martes, 1 de marzo de 2011

CRISTINA: LA INICIATIVA DEL CONDUCTOR


Su discurso espeso, su actitud voluntariosa, su presencia radiante, su desparpajo genial. Ví ayer en el discurso en la Asamblea Legislativa a una presidenta que es una conductora sólida.


Y no sé si leyó "Conducción Política" de Juan Domingo Perón, pero intuyo que sí, porque en los 70, pese a las puteadas que se ligaba el texto por "militarista", era casi una obligación militante "entrarle" al mismo.


Me remito al Capítulo 5, titulado "El Conductor", donde Perón que había leído a Clausewitz avanza con la explicación de la conducción en títulos como estos : arte o ciencia, permanente creación, habilidad del conductor, perfeccionamiento, sus secretos, la construcción de éxitos, la dificultad para sistematizarla, los casos concretos, la experiencia propia, el conocimiento de los objetivos, el desechar los que no tienen valor, las cualidades indispensables, la complejidad, los valores del conductor, la audacia, el carácter, la energía, la tenacidad, el trabajar para los demás, la humildad y el espíritu de sacrificio, la lealtad, la sinceridad, el propio ejemplo, el respeto recíproco con la gente, las equivocaciones, las pasiones, los valores intelectuales, la iniciativa y capacidad de acción, etc, etc...el capítulo, muy subtitulado avanza en otros aspectos, con un lenguaje simple para explicar algo muy complicado.


Hasta que Perón llega a estos dos títulos que comparto:


"LA FUERZA DE LOS PEQUEÑOS MEDIOS": Cada conductor ha de tener permanentemente una iniciativa, y decimos nosotros que el conductor político debe llevar una resolución adelantada en el bolsillo, porque los hechos se desencadenan con una violencia y una rapidez tan grandes, que a menudo no hay tiempo de concebir o analizar los efectos de una realización adversa. Por eso la iniciativa juega un papel extraordinario.
Hay que estar siempre pensando en qué se puede hacer de nuevo; que cosa va a dar resultado, por pequeña que sea, porque las grandes cosas se componen siempre de pequeñas cositas. Esas pequeñas cositas son las que no deben descuidarse. La iniciativa, que muchos olvidan, tiene una fuerza tremenda. Aprovechada la iniciativa del hombre, pueden darse éxitos extraordinarios a la conducción"


"LA MUJER EN LA CONDUCCION": Una de las grandes fuerzas de la mujer, en la conducción, es que ellas utilizan los pequeños medios, que son tan poderosos, cosa que nosotros no hacemos porque somos hombres. ¡Ellas aprovechan eso, y hay que ver la fuerza que tienen! Ese ha de ser sin duda un factor de fuerza que nos trae la mujer a la política, un factor de extraordinaria fuerza"


Este texto, escrito en el apogeo del gobierno peronista, al fragor de la incorporación del voto femenino, deja algunas enseñanzas interesantes, mas allá de las críticas que desde el progresismo puedan hacérseles (su sesgo machista por ejemplo).


Cristina lo aplica a rajatabla, de eso estoy seguro. Ver a cualquier opositor balbucear algo ante las cámaras despúes de su discurso es una muestra de ellos. Se los vio destruidos, apabullados, extenuados de tanta política y tan poco mercado. La iniciativa la tuvo ella, pero no por ser "la que hablaba", sino por lo que dijo.


Cristina hizo lugar a todo: pudo bancar el aliento traidor de Cleto, los cánticos adversos, los a favor, las interrupciones dialogadas, repasar la obra de él y de ella, oxigenar a los jóvenes, cojudear con los datos y las cifras y en el final algunas grageas que se me hace son solo perlas de lo que se viene: Nueva ley para los peones rurales; Ley para detener la Extranjerización de la Tierra; Nueva Ley de adopción, etc, por nombrar algunas.
Iniciativa, no solo de lo pequeño, sino de los temas mas grosos. Iniciativa política, capacidad de acción, sorpresa.


Es que la "Conducción se hace a base de realidades", así lo dice otro título y otra explicación de este manual que recomiendo leer porque nunca queda viejo. A Cristina le sobraron realidades en el Congreso y si a la oposición mediática le quedaban dudas acerca de su capacidad conductora, hoy rindió su materia con un sobresaliente.


Ver a Ricardito Alfonsín, después del discurso, casi llorisqueando y malhumorado, plantear que él había presentado un proyecto para ampliar la asignación universal a las madres embarazadas y que Cristina lo hizo por decreto, me hizo acordar a aquellos socialistas-liberales que se sintieron "robados" por Perón y por Eva, porque los proyectos que ellos habían presentado y dormían en los cajones, ahora eran leyes que se cumplían.
Ricardito no leyó a Perón. Tampoco a don Raúl. Cristina a ambos.

1 comentario:

Claudio Adema dijo...

Comparto tu análisis Guillermo. Brillante el discurso. Yo le agrego un concepto: Cristina abrió el año legislativo con un discurso contundente y básicamente con una oratoria sencilla. Le habló a los senadores sin descuidar a la gente. El mensaje llegó claro a todos (otra manera de seguir integrando), para que todos sepamos de que se trata.

Un abrazo.