PARETO ES EL CAMINO

El programa es "Argentina para Armar" conducido por María Laura Santillán, la fría y escrutadora conductora de ojos negros calculadores. Son las 22,47.

Aunque el tema del día sugería un título interesante: "¿Cómo será el nuevo gobierno de Cristina?", la periodista se las ingenió-como todo el grupo mediático- para desviar hacia la cuestión "del dolar", temática con la que se ha machacado después del arrollador triunfo de Cristina.

La acompañaban el escritor Mempo Giardinelli, la Doctora en Ciencias Sociales Liliana de Riz, un miembro de una universidad yanqui de nombre Nicolás Shumway, Eduardo Fidanza Sociólogo de Poliarquía y un jóven de apellido Natansson, encargado de Le Monde Diplomatique en el Cono Sur.

Allí, solo dos-Giardinelli y Natansson- intentaban hablar acerca de la convocatoria que el titulo del programa suponía, pero el resto se prestó-de una forma u otra- a la lógica de Santillán.

Destaco dos perlitas que dicen mucho.

De Riz, planteando el "hiperpresidencialismo" de Cristina dijo sin ponerse colorada: "Cuando un presidente controla las dos cámaras se convierte en un emperador".

La otra es de Santillán hablando de la demanda de dólares, haciendose la otaria preguntaba: "¿Esta demanda es como otro tipo de voto? ¿Es como una opinión?"

No será fácil profundizar el modelo, pero estas interpretaciones malintencionadas son las que precisamente marcan el camino: no hay otro rumbo posible que ir por mas, el conflicto será inherente a la nueva etapa, las tensiones nos atravesaran y toda el palabrerío hueco acerca del "consenso", la "paz social" y la "unidad de todos", se hará añicos contra la realidad política que está por venir.

En el "espacio publicitario", zapping mediante, ví en directo el último triundo de "la peque" Claudia Pareto, la luchadora Argentina que se trajo el oro de los Panamericanos.

Así creo que será la política a seguir. Pareto es el camino. Preparación, estrategia, potencia, convencimiento y...ganar la lucha. En el colectivo militante habrá que traducir esa lucha en el tatami, a términos territoriales, mediáticos e ideológicos.