Acabo de ver un programa contrafáctico acerca de Eva Perón,
conducido por Santiago del Moro.
Se recordaba su nacimiento, pero poco se habló de esa “prehistoria”
de Eva Duarte y el programa divagó acerca de que pensaría Evita hoy, ante la Argentina de hoy y sus tensiones.
Interesante
como ejercicio siempre y cuando aparezcan las contradicciones verdaderas de la
sociedad presente, sino pura esterilidad de los opinólogos o monumentalismo gratuito,incluso de quienes la hubieran odiado.
Y entiendo por prehistoria de Eva, desde su nacimiento hasta
su presentación ante Perón, constituyéndose en su pareja.
Es en esta prehistoria donde se puede encontrar la esencia
que la proyecta hacia su encuentro con la historia grande.
Muchachita de la pampa bonaerense que ni siquiera es muy
bonita (la historia y su imagen imborrable la han mostrado hermosa, pero en
otro andarivel, no el de la pura estética).
Nació en 1919 frente a los campos de la tribu de Coliqueo, a
poco mas de 200 kilómetros
de la Capital Federal ,
mas precisamente en Los Toldos, un pueblo idéntico a tantos otros de la pampa
bonaerense, surgido al lado de las vias del ferrocarril.
En realiad, en 1945, con un Perón ya poderoso, se adulteró
la partida de nacimiento de Eva: nacida el 7 de mayo de 1919, se certificarà
como acaecido el 7 de mayo de 1922.
Es que Eva es la quinta hija de una unión de hecho, entre Juan Duarte y Juana Ibarguren (concubinos, según el
idioma hiriente del momento).
Juan Duarte es un estanciero importante que tenía su campo
en General Viamonte y su familia “legal” en Chivilcoy.
Juana Ibarguren, su madre, es una mujer luchadora que como
otras ejerce un matriarcado sufrido.
La situación de doña Juana no es en esa época una excepción
en nuestra zona de campaña. En esa época, todo estanciero que se preciara, tenía
una especie de derecho a mantener una familia “suplente”, un hogar paralelo.
Asi es que el estanciero Juan Duarte tuvo 5 hijos con Juana
Ibarguren: Elisa, Arminda, Blanca, Juan y Eva (ella era la mas pequeña).
El padre los reconoció y por eso llevan su apellido, no fue Eva Ibarguren, en cambio fue Eva Duarte.
Pero reconocer un hijo y otorgar un apellido poderoso no era
garantía en esa época (y aún hoy tampoco, aunque el avance ha sido notable),
del rol del marginado, del no legalizado, del invisibilizado.
Esto fue sufrido por toda la familia Duarte y Evita no fue
la excepción.
Doña Estela Grisolia era la mujer legal, Juana Ibarguren la
ilegal. Y con los hijos lo mismo: el estanciero los tenía “legales” y de los
otros, como Evita, una “ilegal”.
¿Cómo no querer fugarse a los 15 años en busca de otros
aires y otros sueños? ¿Cómo no colgarse de Agustín Magaldi y prometer el oro y
el moro? ¿ Cómo no comenzar un camino, que sin saberlo, seguirían millones de
Argentinos, buscando en la gran ciudad, lo que un interior flaco, prejuicioso y
conservador jamàs otorgarìa?
¿Y como no entender, una vez en las cercanías del poder,
querer cambiar su acta de nacimiento?.
En el acta de casamiento de Eva con Perón ella figura como “doña
María Eva Duarte, de 23 años de edad, nacida en esta ciudad, el 7 de Mayo de 1922” , es decir 3 años después
del día en que verdaderamente nació: un 7 de mayo de 1919 en Los Toldos.
Cambiò los años y cambió el lugar, no quería recordar a “Los
Toldos”
Si realmente hubiera nacido en 1922 hubiera tenido apenas 13
años cuando empezó a trabajar en radioteatros en Buenos Aires y eso es muy difícil
de imaginar.
Esta falsificación de su propio nacimiento, se complementa
con otra: un acta de matrimonio de Juan Duarte y Juana Ibarguren y junto con
ella hubo que modificar las fechas de nacimiento de todos sus hijos. La de Eva
también: 3 años.
¿Por què? Porque es la misma Eva la que quiere contar otra
historia, la que le muestre a todos que ella no es hija de una mujer soltera,
concubina de Juan Duarte, sino de un matrimonio legal, constituido entre una
mujer soltera y un hombre viudo(su esposa "legal" muriò en ese lapso) que decide
casarse nuevamente.
Pero la historia documental es terminante, olvidó modificar su acta de
bautismo, realizada el 21 de noviembre de 1919 en la vieja iglesia de Los
Toldos, Evita era 3 años mas vieja.
Otras cuestiones son mas importantes en esta decisión, es el propio Perón
el mas interesado, o los dos al mismo tiempo, porque Perón no podía mostrar el
casamiento con una hija “natural” olvidando los convencinalismos de época,
dictados por la clase dominante, una oligarquía que podía tener dos o tres
familias, pero en su hipocresía castigaba duramente lo mismo que engendraba.
Eva huyó de su historia para volver a ella de otra manera, porque hay muchas
maneras de volver. Evita eligió la que pudo, en el oleaje de una vida
tormentosa, apasionada y comprometida, a nadie le calienta si adulteró una partida de nacimiento, porque
lo que verdaderamente adulteró fue la vida de los mas humildes y desprotegidos,
allí sí dio vuelta las cosas: los mostró, los amó, trabajo para ellos como
militante, los dignificó. Eso si era adulterar en esa época. Evita volvió a su orígen porque jamás se había ido.
¿Y en esta época?. Aún faltan muchas adulteraciones, para que los "legales" y poderosos en todos los terrenos, dejen de ser impolutos y se embarren y tironeen y pierdan, porque un proyecto de nación no se hace con buenos modales, sino con conflictos resueltos en favor de las mayorías.
Evita volvió a Los Toldos.
¿Y en esta época?. Aún faltan muchas adulteraciones, para que los "legales" y poderosos en todos los terrenos, dejen de ser impolutos y se embarren y tironeen y pierdan, porque un proyecto de nación no se hace con buenos modales, sino con conflictos resueltos en favor de las mayorías.
Evita volvió a Los Toldos.
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