital, pero fue la primera y última vez que los pibes de Kapanga pisaron Tres Lomas.
Que se creen estos mocosos insolentes. Hay que dejarlos en la calle o limpiando el basurero.
Mario L.