Imagino que debe estar apretado nuestro intendente. Seguramente alguno de sus
moderados asesores, mas preocupados por no confrontar con nadie, aunque la
historia demuestre que son los momentos de tensión y conflicto donde se logran
las reivindicaciones de las mayorías, le estará diciendo que todo va bien, que
es con la obras que se contesta, que las palabras encendidas de nada sirven, que son cosas de charlatanes.
Pero claro, yo lo entiendo. Cuando uno se rodeó de quienes
nada arriesgaron durante años y de pronto conducen el gobierno, es lógico recibir
consejos de ese tipo.
Seguramente le habrán sugerido que “no conviene ir con
Cristina”. O “si fuera Scioli sería otra cosa” o “che..y con Massa” o peor aún:
“¿y una boletita única?”, y otros tantos
que la imaginación ubica en lugares impensables de la mas pura antipolítica,
cuando lo que se impuso en esta década ha sido el lugar central de la misma.
Lo entiendo intendente, porque nadie le habla de política y
porque nadie responde políticamente. Se habla de obra pública, de proyectos
productivos, de publicidad gubernamental de forma tal que si no se supiera que
usted es un intendente consagrado con la boleta sábana de Cristina, podría
ubicarselo en cualquier otro lugar.
Desde la prensa propia del oficialismo, hasta las
apariciones públicas de los funcionarios, muestran tal escaso vuelo político,
que usted podría ser un hombre de Massa, de De Narváez, de Macri, de Carrío y
así…
Lo comprendo, porque usted es un administrador, aunque eso no lo exime de haber podido aprender algo
en estos años. La pregunta es ¿cómo aprender de quienes realmente piensan así?. No crea
intendente que lo aconsejan quienes manejan táctica y estrategia, ni quienes
siquiera han leído conducción política de Juan Perón. Lo están asesorando los
hacedores sin sentido, los que se levantan como el general decía socarronamente
“al pedo, pero temprano”, incapaces de superar el estancamiento y
ayudarlo a volar un poco mas alto.
Lo han tenido intendente como un martín pescador, a ras del
río, porque de allí comen fácil los que no quieren arriesgar levantando el
vuelo, saliendo al cruce, defendiendo las conquistas con lealtad. No se le pide
al gobierno central por una ventanilla y se hace pito catalán por la otra. Eso
es para los mediocres y oportunistas. Usted como administrador puede ignorarlo
y creer que nada pasa , pero como político es suicida. ¿Nadie se lo dijo?. ¿Vio?.
Aunque quedese tranquilo, lo acompañarán hasta el precipicio
palmeandole el hombro y unos metros antes-no mas que eso- le dirán suerte con
la mejor cara de póquer y comenzaran a mirar alrededor “moderadamente” para ver
como calientan las sentaderas en el futuro.
Hacer política es conectar todo lo que se está haciendo, pero
apelando al corazón de los hombres y mujeres de nuestro pueblo, otorgando sentido polìtico, emparentando con el proyecto nacional. Las cloacas no
se explican con ollas de contención, ni con napas deprimidas, sino con la
voluntad política que se transmite, con
el optimismo puesto en palabras y en gestos, ganando el corazón y el alma, para
que el acompañamiento venga desde allí, porque eso define la política, la
capacidad de conducir seduciendo, nunca es el arte de especular con una cosa y
en un momento, aunque sus “moderados” así se lo digan.
Desconfíe de ellos, de
los “moderados independientes” que dicen conocer el sentido común del ciudadano
medio treslomense: no saben nada. Eso siempre ha sido indiferencia hacia la
política verdadera, la que sabe que hay momentos para la paz y otros para el
combate encarnizado. Lo del medio es como reza el dicho popular: “ bosta de
paloma, no tiene ni bueno ni mal olor”.
Comience a oler intendente, transpire, que lo insípido no le
gane la batalla, que los desodorantes humanos no lo embadurnen de esencias que
se alejan de la gente de pueblo y se acercan a….la nada.
Del otro lado tiene usted un maestro, al que personalmente jamàs votarìa
ni apoyaría, pero de esto sabe y mucho y aprender del contrincante, cuando
desde el propio palo no se cae una sola idea, no es mala alternativa.
Transpire
intendente, transpire política. Recuerde, ante la ausencia de presente ponga en memoria la forma en que se ganó su lugar como primer mandatario. Apasione intendente, cambie, sorprenda, haga política si tiene verdadera vocaciòn de poder, y comience a desobedecer a sus laderos, no lo están apadrinando sacándolo de un potro bravo, lo sostienen apenas y en cuanto se les canse la manito, lo dejarán caer entre las patas y dirán de moderados que son nomás: "era un administrador".
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